Después de casi tres décadas juntos, Barbra Streisand y James Brolin han logrado lo que muchas parejas en Hollywood consideran un milagro: mantener un matrimonio sólido y funcional. Según el propio Brolin, el secreto es más sencillo de lo que parece: su colchón.
El actor de Life in pieces ha revelado recientemente que la mejor inversión de su matrimonio ha sido su colchón, ese lugar donde, además de descansar, ambos pasan buena parte de su tiempo juntos. “Que no se me malinterprete”, advirtió entre risas en una entrevista para Today. “Los dos somos perezosos. Nos gusta levantarnos tarde. Trabajamos desde la cama, leemos, hablamos por teléfono, estamos codo a codo”.
Pero más allá del colchón, hay otras claves para su longevo amor. Brolin destaca la importancia de aprender a calmarse y alejarse en momentos de tensión: “Respirar hondo y salir a caminar”. Por su parte, Streisand subrayó la necesidad de saber escuchar, “El secreto está en escuchar con atención”, contó a Variety en 2021. “Creo que para ser un buen actor, hay que escuchar. Para ser una buena persona, hay que escuchar. Para ser un buen compañero de matrimonio, hay que escuchar. Escuchar a la otra persona. Acordar estar en desacuerdo”.
Barbra y James: su increíble historia de amor
La historia de esta pareja comenzó en 1996, cuando se conocieron en una cita a ciegas. Streisand, que por entonces tenía 54 años, aún recuerda su primera impresión: esperaba a un hombre barbudo, pero Brolin apareció, a sus 56 años, afeitado y con el pelo recién cortado. El primer comentario de la cantante fue directo: “¿Quién te arruinó el pelo?”. Esa honestidad, lejos de incomodar, fue el inicio del flechazo. "Después me contó que fue entonces cuando se enamoró de mí", afirmó la intérprete de Funny Lady.
Streisand y Brolin se casaron el 1 de julio de 1998, exactamente dos años después de haberse conocido. Este año celebran su 27 aniversario de bodas, y a lo largo de estas casi tres décadas juntos, su relación se ha mantenido fuerte. Ambos habían pasado por matrimonios anteriores, dos en el caso de Brolin, uno en el de Streisand, pero encontraron en su vínculo una estabilidad duradera. En sus memorias, la cantante recordó una noche antes de casarse cuando Brolin le dijo: “No quiero dormirme”, y al preguntarle por qué, él respondió: “Porque te echaré de menos”. Desde su boda en el jardín de su casa en Malibú, han compartido estrenos de películas, entregas de premios y momentos familiares, siempre priorizando el uno al otro. “Dormir es una pérdida de tiempo”, dijo Brolin en su discurso de boda. “Estoy deseando volver a verla por la mañana”.