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El matador de toros Rafael de Julia ha tomado la difícil decisión de dejar de torear por tiempo indefinido debido a su estado de salud. Un paréntesis obligado en su trayectoria, marcado por la esperanza de una pronta recuperación y el deseo intacto de volver a vestirse de luces.
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La tarde del domingo, el periodista taurino Zabala de la Serna adelantaba en El Mundo la difícil decisión tomada por el torero madrileño, de 45 años. Horas después, el propio diestro confirmaba la noticia a través del siguiente comunicado, que reproducimos íntegramente a continuación:
Comunicamos que el matador de toros Rafael de Julia deja de torear por tiempo indefinido como consecuencia de su estado de salud.
En las próximas semanas informaremos a toda la afición y seguidores de su evolución y estado clínico.
Han sido y siguen siendo innumerables las muestras de preocupación, cariño y apoyo recibidas tanto a él personalmente como a su apoderado y a su círculo más cercano. ¡Gracias!
Por último, manifestar que el torero sigue vivo, que su llama no se ha apagado y sigue soñando con volver a vestirse de luces, de volver a sentir.
Primeros síntomas
Las alarmas sobre el estado de salud de Rafael de Julia se encendieron el pasado 23 de marzo en Las Ventas, durante la corrida de Adolfo Martín, en la que quedó patente su notable fragilidad. El diestro recibió grandes críticas por su actuación y Miguel Abellán salió en su defensa diciendo: "Escucho y leo la tarde de Rafael de Julia en Las Ventas. Sin duda algo pasó que se nos escapa a todos salvo a él, pero si me gustaría que se le respetara por que es un torero con mayúsculas. Puede que cuando sepamos la verdad alguno se arrepienta de ser tan cruel con él".
Tras aquella tarde complicada, el torero tenía prevista su reaparición en la tradicional Corrida Goyesca del 2 de mayo dentro de la Feria de la Comunidad de Madrid, compartiendo cartel con Francisco José Espada y Diego García, ante toros de Baltasar Ibán y Luis Algarra.
Su vida familiar
El diestro, siempre muy discreto con su vida privada, está casado y es padre de una niña a la que adora. En una entrevista reciente, confesaba que su rutina diaria gira en torno a su familia y a su vocación taurina. "Las mañanas las ocupo ejerciendo como padre, llevo a mi hija al colegio y cuando allí la dejó tengo tiempo para hacer mi preparación física y luego por las tardes acudo a la escuela taurina de Madrid, en la que ejerzo como profesor desde hace diez años", contaba antes del festejo de la Copa Chenel.