Una enorme fortaleza demostró José María Manzanares el pasado 16 de marzo en la Monumental de Valencia, cuando sufrió una cornada del primer toro y aún así continuó con la faena, completamente entregado a su profesión y al público, que siempre le ha mostrado una profunda admiración y respeto. Cuando abandonó el albero en esta Feria de Fallas pasó por enfermería y vieron que la lesión sufrida en el muslo derecho tenía mayor alcance de lo esperado, una situación que lo obligó a pasar por el quirófano. Dos semanas después, en plena convalecencia, el diestro ha emitido un importante comunicado que tiene que ver con su futuro.
"El maestro José María Manzanares continúa recuperándose de la cornada sufrida en Valencia. Lamentablemente, no podrá estar presente en sus próximos compromisos. Gracias a todos por los mensajes de cariño y apoyo que estamos recibiendo", se puede leer en el mensaje. Por lo tanto, quedan cancelados sus próximos compromisos profesionales. Los más inmediatos iban a desarrollarse este viernes 28 de marzo en Castellón, el sábado 29 en Almendralejo (Badajoz) y el domingo 30 en Chinchón.
El diestro alicantino, que fue operado en la Clínica La Salud por los doctores Cristóbal Zaragoza y López Quiles, quienes le practicaron una hernioplastia con prótesis mallada, sigue volcado en su recuperación. Esta cornada ha sido un duro revés tras los problemas lumbares y cervicales que ha tenido en los últimos años. Pero Manzanares, que lleva más de dos décadas como torero, siempre ha superado todos los obstáculos. De hecho, hace solo unos meses aseguraba sentirse "muy en paz y tranquilo, con una visión y un sentido mucho más maduro que el de muchos años atrás”.
Para José María Manzanares, su gran apoyo es la familia. De hecho, después de cada corrida la primera persona a la que llama es su mujer, Rocío Escalona, con la que comparte su vida desde la adolescencia. Son padres de tres hijos llamados Julieta, José María y Gabriela, a los que educan para que sean ellos mismos los que decidan hacia dónde encaminar su futuro, independientemente de si deciden seguir la estirpe taurina o formar parte de otro sector. "Que sean lo que decidan. Lo aprendí de mi madre, nunca les voy a imponer nada, si ellos son felices, yo soy feliz", decía en Vanity Fair el diestro, quien siempre encontró apoyo en sus padres.