A lo largo de estos años hemos sido testigos de todo tipo de situaciones en Supervivientes. Edición tras edición los concursantes han conseguido dejarnos sin palabras y esta vez no iba a ser menos. Todo ha sucedido con la eliminación de esta semana que, lejos de producirse entre lágrimas de tristeza y desconsuelo, ha sido entre risas y dando saltos de alegría.
Tras la salvación de Montoya, todo quedaba entre Anita, Koldo y Gala, que este jueves se enfrentaron a la expulsión. El programa conectó con Laura Madrueño, que se encontraba intentando hacer frente al temporal desde la estructura de madera donde tuvo lugar la ceremonia de salvación. Sin embargo, algo pasaba con Gala.
La presentadora le pedía que se levantara para colocarse como sus compañeros, pero ella aseguraba que no podía. Llorando y tiritando de frío, aseguraba que las piernas no le estaban respondiendo. "No puedo. Me tiemblan mucho", decía sentándose. "Estoy perdiendo el equilibrio, no puedo ponerme de pie. Lo siento", repetía. Inmediatamente, Laura le informó de que era la primera en seguir nominada, así que podía tirarse al mar y ponerse a refugio. Finalmente, la primera en saber que seguía en Honduras una semana más era Anita Williams, que lo celebró por todo lo alto.
Ya con todos en la palapa, Jorge Javier Vázquez les preguntó quiénes querían que fuera el expulsado de la noche y, por unanimidad, todos eligieron a Gala. Y es que sus compañeros son conscientes de lo mal que lo ha pasado durante estas últimas semanas y las ganas que tenía de irse.
Entonces, el presentador dio paso a los alegatos, aunque esta semana hubo un cambio y es que ni Gala ni Koldo se defendieron ellos mismos, sino que tuvieron que elegir a una persona para que lo hiciera. El vasco se decantó por Borja González, que dijo: "Es un tío que tiene más energía que nosotros seis con su edad. Nos da cariño, nos da abrazos... queda Koldo para rato", mientras que ella eligió a su gran amigo Pelayo. El influencer y estilista confesó que desde hace días Gala no era la misma y que consideraba que su paso por los Cayos Cochinos debía llegar a su fin.
Y dicho y hecho, porque la concursante vio cumplido su deseo. Gala Caldirola fue la expulsada y al escuchar su nombre no pudo evitar ponerse a llorar de felicidad y celebrarlo abrazándose al resto del grupo. Su reacción resultó de lo más sorprendente, ya que normalmente los robinsones lloran... pero de tristeza por tener que abandonar la isla.
"¡Venga, campeona! Han sido unos días supercomplicados... Has tenido una semana muy dura, además con el temporal... pero, cuéntanos, porque te veo como compungida", le decía Laura Madrueño.
"¿Sabes qué pasa? Que soy una persona muy autoexigente y no quería tener que llegar a renunciar, y estaba llegando a mi límite. Y estaba diciendo 'por favor, me quiero ir, es mi hora, necesito irme, pero quiero irme de buena forma, no quiero renunciar'. Pero estaba ya en mi límite. De verdad, estoy demasiado agradecida con la oportunidad de haber vivido esto", comenzaba diciendo.
"Ha sido increíble... en lo bueno y en lo malo, inolvidable. He conocido gente maravillosa, me llevo amigos, me llevo una experiencia increíble... pero yo sentía que mi ciclo era hasta hoy. No podía ni un día más con esto. ¡Creo que soy la única persona que es eliminada y se pone contenta! De verdad... qué duro, han sido unos días durísimos", confesó emocionada.
"Bueno, pero por lo menos me llevo un recuerdo. Tengo unas ganas de llegar para contarle a todo el mundo lo que he vivido aquí, porque yo jamás imaginé que esto iba a ser tan grande. Esto no es grande, esto es gigante. No tengo palabras para describirlo", dijo antes de abandonar la palapa dando saltos de alegría.
Sus compañeros se alegraron mucho por ella, aunque les dejaba un gran vacío, tal y como confesó Montoya. Especialmente afectado se quedó Pelayo Díaz, que entre lágrimas confesó: "Sé que es lo que quería, así que estoy contento. Es emoción porque se va un gran apoyo y una persona que me enseñó muchísimo. Y bueno... creo que esta experiencia nos ha sorprendido a todos y al final tienes afinidad con gente que no te esperabas".
"Gala fue la primera persona con la que discutí fuerte en esta isla, y se va... Somos casi hermanos, ya lo hemos dicho. Pero estoy feliz y estoy deseando verla en Madrid", contó recordando cómo fueron sus primeras impresiones.
Sin embargo, lo que no sabía Gala es que su aventura en Honduras no había terminado. Tras conocer la decisión de la audiencia y sentirse increíblemente aliviada, la modelo llegó a su nuevo destino: 'Playa Misterio', donde le esperaban Manuel, Makoke y Nieves Bolós. Al verles, se quedó totalmente en shock, seguramente porque pensaba que su paso por la isla había llegado a su fin y podría volver a casa.
Sus compañeras corrieron a abrazarla y ella seguía sin poder creérselo. Ahora habrá que ver cómo lleva la supervivencia estos días, ya que ha demostrado que no podía más con esto debido a las dolencias físicas, mareos y un estado anímico muy bajo.