La expulsión definitiva de Ángela Ponce de Supervivientes dejó totalmente desconsolados a sus compañeros, sobre todo a Nieves y Manuel, que no podían parar de llorar mientras se despedían de ella. Aunque la modelo estaba muy ilusionada con su aventura en Honduras y quería seguir demostrando su valía, ha tenido que decir adiós al programa y en las próximas horas pondrán rumbo a España.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Sin embargo, antes de marcharse cumplió con el ritual de los expulsados: mirarse en el espejo para ver su cambio físico. Ángela pudo ver cómo se ha transformado su cuerpo en estas semanas en Supervivientes y lo cierto es que se quedó sin palabras. "¡Mis piernas! Ay, Dios. ¡Madre mía! La cinturita...", comenzaba diciendo. "La cintura esta no la tenía ni para Miss Universo", confesó.
"Estoy flipando pero, sobre todo, flipando con mi cara. Superchupada, el pómulo... Me veo muy guapa de ojos, pero muy consumida", decía mirándose fijamente en el espejo. La modelo no daba crédito a verse mucho más delgada y repetía: "¡Madre mía, estoy flipando!".
Sus piernas, llenas de picaduras, también le dieron mucha impresión. "Es lo que más me flipa", aseguraba Ángela Ponce, que saltó a la fama por haber sido la primera mujer transgénero en obtener el título de Miss Universo España en 2018. "Tengo las piernas llenas de picaduras, rozaduras, moratones...", decía viendo al detalle su cuerpo.
Tras su revelación frente al espejo, la modelo y activista pudo disfrutar de una maravillosa ducha de agua dulce. "¡Qué fuerte! Uf... Ostras, agua sin arena... Llevó sin oler así un mes", aseguraba mientras se lavaba el pelo. "Buah, agua caliente. Creo que es la ducha que más he disfrutado en mi vida. Qué ganas tenía de sentirme limpia... Uno de los placeres de la vida es darse una ducha y no nos damos cuenta".
Después llegó el momento de sentarse a la mesa y comerse un banquete riquísimo compuesto por hamburguesa, perrito caliente, patatas fritas, pollo, fruta y varios dulces. "¡Qué bien huele! Madre mía, la mejor hamburguesa que me he comido nunca. He soñado con este momento todos y cada uno de los días dentro de la isla. Literalmente, por la noche cierras los ojos y piensas en comida, te levantas y piensas en comida, y el 99% de las conversaciones son sobre comida", reconocía.
Mientras disfrutaba cada bocado, Ángela contaba que compartiría esta comida "con Nieves porque ha sido mi hermana y desde el minuto cero hemos estado unidas". "Si pudiera, también la compartiría con Manuel", añadió. "Esto es un sueño", concluyó la miss.