Rosario Matew ha vivido su noche más difícil en Supervivientes. Entre lágrimas y visiblemente superada por la situación, la concursante ha puesto fin a su aventura en Honduras con una emotiva despedida que ha conmovido a sus compañeros… y a la audiencia.
"Yo misma me sorprendo también. Es algo que no me esperaba. En ningún momento contemplaba esta opción, pero me he visto sobrepasada. Esta experiencia es... lo que te cuenten se queda corto. Hay que vivirlo para entenderlo. Yo tengo un colapso... por eso necesitaba escuchar ya una voz familiar", dijo al comienzo del programa.
Minutos más tarde, en una nueva conexión, la influencer añadió: "Admiro muchísimo a todos los compañeros que se han enfrentado a esto, es algo muy duro. Y me admiro a mí, por lo que he hecho y conseguido. Sé cómo me siento. A veces nos quedamos por el qué dirán, pero siento que tengo escuchar a mi instinto, así que vuelvo a casa, abandono la aventura".
Muy emocionada, Rosario aseguró que “una retirada a tiempo es una victoria” y está convencida de que ha tomado la decisión correcta. “Mi instinto me dice que, si sigo aquí, este recuerdo podría convertirse en algo muy feo. Es una herida que no se ve, pero que necesito curar en casa. Sé que mucha gente está decepcionada, pero ahora mismo necesito pensar en mí”, confesó con honestidad.
Cuando Sandra Barneda le preguntó desde plató qué le ocurría exactamente, la influencer respondió con total sinceridad: había llegado al límite mentalmente. “Tengo una sensación de ahogo y asfixia constante, como si mi cabeza no estuviera procesando bien todo esto. Me siento completamente atada”, explicó visiblemente afectada.
No es la primera vez que Rosario atraviesa un momento así. Hace dos años, su salud mental se vio gravemente afectada y pasó por una etapa especialmente delicada. “Viví un periodo muy duro, con muchísima ansiedad, que me limitó por completo. Perdí oportunidades laborales y dejé de salir de casa. Lo pasé realmente mal, y cada vez que siento algo parecido a aquello, mi cuerpo activa todas las alarmas. No puedo permitirme volver a pasar por lo mismo”, expresó.
Antes de poner rumbo a casa, completamente rota, la influencer escuchó las voces de sus familiares y la de su pareja, Stiven, lo que terminó de quebrarla emocionalmente.