Supervivientes es uno de los concursos más extremos de la televisión y las condiciones en las que tienen que vivir sus participantes les hacen llegar al límite y estallar. Además del hambre, como es habitual, las inclemencias meteorológicas están azotando muy fuerte en esta edición, y es que en tan solo un mes de concurso ya han enfrentado tres temporales. Durante el primero, fueron evacuados por seguridad pero en el segundo les tocó aguantar a la intemperie, y por si fuera poco, ha llegado un tercero mucho peor que el anterior. Makoke, Manuel y Nieves, náufragos en Playa Misterio, están viviendo un infierno en los Cayos Cochinos y así lo han hecho saber.
Una auténtica pesadilla tropical
Viento huracanado y lluvias torrenciales con ellos intentando mantener sus pocas pertenencias secas, a lo que se le suma estar sin fuego y sin comida. La mala suerte parece haberse ensañado con los tres habitantes de Playa Misterio, y es que, tras lograr encender el fuego, lo perdieron en tiempo récord, y por si esto no fuera suficiente, la pesca ha sido un desastre debido al fuerte oleaje y al viento que no da tregua. La situación es tan crítica que su 'despensa' se reduce a una pequeña lata de arroz para toda la semana.
Los concursantes le plantan cara al programa
Manuel González, Makoke y Nieves Fit tuvieron que trasladarse hasta la Palapa para poder realizar la prueba de recompensa debido a la imposibilidad de realizarla en su playa. "Estamos empapados, es horrible, está todo mojado", se lamentaba la exmujer de Kiko Matamoros. La prueba consistía en sostener en alto una barra de madera de la que colgaban unos sacos.
Laura Madrueño se disponía a dar comienzo al juego, que tenía como recompensa unas cerillas, algo que no gustó nada a los concursantes que no dudaron en mostrar su descontento. "No tenemos comida ninguna. Un puñado de arroz y algo de coco. Estamos muy débiles. Y, la verdad, me da igual comer arroz duro, pero comer", expresaba Manuel, seguido de Makoke: "¡Queremos comida! No tenemos ni una lata y no podemos salir a pescar con esta tormenta horrible", se quejaba asegurando que no tenían nada que llevarse a la boca. También criticó la ironía de que pudiesen ganar unas cerillas cuando no tenían nada que cocinar con el fuego. "Bueno, es un elemento también imprescindible para que se seque la ropa, os podáis calentar y dormir con algo de calor", respondía la presentadora.
La organización del programa, obligada a intervenir
Los tres desterrados continuaron insistiendo en la importancia de poder probar bocado y sus súplicas surtieron efecto enseguida. "Me está comunicando Poseidón, que por la situación límite y extrema que estamos viviendo, además del fuego, os vais a poder llevar tres latas a vuestra isla. Pero tendréis que darlo todo en este juego", decía Laura Madrueño. Finalmente, los concursantes superaron la prueba y se hicieron con las cerillas y las latas. ¿Lograrán con esto subsistir a las pésimas condiciones de Playa Misterio?