Tras varios meses alejado del foco público, Raphael ha reaparecido con una imagen de serenidad y fortaleza. Acompañado por su esposa, Natalia Figueroa, el cantante ha viajado a Ibiza, en lo que supone su primera salida desde que fuese ingresado a finales del año pasado por un linfoma cerebral. “Muy bien”, respondía con una sonrisa al ser preguntado por su estado de salud, dejando claro que se encuentra animado y con energías para seguir adelante.
La pareja ha llegado a la isla balear con la intención de descansar y disfrutar de la tranquilidad de un entorno que conocen bien y que, en los últimos años, se ha convertido en su refugio familiar. Su destino: una casa con vistas al mar en la exclusiva urbanización de Sant Josep, un lugar donde Raphael y los suyos han pasado largas temporadas de desconexión.
Un reencuentro en las alturas
El viaje no ha estado exento de anécdotas. En el mismo vuelo con destino a Ibiza, coincidieron con Amelia Bono, exmujer de Manuel Martos, el hijo menor de Raphael. La empresaria e influencer, que mantiene una excelente relación con su exsuegro, fue preguntada por la prensa sobre este curioso reencuentro. “Sí, bueno, los veo mucho”, dijo con naturalidad, añadiendo que no fue una coincidencia fortuita: “Ya sabíamos que íbamos en el mismo vuelo”.
Minutos después, era el propio Raphael quien también respondía ante los micrófonos, confirmando el buen vínculo que existe entre ellos. “Es una más de la familia, claro”, expresó con claridad y afecto. Unas palabras que reflejan el respeto mutuo que prevalece incluso tras la separación entre Amelia y Manuel.
Una estancia en familia y sin fecha para volver a los escenarios
Aunque todavía no hay una confirmación oficial sobre su regreso a los escenarios, Raphael se muestra optimista. “Cuando se pueda y se deba”, afirmaba con determinación sobre la posibilidad de retomar su carrera musical. Mientras tanto, sigue volcado en su recuperación, acudiendo al logopeda de forma regular para fortalecer su salud vocal. En este tiempo de reposo, la música y su familia siguen siendo el motor de su día a día. Su esposa, con la que comparte más de cinco décadas de vida, ha sido su mayor apoyo en esta etapa tan delicada, al igual que sus hijos y nietos.
Amelia Bono, por su parte, también ha iniciado su escapada de Semana Santa en la isla pitiusa. Radiante, compartía con sus seguidores una imagen en la que se la veía disfrutar del paisaje ibicenco con una sola frase: “La Isla Bonita”. Y es que estos días de descanso también suponen un respiro en su intensa rutina como madre de cuatro hijos, con quienes mantiene un reparto equilibrado del tiempo con su exmarido. “Los niños se van unos días con Manu, otros días conmigo y otros días juntos”, explicaba recientemente.