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La tensión se palpaba en el ambiente durante el último programa de Supervivientes: Conexión Honduras, cuando se anunció que uno de los tres habitantes de Playa Misterio abandonaría el concurso de forma definitiva. Tras la salvación de Manuel, el duelo se centró en Gala Caldirola y Nieves. Finalmente, fue el público quien decidió que la exmujer de Mauricio Isla debía regresar a casa.
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“El público ha decidido que debe continuar la aventura… Nieves”, anunciaba Sandra Barneda. Una frase que desataba la emoción en Honduras: mientras Nieves rompía en lágrimas al verse salvada, Gala aceptaba con serenidad su expulsión. “Creo que ha llegado mi momento”, confesaba.
Un adiós con sabor a liberación
Lejos de mostrar decepción, Gala se mostró aliviada tras conocer la decisión de la audiencia. “Estoy feliz, necesito ese abrazo de mi madre, de mi padre, de mi hermano… y sobre todo, volver a estar con mi hija”. La concursante no ocultó lo mucho que ha echado de menos a su familia y reconoció que la experiencia ha superado sus límites emocionales.
En una conversación con Sandra Barneda, Gala se abrió como pocas veces lo había hecho en televisión: "Hace un par de años tuve un periodo donde empecé a tener crisis de pánico, me traté y logré estar bien. Pero este reality ha sido muy exigente. Aunque tenía muchas ganas de estar aquí, creo que no estaba preparada mentalmente".
Gala Caldirola compartió que este ha sido su tercer reality en los últimos 18 meses. Un ritmo que, según sus propias palabras, ha terminado pasándole factura: “Físicamente no he sido capaz. Ha sido mucho más duro de lo que pensaba. Esta experiencia requiere una fortaleza emocional que ahora mismo no tengo”.
Nieves continúa en la aventura
Mientras tanto, Nieves celebra su permanencia en Supervivientes con emoción. “Estoy muy contenta. Lo he pasado muy mal, pero para mí esto es un sueño”, confesaba. Aunque lamenta la marcha de Gala, sabe que esta decisión le permite seguir luchando por llegar a la gran final.
La unificación está cada vez más cerca y la competencia promete elevar aún más el nivel de exigencia. Con Gala fuera del juego, el resto de supervivientes afrontan una nueva etapa llena de retos y emociones a flor de piel.