Las cocinas de MasterChef se han abierto una vez más para dar la bienvenida a una nueva entrega de este concurso que se presenta como una batalla gastronómica entre generaciones. Samantha Vallejo-Nágera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez vuelven a ejercer de jueces en esta 13ª edición que ha arrancado con un reto que ha definido el devenir del programa. Y es que en el estreno se ha celebrado la última fase de selección, en la que 40 concursantes que han llegado al plató con sus familiares y amigos se han enfrentado al reto de elaborar un plato en 40 minutos con el objetivo de conquistar al jurado, que tiene muy claro lo que los aspirantes tienen que tener para lograr el ansiado delantal blanco con el que todo comienza: amor y pasión por la cocina.
Detrás de cada concursante no solo está el sueño de formar parte de la gran familia de MasterChef, sino también historias personales inspiradoras e impactantes. Es el caso de Elena, que ha dejado sin palabras a los jueces mientras escuchaban su testimonio y los detalles de cómo volvió a nacer en 2012. "Bajando de un avión, se me para el corazón. Tuve una muerte súbita, estuve 7 minutos con el corazón parado. Estuve un mes en el hospital", ha comenzado a relatar. Esa situación la obligó a reinventarse y para lograrlo se trasladó con su segundo marido a Andorra, donde trabaja como administrativa.
Emocionante ha sido la historia del primer confirmado, Hurri, que forma parte del Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional. "Soy GEO, pero mi mujer es una GEA. MasterChef va a ser la puerta de cumplir el sueño de mi familia. Nos encantaría tener algo que pudiéramos gestionar nosotros a nuestro gusto, atender a un número de personas reducido de 20 o 25 personas, tener un restaurante pequeñito con un hotel rural.... Es el punto de inflexión porque mi hija cada vez que me voy ya es consciente de a lo que me voy, que sea ella la que sufra las consecuencias de que a mí en una intervención me pase algo, no es plato de buen gusto", ha explicado.
Hurri ha protagonizado un momento muy emotivo porque durante la valoración de los jueces ha estado acompañado por su mujer y su hija Alicia, una niña espontánea y muy simpática que ha tenido una importante misión: ponerle a su padre el delantal blanco que lo acredita como concursante oficial de una edición que promete estar llena de sorpresas, emociones, humor y unos aspirantes con muchas ganas de esforzarse.
Entrañable ha sido la entrada en plató de la madre y tres de los hermanos de Ariana, influencer que sabe el gran esfuerzo que supone ser concursante porque participó en MasterChef Junior de Estados Unidos cuando tenía 12 años y lo recuerda como una experiencia "superguay y lo pasé increíble".
El ganador de esta edición de MasterChef se llevará un premio de 100.000 euros, el trofeo del programa, la posibilidad de publicar su libro de recetas y tener su nombre grabado en la ensaladera de plata del programa. También seguirá aprendiendo técnicas culinarias con un Máster en Cocina, Técnica y Producto.
La solidaridad como eje de la edición
El compromiso y la solidaridad son los ejes de la nueva edición de MasterChef. A lo largo de las semanas, el programa incluirá pruebas en homenaje a las víctimas y afectados de la Dana, una jornada de cocina solidaria en favor del Comedor Social de Cáritas en Plasencia y una colaboración con la escuela de hostelería Semillas para personas en riesgo de exclusión social, un proyecto del chef ganador de MasterChef 3, Carlos Maldonado. También se organizará un evento para fomentar la adopción de animales con protectoras.