El Papa ha aparecido este Domingo de Resurrección en el balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la esperada bendición Urbi et Orbi, que marca el Domingo de Pascua, la fiesta más importante del calendario cristiano, y que conmemora la muerte de Cristo y su posterior resurrección. La multitud congregada en la Plaza de San Pedro esperaba ansiosa su presencia, que no había sido confirmada. A pesar de su delicado estado de salud, el sumo pontífice no ha faltado a su cita y la ovación ha sido ensordecedora cuando se ha asomado al balcón, sentado en su silla de ruedas. Entre aplausos y vítores de "Viva el Papa", los fieles han agradecido el esfuerzo del santo padre, aún convaleciente de la neumonía bilateral que le ha mantenido ingresado durante un mes y medio en el hospital romano Gemelli.
Un año más, la Plaza de San Pedro se ha convertido en el epicentro de la celebración cristiana más importante del año. Alrededor de 35.000 personas se han congregado en el lugar, para participar en la solemne misa de Resurrección, presidida por el cardenal Angelo Comastri, en representación del Papa Francisco. Durante la homilía, este invitó a los fieles a salir "a buscar a Cristo en la vida, buscarlo en el rostro de los hermanos, buscarlo en lo cotidiano, buscarlo en todas partes menos en aquel sepulcro". Y añadió: “La Pascua nos impulsa al movimiento, nos invita a correr como María Magdalena y los discípulos, para descubrir a Jesús, el Viviente”.
Desde primeras horas de la mañana, miles de personas se congregaron en la emblemática plaza del Vaticano, adornada con miles de flores provenientes de los Países Bajos, ofreciendo un espectáculo visual que simboliza la vida nueva en Cristo. Entre los tulipanes, jacintos y narcisos, el ranúnculo destacó como la flor especial de esta Pascua, representando la alegría y la esperanza.
Pasadas las 12:00 del mediodía, el papa Francisco apareció en el balcón central, saludando a los presentes con un conmovedor: “Queridos hermanos y hermanas, buena Pascua”. Aunque todavía muestra signos de debilidad y utiliza una silla de ruedas, el santo padre apareció sin las cánulas nasales de oxígeno, indicando que su estado respiratorio ha mejorado visiblemente. Debido a sus dificultades para hablar, delegó la lectura del texto de la bendición Urbi et Orbi al maestro de ceremonias, Diego Ravelli, quien transmitió el mensaje a millones de personas que seguían la ceremonia desde todos los rincones del mundo.
El papa instó a la humanidad a rechazar la carrera hacia el rearme y a trabajar en conjunto para combatir el hambre y promover el desarrollo global. También realizó un llamamiento a todas las partes para que "cese el fuego" en Gaza y "que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz", pedía en su mensaje el pontífice.
Su ausencia en los actos de Semana Santa
La aparición del papa Francisco fue especialmente significativa debido a su ausencia en algunos ritos de la Semana Santa. Su fortaleza para estar presente en un día clave como hoy, aun en medio de su recuperación, ha conmovido profundamente a los fieles. Desde su silla de ruedas, el Papa reafirmó el compromiso del Vaticano con los principios cristianos fundamentales. El pontífice, quien estuvo hospitalizado durante 38 días por un grave problema respiratorio, había sido dado de alta el pasado 23 de marzo.
Aunque desde el Vaticano se anunció su ausencia en los actos principales de las celebraciones de Jueves Santo y el Viernes Santos, el máximo mandatario de la Iglesia Católica sorprendió a los fieles al acudir a rezar a la Basílica de San Pedro antes de la Vigilia del Sábado Santo Francisco. Allí saludó a algunos grupos de peregrinos estadounidenses que estaban en esos momentos en el templo.
Audiencia con Vance en Santa Marta
El papa Francisco recibió este Domingo de Pascua al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de Casa Santa Marta, ubicada en el Vaticano. Según informó la oficina de prensa de la Santa Sede, el encuentro tuvo lugar a las 11:30 horas y fue breve, limitado a unos minutos, durante los cuales ambos intercambiaron felicitaciones por la Pascua.
Este saludo se produjo mientras la misa del Domingo de Resurrección se celebraba en la Plaza de San Pedro, presidida por el cardenal Angelo Comastri. Aunque el Papa no participó en la misa debido a su recuperación tras una neumonía, su encuentro con Vance subraya la importancia de mantener relaciones diplomáticas y espirituales con líderes internacionales.
El vicepresidente estadounidense, quien se convirtió al catolicismo en 2019, también se reunió el día anterior con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, para discutir temas como la situación internacional, los conflictos bélicos y las crisis humanitarias, con especial atención a los migrantes y refugiados