En Renacer, Bahar se ha convertido en el alma de una historia que combina drama, emoción y superación personal. Emitida los lunes y martes por Antena 3, esta serie turca, que ha calado hondo en la audiencia, muestra cómo una mujer puede encontrar fuerza incluso en los momentos más oscuros, sumando valentía, esperanza y un toque de humor. Demet Evgar, la actriz que da vida a este personaje tan especial, ha compartido lo que ha supuesto para ella interpretarlo. Un reto que, según confiesa, no solo le ha enriquecido como profesional, sino que también le ha inspirado en lo personal.
Para entender lo que representa Bahar, conviene asomarse a su mundo, que, para Evgar, de 44 años, se divide en dos etapas claramente diferenciadas. En la primera, vive atrapada en una rutina que la arrastra a una inercia emocional en la que se ha olvidado de sí misma. Sin embargo, “irónicamente, la amenaza de perder la vida se convierte en su llamada de atención”, explicaba la actriz en una entrevista con el medio turco Episode Dergi. Ese punto de inflexión la lleva a tomar las riendas de su destino: “Yo soy la capitana de mi barco y lo navego por mí misma”, aseguraba sobre el nuevo camino que emprende su personaje.
Desde ese momento, Bahar inicia un viaje simbólico hacia un mar abierto lleno de retos y descubrimientos, donde también encuentra calma. Su historia no es solo la de una mujer que decide volver a vivir, sino la de alguien que, tras una experiencia cercana a la muerte, se enfrenta al enorme desafío de retomar su carrera como médica después de veinte años, una vocación que había abandonado para dedicarse por completo a su familia. Y todo esto lo hace mientras atraviesa un proceso de divorcio tras descubrir la infidelidad de su marido, un cirujano de éxito emocionalmente distante.
“A medida que reconoce su propia primavera, su confianza y su fuerza florecen”, contaba Evgar, vinculando ese renacer con la capacidad del personaje de dejar atrás las etiquetas de edad o estatus que antes podrían haberla limitado. Se reinventa sin miedo y, mientras lo hace, se reconcilia con sus imperfecciones y con las de quienes la rodean desde una mirada generosa, protectora y muy humana. “Utiliza ese ‘lenguaje del amor’ del que tanto hablamos, acercándoles también a ellos su propia primavera”.
Uno de los rasgos más cautivadores de Bahar es su capacidad para encontrar humor incluso en los momentos más duros. Para la protagonista de En llamas, esta habilidad añade una capa esencial de humanidad al personaje: “Incluso en la adversidad más profunda, el humor puede ser un refugio”, señalaba. Ese equilibrio entre fortaleza y ternura convierte a nuestra protagonista en alguien con quien es fácil empatizar. Su historia emociona, inspira y, al mismo tiempo, arranca sonrisas.
La madre de Umay y Aziz Uras rompe con los estereotipos tradicionales femeninos tan habituales en las producciones turcas, presentando una fortaleza que se manifiesta no solo en su lucha, sino también en su capacidad para reinventarse. "Este renacer no solo refleja su resiliencia, sino que también desafía las expectativas sociales y redefine su lugar en el mundo, mostrando que siempre es posible tomar las riendas y escribir una nueva historia", señalaba Evgar.
Desde el primer momento, la cantante sintió una conexión especial con el personaje. “Todos hemos enfrentado momentos en los que sentimos que no podíamos más, pero encontramos una chispa dentro de nosotros. Bahar es esa chispa”, confesaba. Ese vínculo personal, que también le ayudó a reflexionar sobre su propia vida y las luchas que ha enfrentado, le permitió construir su papel con autenticidad y convertirla en un reflejo de experiencias universales que conectan de manera directa con el público.
Demet Evgar también subrayaba cómo la serie va más allá del entretenimiento. “Es una historia universal sobre la fuerza y la capacidad humana de reinventarse”, señalaba, convencida de que Renacer trasciende fronteras. Porque, aunque cambien los contextos o las culturas, hay emociones que todos compartimos. Y el mensaje que transmite Bahar, el de nunca rendirse y volver a empezar, es uno de ellos.
Para la artista, la historia de Bahar llega como un soplo de aire fresco en un panorama televisivo saturado de dramas intensos y personajes al límite. Su forma de mirar la vida, incluso desde el dolor, aporta luz, humor y esperanza. Bahar no solo sobrevive: renace. Y con ella, renacen quienes la ven, porque, como recuerda Demet Evgar, incluso " aunque todo esté en caos, siempre se puede florecer".