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La edición de Supervivientes de este año nos está dejando muchos momentos difíciles para los concursantes. Mientras Gala Caldirola se marchaba hace unos días dando saltos de alegría después de ser expulsada, esta semana se ha producido todo lo contrario y hemos sido testigos del llanto desconsolado de Almácor al conocer la decisión que ha tomado el programa sobre su futuro en Cayos Cochinos.
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Hay que recordar que el pasado domingo, durante la celebración de una de las pruebas de recompensa, el concursante sufrió una caída por la que tuvo que ser atendido rápidamente por el equipo médico. Desde entonces, Almácor ha llevado brazo en cabestrillo y ha estado apartado de la convivencia.
"Aquí estoy, con 27 cajas de tiritas... Estoy sufriendo más que Frodo yendo a por el anillo", dijo durante su conexión con Tierra de nadie, provocando la risa de Carlos Sobera. "Es que te veo y... la verdad es que pensé que era menos", confesó el presentador.
Entonces, Sobera le pidió que compartiera con la audiencia cómo habían sucedido los acontecimientos. "La prueba la visteis todos, la segunda ronda se me complicó un poco. Soy muy cabezón, me volví a subir y se me resbaló el escalón... El cable se me quedó enganchado en el brazo, me quedé con el brazo colgando, caí al agua, y... ¡pues aquí estamos!", recordaba.
"Obviamente me duele, me duele el brazo, pero la vida te la puedes tomar de dos maneras: mal o bien, así que por lo menos un poco de humor. A nivel mental, tengo muchas ganas de seguir, voy loco, pero a nivel físico, estoy jugando al Twister de las lesiones", bromeó.
A pesar de que se lo estaba intentando tomar de la mejor forma posible, era consciente de que su futuro podía cambiar. De hecho, el presentador de Supervivientes: Tierra de nadie le comunicó algo importante: "Los médicos están tomando ya la decisión de si vas a continuar o no en el programa. Conocerás, en cuanto la tengamos, la decisión médica, y tendremos que actuar conforme a ella, ¿de acuerdo? Yo espero que tengas suerte".
Y llegó la hora de la verdad. Sobera volvió a conectar con Almácor desde la palapa: "Voy a abrir el sobre y a leer su decisión". "El pasado domingo, Almácor sufrió un traumatismo en el brazo que obligó al equipo médico a inmovilizarle el hombro. En las pruebas efectuadas se confirma la presencia de una lesión que implica una inmovilización de hombro durante cuatro semanas y, además, posterior rehabilitación".
"No me lo puedo creer", decía el concursante totalmente derrumbado. "Por todo ello, Almácor no puede seguir en Supervivientes y debe regresar a España", finalizó Sobera, provocando que rompiera en llanto. "No es justo, tío... Esto es una mierda", no dejaba de repetir tras enterarse de que su aventura en Honduras había llegado a su fin.
Desde el plató, su novia Elena intentó tranquilizarle y mandarle un mensaje de ánimo, pero lo cierto es que no tenía consuelo. "Amor, tranquilo, ¿vale? Que todo va a estar bien. Para nosotros ya eres un ganador. Estamos todos superorgullosos de tí", le decía. "Lo siento, es que soy un patoso", decía entre lágrimas. "Estate tranquilo, respira... Lo has hecho genial y todo pasa por algo, así que no te preocupes", añadió su chica.
Almácor, conocido por su carisma y fortaleza en la isla, era para muchos uno de los grandes favoritos de este año. Sin embargo, este problema de salud ha forzado su salida, dejando a sus compañeros muy sorprendidos. Al volver junto a ellos para comunicarles su marcha, todos se quedaron perplejos y les dio mucha pena que su aventura terminara así. "No me lo puedo creer", no dejaba de repetir el superviviente mientras se abrazaba a ellos llorando desconsolado.