Irene Urdangarin (19 años) y Juan Urquijo han disfrutado del Jueves Santo en Málaga. La joven pareja fue testigo de la procesión del cristo de la Buena Muerte, una de las más emblemáticas de la ciudad costera. Una cita en la que estuvieron en el palco de autoridades y acompañados, como os contábamos en ¡HOLA! por Teresa Urquijo, hermana de Juan, y José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid que, casualmente, celebraba su 50 cumpleaños.
Sin duda, este plan es una muestra más de que su noviazgo se consolida y afianza, puesto que esta es la primera vez que la hija menor de la infanta Cristina y Juan presumen de amor en un acto público de tanto calado. Además, el hecho de que haya estado presente parte de su familia política demuestra que Irene está perfectamente integrada en el círculo de su chico.
Hay que recordar que la nieta de don Juan Carlos y Doña Sofía conoce a Juan desde la infancia, puesto que ambos son descendientes directos del rey Alfonso XII y sus familias, además de compartir lazos de sangre, son muy amigas. Sin embargo, no fue hasta las vacaciones del verano de 2023 cuando sus caminos se volvieron a cruzar gracias a Victoria de Marichalar surgiendo la chispa entre ellos.
Desde entonces, han formado un gran equipo superando un hándicap tan importante como son los kilómetros que los separan físicamente de manera habitual. El pasado mes de septiembre, tras su estancia como voluntaria en Camboya, Irene comenzó sus estudios en Hostelería, Gestión de eventos y Turismo en la prestigiosa universidad de Oxford (Reino Unido). Juan, que tiene siete años más que ella, es graduado en Ingeniería Agrónoma, siendo especialista en Agronegocio y Gestión de Caza, por la universidad de Cirencester (Gloucestershire). En la actualidad, tiene su residencia fijada en la capital de España y trabaja en asuntos relacionados con el mundo rural.
En cuanto a sus gustos en común, comparten aficiones como la música, la lectura, el cine, viajar, esquiar, el tenis y la hípica. Asimismo, tienen una marcada faceta solidaria. En 2016, Juan trabajó como voluntario en un programa agrícola en Filipinas para ayudar a personas en riesgo de exclusión social e Irene, como ya se ha mencionado anteriormente, estuvo en Camboya colaborando con el jesuita español Enrique Figaredo.
“Tienen una relación muy especial. Son muy jóvenes y quieren tomarse las cosas con calma”, deslizaba su entorno más cercano a la revista ¡HOLA! Y así ha sido, ya que hasta ahora siempre habían mantenido los asuntos relacionados con su noviazgo en un discreto segundo plano. Su otra aparición conjunta en un gran acontecimiento fue el pasado mes de septiembre en la fiesta preboda de Victoria López-Quesada, prima de ambos. También se les ha visto dando paseos por las calles de Madrid y de ‘safari’ en Aldea del Fresno.