Ir al contenido principalIr al cierre de página
Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida© Getty Images

Del chotis viral a su viaje de novios

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, en su primer aniversario de casados: analizamos por qué se convirtió en la boda del año 

A pocas semanas de convertirse en padres por primera vez, recordamos los mejores momentos de su enlace 


6 de abril de 2025 - 6:31 CEST

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo cumplen hoy un año de casados. Un primer aniversario que celebrarán felices y satisfechos por el gran cambio que ha dado su vida desde que entonaron el “sí, quiero” en el altar de la madrileña iglesia de San Francisco de Borja (popularmente conocida como los Jesuitas de Serrano) ante alrededor de 500 invitados en la que fue apodada “la boda del año”. 

En estos últimos 365 días, además de irse de viaje de novios a Maldivas y Bután, han sentado las bases de su familia con el embarazo de Teresa y se han mudado a una casa nueva en la que verla crecer con tantos hijos como Dios les de. 

Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida© Getty Images
Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida el día de su boda

Aquella boda fue sin duda el evento más importante de la temporada. Unía dos mundos –el político y el aristocrático– que cada día protagonizan la actualidad, por lo que la expectación era máxima. El equipo de protocolo y comunicación del alcalde, en coordinación con la wedding planner encargada de dar forma a la boda, Eva Iglesias de Bodas Colorín tuvieron incluso que instalar unas gradas para que los fotógrafos de los más de 50 medios desplegados pudieran desarrollar bien su trabajo. 

Una curiosidad más de las muchas que marcaron esta jornada para el recuerdo y de la que desde ¡HOLA! seguimos pormenorizadamente como no podía ser menos. 

Media Image© Getty Images

1. “Ni precipitarse ni resignarse”

Esta frase marcó la vida romántica de uno de los solteros de oro de la ciudad durante los últimos años. A José Luis Martínez-Almeida no le faltaban pretendientas buscadas semana sí y semana también por la prensa. Que si Tamara Falcó era perfecta para él, que si la líder de las Juventudes del Partido Popular, Bea Fanjul… Nadie imaginaba que en la más estricta intimidad se estaba fraguando un amor que pronto les llevó al altar. Teresa Urquijo, una joven abogada descendiente de dos grandes familias de alta sociedad española, los Urquijo y los Borbón-Dos Sicilias, fue finalmente la elegida. Ni precipitadamente ni con resignación sino con la firmeza y la determinación que te da el saber que estás en el camino adecuado. Un camino al que según su sobrino llegó por intercesión divina de su madre, fallecida en 2019. 

2. Los nervios del novio

Tan decidido estaba, que Almeida se presentó en la puerta de la iglesia, para sorpresa de todos los presentes, 40 minutos antes de la hora prevista.“No he dormido esta noche de los nervios”, confesaba nada más llegar a los medios que allí nos encontrábamos y entre los que buscaba caras amigas que le aportaran un poco de sosiego. Entre risas nos confesó haber ensayado la noche de antes el paseíllo que más tarde haría del brazo de su hermana Casilda. 

El rey Juan Carlos con José Luis Martínez-Almeida a la entrada de la Iglesia© Gtresonline
El rey Juan Carlos con José Luis Martínez-Almeida a la entrada de la Iglesia

3. La madrina perfecta

Tras el fallecimiento de sus padres hace años y siempre muy unido a sus hermanos –Almeida es el menor de todos–, el alcalde no dudó en quién le acompañaría al altar. Fue su hermana mayor, Casilda, la designada para ejercer como tal en el día más especial (y esperado) de su vida. Lo ejerció con entrega y luciendo un fabuloso vestido rojo y largo hecho a medida por Navascués, la misma firma que transformó el vestido de la novia. Posó sonriente a su llegada y atendió a los medios, acompañó a su hermano a recibir a los invitados, entró y salió varias veces de la iglesia guiando a los presentes a sus asientos y hasta charló animadamente con las señoras que esperaban arremolinadas tras las vallas instaladas ver la llegada de los protagonistas. La madrina perfecta. 

Casilda Martínez-Almeida, que se convirtió en la madrina perfecta© GTRES
Casilda Martínez-Almeida, que se convirtió en la madrina perfecta

4. Invitados VIP

El nivel de los invitados así lo requería. Durante más de una hora, el goteo de personalidades del mundo de la política, la empresa, el deporte y, por supuesto, de la aristocracia y la Casa Real fue incesante. 

Por parte de la novia, no faltaron archiduques, el Rey emérito, las Infantas –testigos desde el primer banco de la iglesia–, Victoria Federica, Froilán (que viajó desde Abu Dabi como su abuelo), Juan Valentín Urdangarin, el duque de Calabria (tío de la novia) y los duques de Huéscar entre otros. Todos ellos familiares de Teresa Urquijo. Doña Sofía se unió más tarde, durante la fiesta celebrada posteriormente en la finca de la abuela materna de la novia, el Canto de la Cruz. 

Imagen tomada el pasado abril en Madrid durante la boda de Teresa Urquijo y José Luis Mártinez Almeida© GTRES
Imagen tomada el pasado abril en Madrid durante la boda de Teresa Urquijo y José Luis Mártinez Almeida

Por la del alcalde, la plana mayor del Partido Popular actual y pretérita. No faltaron Esperanza Aguirre, José María Aznar y Ana Botella, Isabel Díaz Ayuso –a la que terminaron de coser el vestido esa misma mañana– o Alberto Núñez Feijóo entre otros muchos invitados. 

Una de las protagonistas de los primeros minutos del enlace fue Victoria López-Quesada, prima de la novia y además, la otra gran novia de ese año. Por petición expresa de Teresita, que no tiene hermanas (solo un hermano, novio de Irene Urdangarin), fue la encargada de ejercer de dama de honor durante el enlace.

La hija de Pedro López Quesada, íntimo amigo de don Felipe desde su juventud (él es su padrino), ayudó a la novia a salir del coche y colocarle el velo con cariño y emoción. 

Sobre estas líneas, Teresa de Borbón-Dos Sicilias y su marido, Íñigo Moreno de Arteaga, abuelos maternos de la novia.© GTRES
Sobre estas líneas, Teresa de Borbón-Dos Sicilias y su marido, Íñigo Moreno de Arteaga, abuelos maternos de la novia.

5. La novia, con el vestido de su madre y su abuela

Fue uno de los temas más comentados, con diferencia, de las jornadas previas a la boda. ¿Cómo sería el vestido con el que se casaría Teresa Urquijo? Sabíamos que era su deseo cumplir con la tradición familiar y llevar en su gran día el imponente vestido de novia que primero llevó su abuela Teresa de Borbón-Dos Sicilias y posteriormente su madre, Beatriz Moreno Borbón-Dos Sicilias. Eso sí, modificado. 

La novia confió en las expertas manos del alma creativa de Navascués, Cristina Martínez Pardo, y todo su equipo, para adaptar este diseño cuya principal peculiaridad era la tela de lamé plateado con el que fue confeccionado y que le confería una luminosidad a juego con la que tenía en los ojos y la sonrisa. 

Teresa Urquijo a su llegada, del brazo de su padre y padrino© Getty Images
Teresa Urquijo a su llegada, del brazo de su padre y padrino. Al igual que su madre y su abuela, la novia llevó una larga cola de casi tres metros, independiente y realizada en gazar y garza de seda natural bordada en hilo plata, y un velo de tul de seda.

6. Las joyas de la novia

Sin tiara familiar disponible –fue subastada hace años–, Teresa escogió como joyas para su boda unos pendientes de familia de brillantes que favorecían sus facciones gracias a su forma alargada. Piezas que combinó con el espectacular anillo de pedida que por primera vez veíamos a las puertas de la iglesia: un solitario de imponente tamaño rodeado de brillantes que no dejó a nadie indiferente.

7. La emotiva petición

Durante la ceremonia, muchos fueron los momentos cargados de emoción. De las lágrimas del alcalde viendo a su prometida caminar por el pasillo del brazo de su padre, Lucas Urquijo, a la petición con la que recordaron a los que ya no estaban, entre ellos, los padres del novio, fallecidos hace años. 

“Por Rafael y Ángela para que desde el cielo guíen y protejan a sus hijos Teresa y José Luis en su matrimonio, y asimismo por todos los familiares, especialmente por Jaime, Juan, José, Alfonso, Fernando y Gonzalo, que ya no están con nosotros para que gocen de la vida eterna junto a Dios nuestro Señor. Roguemos al Señor”. 

8. Mucho Madrid

Siendo la boda del alcalde de Madrid, su ciudad fue otra de las protagonistas del enlace. Cambió el vals por un chotis que rápidamente se hizo viral, del menú se encargó Lhardy, historia viva de la gastronomía madrileña, llevó con orgullo y bien visible el escudo de la ciudad en el emblema reservado para los ediles en la solapa del chaqué  y todas las mesas, en lugar de números, fueron designadas con lugares emblemáticos de la capital.

almeida teresa© Foto: martinez_almeida_ / Vídeo: Europa Press

9. El menú

El menú fue tan clásico como cabría esperar. Los 500 invitados a la boda, tras disfrutar de un suculento cóctel, se sentaron a comer un menú compuesto por tres pases: salpicón de bogavante "desde 1911", como entrante; solomillo de wagyu a baja temperatura, de plato principal y milhojas de crema con fresas confitadas y brownie con crema de yogur y helado de vainilla, de postre, todo ello, maridado con vinos de Marqués de Riscal, cuyo propietario estaba entre los invitados, Marqués de Murrieta y champán Laurent-Perrier para alzar las copas por los novios.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.