La relación de Lucía Cepeda Molina y Pedro Antonio Lazaga marcha con paso firme. La pareja no solo comparte una bonita historia de amor llena de complicidad, sino que también han logrado unir a dos familias legendarias en el panorama artístico español. Pedro Antonio (19) es hijo de Rosario Flores y del director de cine Pedro Lazaga, mientras que su novia, Lucía Cepeda Molina (23), es hija de la cantante Alba Molina y nieta del legendario dúo flamenco Lole y Manuel.
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La historia entre Pedro Antonio y Lucía salió a la luz hace unos meses, a principios de enero, cuando comenzaron a compartir momentos juntos en redes sociales, antes de que optaran por mantener su privacidad. Desde entonces, su relación ha capturado la atención de los medios y del público, no solo por el peso de sus apellidos, sino por la naturalidad y el cariño que transmiten. Ambos jóvenes, que no se han pronunciado al respecto, han sabido mantener una vida discreta y alejada de los focos y flashes, lo que hace que su noviazgo sea aún más especial.
Pero si hay alguien que ha mostrado su apoyo abiertamente es Alba Molina y lo ha hecho con un gesto muy significativo. La integrante del grupo Las Niñas compartió en su cuenta de Instagram una emotiva e infantil imagen en blanco y negro de Pedro Antonio, con una guitarra en las manos, que acompañó con un cariñoso mensaje: 'Mi niño'. Con el que confirma lo integrado que se encuentra el hijo de Rosario Flores en la familia de su novia y la excelente relación que mantiene con su suegra. El chico ha correspondido este guiño republicando esta publicación en su cuenta de Instagram, que mantiene privada al público.
El vínculo no termina ahí, porque Lucía también ha encontrado su lugar entre los Flores, con los que se lleva de maravilla. Prueba de ello es la chica no se perdió el concierto que Rosario Flores daba en Sevilla, el pasado 29 de marzo, donde compartió momentos con su suegro, Pedro Lazaga, y con su chico, que forma parte de los músicos que acompañan a su madre, demostrando lo integrada que está en la familia Lazaga Flores.
Pedro Antonio, el menor de los hijos de Rosario Flores, quien tiene una hija mayor, Lola Orellana, nacida de su relación con el argentino Carlos Orellana. Aunque los hermanos se llevan casi 10 años de diferencia, son muy unidos y mantienen una magnífica relación. Al parecer, Pedro Antonio ha heredado el talento musical de su madre y de su abuela, la inmortal Lola Flores, junto con el toque narrativo de su padre, el director Pedro Lazaga. Su habilidad con instrumentos como la guitarra y el cajón flamenco lo ha llevado a compartir escenario con Rosario en su gira Universo de Ley Tour. Su madre, orgullosa, ha expresado en alguna ocasión que Pedro Antonio tiene “buen oído” y una manera de bailar que rememora sus propios movimientos. Parece claro que el joven sigue los pasos de su familia con la misma pasión que los caracteriza.
Por su parte, Lucía también lleva el arte en las venas. Hija de Alba Molina y del guitarrista Charlie Cepeda, ha crecido rodeada de música y flamenco. Aunque su madre ha destacado que Lucía es tímida “y le da mucha vergüenza” mostrarse en público, ha señalado que tiene una voz hermosa y un talento innato para el canto. Al igual que su novio, Lucía ha hecho sus pinitos en el escenario junto a su madre, con la que ha compartido escenario en alguna ocasión, dejando claro que el legado de Lole y Manuel sigue vivo en las nuevas generaciones de la familia. Lucía tiene un hermano pequeño, de 14 años, fruto de la relación que mantiene su madre con el cantante suizo Andreas Lutz, desde hace 16 años.
Mientras sus respectivas madres llevan su arte y poderío por los escenarios de media España inspirando a las nuevas generaciones, Pedro Antonio y Lucía continúan tejiendo su historia de amor, entre conciertos y momentos familiares. Más allá de su linaje, su relación simboliza la unión de dos jóvenes que han decidido conocerse, apoyarse e iniciar una vida juntos. Sus respectivas familias no solo celebran esta incipiente unión, sino que también ven en ella una oportunidad para fusionar dos mundos que han marcado la música española. Aunque el futuro aún está por escribirse, Pedro Antonio y Lucía han demostrado que el amor puede florecer con autenticidad, incluso bajo el peso de un legado artístico.