Elsa Pataky nos desvela el mayor secreto de sus 15 años de amor con Chris Hemsworth

A Elsa Pataky se le iluminan esos ojos verdes felinos y tan expresivos cuando aterriza en España y vuelve a pisar su tierra, aunque sea por unas horas. Y para sus admiradores aquí, la gente que la sigue y la quiere, ella es siempre como un soplo de aire fresco venido de las antípodas… Son días -generalmente pocos, para regresar cuanto antes al lado de su familia- de no parar, entre amigos y compromisos profesionales. En esta ocasión, su cita primaveral con Gioseppo en España se merece, además, una celebración especial, porque hace diez años que es embajadora de la firma de calzado. Podríamos decir que es la segunda love story más duradera de la actriz, con permiso de su matrimonio con Chris Hems­worth, del que se cumplirán 15 años el próximo diciembre. Un vínculo que comenzó, en 2015, con unas sandalias ya icónicas de tiras y pompones, que ahora se vuelven a reeditar en este décimo aniversario. Lo primero que hace Elsa al bajar las escalerillas del avión, después de 24 horas de viaje desde su hogar, en Byron Bay, la localidad de la Gold Coast australiana conocida por su espíritu surfero y su naturaleza, es tomar tortilla de patatas y jamón ibérico. No hay concesiones a sus exquisiteces gastronómicas favoritas, que ya apasionan también "a Chris y a mis hijos. Les encantan también las gambas al ajillo y el roscón de Reyes".

© Mario Sierra

"Me he acostumbrado"

Hace años que la familia viene varias semanas en verano para que los niños estén en contacto con sus raíces. "Me gusta que estén aquí una temporada y escuchen y hablen español, que se empapen de las tradiciones y la cultura españolas". Aun así, y aunque cada vez pase más temporadas aquí, Elsa no cambia su estilo de vida en su pequeño paraíso por nada del mundo: "Me he acostumbrado a vivir al aire libre y meterme en otra ciudad me costaría, y a mis hijos también". Nos encontramos a las afueras de Madrid, entre caballos, su gran pasión, y hablamos de aniversarios, familia y su momento vital antes de alcanzar el medio siglo el próximo año. Cuando se publica este reportaje, Elsa ya está de nuevo en casa, al otro lado del mundo, pero la volveremos a ver pronto. El 5 de junio estrena la serie Matices, que rodó el pasado verano en Salamanca, su esperado regreso a la pantalla después de tantos años sin grabar en España, y tiene, además, otros proyectos en mente.

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—Elsa, ¡qué bien tenerte otra vez en España!

—Sí, yo encantada de estar aquí, con mi marca favorita.

—Has vuelto para celebrar diez años de una relación que ya va mucho más allá de lo laboral.

—Sí, diez son muchos años, hemos hecho quince campañas juntos. Cuando te sientes a gusto con una marca, es maravilloso trabajar con ella. Me llevo fenomenal con José Miguel (Navarro Pertusa, cofundador y vicepresidente de la empresa) de siempre, nos parecemos en personalidad, y sigo siendo fan número uno de lo que hacen y de sus diseños.

—Vienes casi directa de Japón, habéis estado allí hace poco celebrando el cumpleaños de los twins.

—Sí, de mis peques. A nosotros nos encanta viajar en familia y es estupendo poder ir a esquiar juntos, disfrutas de las conversaciones, de los momentos unidos, de tomarte el chocolate caliente en medio de la nieve… Llevamos varios años haciéndolo y cada vez que podemos nos escapamos.

—Los niños se hacen mayores. Parece mentira cómo pasa el tiempo.

—Sí, ya tienen once años. Dices: "Pero ¿cómo puedes hablar así, como un adulto ya? No me lo puedo creer". A ellos les encanta ponerse vídeos de cuando eran pequeños y parece que fue ayer cuando eran tan chiquititos y tenían esas vocecillas y ahora les está cambiando la voz y todo. Parece que ya están más cercanos a los adultos que a los niños, me da pena —ríe—. Es increíble cómo pasa el tiempo.

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De caballos y 'hobbies'

—¿Qué has aprendido de ti misma como madre estos años?

—He aprendido a ser paciente; he sido una persona muy impaciente y con los niños eso no es posible.

—Te habrá venido bien la meditación.

—Totalmente, estoy intentando incluso inculcárselo a ellos, que aprendan a tomarse un momento y a respirar. A Tristan sobre todo, que no para.

—¿Qué te gustaría que tus hijos recordaran de ti cuando sean mayores?

—Que he estado ahí en cada momento como algo importante para ellos. Me gustaría que cuando sean mayores aprecien todos los momentos que hemos vivido juntos, todo eso de lo que ahora, como es lógico, no se dan ni cuenta.

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—¿Cuál es tu receta secreta para un día perfecto en familia?

—Nosotros somos muy deportistas, en Byron nos encanta ir a surfear con los peques, irme a montar a caballo con ellos o pasear con los perros por la playa. Bastante sencillo, pero disfruto mucho de hacer todo tipo de actividades al aire libre con ellos.

—Ahora que hablamos de los caballos, ¿recuerdas tu primera vez montando? ¿Fue amor a primer galope?

—Sí ,me acuerdo. Mi madre me llevó a una excursión en Gredos que eran como tres horas a caballo y me enamoré de la sensación. Siempre me han encantado los animales e ir por la sierra en plena naturaleza, y la conexión con el caballo me encantó. Ahora, eso sí, siendo la primera vez y montando tanto tiempo, terminé sin poder andar durante tres días.

"El matrimonio es un trabajo constante, y de las crisis se aprende muchísimo. Cuando llevas tantos años hay que invertir tiempo para seguir creciendo juntos", dice la actriz, casada con Chris Hemsworth desde diciembre de 2010

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—Hoy en día, es casi una terapia para ti, te sirve para ponerte en forma, pero también como rutina antiestrés.

—Sí, es mi meditación, es mi hobby, y todo el mundo debería tener uno en la vida, porque es muy sano para la cabeza centrarse en algo que te ayude a evadirte de los problemas y conectar contigo mismo. Lo disfruto muchísimo, la verdad.

—¿Qué otros hobbies desconocidos tienes?

—Me gusta pintar con acuarela y también hacer tartas de manzana; es la única que hago —ríe—, pero me sale muy bien y he ido perfeccionándome con los años.

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"Hemos celebrado el cumpleaños de mis peques en Japón. Ya tienen once años. ¡Es increíble cómo pasa el tiempo!"

Temporadas en España

—Te has convertido en un referente de vida saludable y cada vez estás mejor, ¿crees que puedes inspirar a otras mujeres?

—La gente me pregunta y me gusta saber que se siente inspirada no solo por lo que hago simplemente, sino para cuidarse, sentirse mejor y aficionarse a hacer deporte. Me siento orgullosa.

—¿En qué momento vital sientes que estás ahora mismo? ¿Más tranquila, más activa, más introspectiva…?

—Los años y la madurez te dan calma y un estilo de vida mucho más tranquilo, no te pones tanta presión a ti misma y, por lo tanto, no estás tan estresada. Pero sí me siento más activa e inspirada a nivel laboral, con más ganas de hacer proyectos, porque mis hijos van creciendo y tampoco me necesitan tanto como antes.

—¿Hay algún proyecto que te ilusione especialmente para los próximos meses?

—Sí, tengo una productora y tenemos un proyecto entre manos, una comedia que se va a rodar en Australia, en concreto en Byron, a las puertas de casa —ríe—, y otro que quiero rodar aquí en España, y estamos trabajando en una nueva serie con el mismo equipo de Matices. Hay proyectos que evidentemente me viene mejor hacerlos en Australia, pero otros me encantaría traerlos a España y pasar algunas temporadas aquí.

—Después de haber rodado el año pasado la serie 'Matices' en España —se estrena, además, el 5 de junio—, ¿te ves trabajando más a menudo aquí?

—Sí, según vayan saliendo proyectos, pero la verdad es que te sientes tan a gusto que lo bueno es poder tener la oportunidad de repetir. Me apetece tener proyectos y, como te digo, pasar temporadas en España y disfrutar de que venga mi familia también.

—Hacía muchísimo que no rodabas aquí, además.

—Sí, muchos años, había perdido la cuenta y me hizo muchísima ilusión volver a rodar aquí y disfrutar del talento que hay, del sitio maravilloso donde estábamos, en Salamanca; de la comida y las sobremesas con mis compañeros y de hablar en mi idioma después de tantos años rodando en inglés… No te das cuenta de lo que no tienes, pero cuando vuelves y vives esos momentos dices: "Pues sí que lo he echado de menos".

—¿Crees que el público español puede descubrir de ti algo nuevo a través de este nuevo papel?

—Bueno, hacía mucho tiempo que no me veían hablando en español en la pantalla, lo bonito es que te descubran de nuevo y que les guste.

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Volverte a reencontrar

—El motivo que te ha traído ahora a España, como decíamos antes, es la celebración de diez años como embajadora de Gioseppo y la reedición de las sandalias con las que todo empezó.

—Sí, las 'Omaha'. Es un homenaje diez años después. Se convirtieron en un boom cuando salieron, eran muy creativas, muy diferentes, y a la gente le encantaron. Están llenas de colorido, de alegría; interpretaron muy bien lo que me gustaba porque eran, y son, muy de mi estilo.

—¿Nunca, en estos años colaborando, se ha dado la ocasión de lanzar una colección cápsula diseñada por ti?

—Si estuvieran haciendo cosas con las que no me sintiera a gusto llevándolas, hubiera insistido mucho en hacer algo de mi estilo, pero es que ellos tienen un equipo de diseño maravilloso y a mí me ha encantado siempre todo lo que han hecho. Así que prefiero dejar a los profesionales.

—¿Quién tiene más zapatos en casa, tú o Chris? Y más importante, ¿quién se los deja por medio?

—Somos los dos un poco iguales en ese aspecto y eso es lo bueno, porque así ninguno se molesta con el otro —ríe—. A él le encantan las zapatillas de deporte en general y en eso me gana porque ¡te aseguro que tiene muchas más que yo y están por todas partes!

—Si pudieras transformar un par de zapatos en un accesorio de superhéroe, ¿qué poderes les pondrías?

—Unas alas para que pudiesen volar.

—Hablemos de otra love story, porque vas camino de celebrar 15 años de matrimonio con Chris. ¿hay que tener un superpoder secreto?

—El matrimonio es un trabajo constante, y de las crisis se aprende muchísimo. Cuando llevas tantos años, hay que invertir tiempo para seguir creciendo juntos, que los caminos sigan cruzándose y continuar disfrutando el uno del otro a pesar de los cambios que se van produciendo en ti y en la otra persona. Hay que intentar compartir experiencias nuevas y hacer cosas diferentes juntos, es importante seguir renovándote.

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"Había perdido la cuenta de los años que hacía que no rodaba aquí. Me hizo muchísima ilusión disfrutar del talento, de las sobremesas y de hablar español", dice Elsa, que pronto regresará para volver a grabar con el mismo equipo de Matices

—A vosotros se os ve que seguís disfrutando de estar juntos; habrá diferencias, como en todas las parejas, pero seguís mostrando vuestra conexión. 

—Sí, totalmente. Hay cosas que evidentemente van cambiando, pero otras te unen a la persona a la que quieres, como seguir riendo juntos y disfrutando de los pequeños momentos, seguir siendo curiosos el uno del otro y admirarte continuamente. Eso es también impor­tante.

—Y aunque os conozcáis mucho, ¿os seguís sorprendiendo el uno al otro?

—Hay que seguir intentando sorprender a la otra persona, aunque es más difícil porque te vas conociendo, pero no desistir y seguir innovando en tu matrimonio. Es la parte más difícil y supongo que el miedo de todos los matrimonios, aburrirse el uno de otro, ¿no? La risa y el bromear es una parte importante del tiempo que pasamos juntos.

—¿Qué es lo que más admiras de Chris como persona, más allá del actor y del padre?

—Siempre ha sido su sentido del humor; en situaciones un poco tensas sabe sacarlo y hacerme reír siempre.

—¿Qué has aprendido en general del amor después de estos años?

—Que hay que adaptarse mucho y, aunque hay momentos y situaciones que te separan un poco, hay que saber volverte a reencontrar.

—¿Seguís manteniendo vuestra norma de intentar no estar separados más de dos semanas, aunque estéis rodando por el mundo?

—Sí, sí, lo intentamos. A veces cuesta más porque los niños se van haciendo mayores, tienen ya su opinión y forman parte de las decisiones. Cuando son pequeños te los llevas cómo y cuándo quieres, pero ahora hay que contar con toda la familia. A veces, por ejemplo, si Chris está rodando, pues ellos quieren quedarse con sus amigos, así que hay que saber convencerlos o adaptarte y hacer algunos cambios. Pero, siempre que podemos, seguimos haciéndolo.

© Mario Sierra