Pablo Alborán visitó El Hormiguero para presentar su nueva canción, Clickbait, un tema que aborda temas como las fake news, la obsesión por los likes y la superficialidad en las redes sociales. Sin embargo, más allá de su faceta artística, el cantante malagueño sorprendió al abrir su corazón y compartir un episodio muy personal que hasta entonces había mantenido en la intimidad.
A pesar de su conocida discreción, Pablo Alborán hizo una excepción durante su entrevista con Pablo Motos para desvelar el verdadero motivo que lo llevó a hacer una pausa en su carrera hace justo un año. No fue solo una necesidad creativa, sino una decisión profundamente personal: quería estar al lado de un familiar muy cercano que atravesaba un durísimo proceso médico.
"Hemos pasado por un proceso de quimioterapia, inmunosupresión, trasplante de médula... Ha sido un camino muy largo, un infierno", confesó visiblemente emocionado. "Pero también hemos vivido la sanación, la curación y el milagro de la ciencia. Me he pensado mucho cómo contar esto, pero las noticias buenas tienen que empezar a hacer más ruido que las malas", añadió.
Según explicó, esta experiencia lo transformó por completo. Por eso decidió compartirla públicamente, como un homenaje a la medicina y al valor de estar presente para quienes atraviesan momentos de verdadera dificultad.
"Donad médula, que salva vidas. Tengo la obligación moral de decirlo, gracias", expresó con emoción, subrayando que este gesto, completamente altruista, fue clave para darle una segunda oportunidad a su ser querido. "Hemos vuelto a creer en el ser humano", dijo con una sonrisa, reivindicando la necesidad de dar más voz a las historias que inspiran esperanza.
Pablo Motos le preguntó cómo vivió aquel mes en el que estuvo volcado en el cuidado de su familiar, sabiendo que el pronóstico era muy desfavorable. “Uno pone el automático, las ganas de superar el proceso son importantísimas. Doy gracias al hospital por estar al pie del cañón, devolvernos la esperanza y dejarnos creer que las cosas buenas también suceden”, reconoció.
El artista confesó que para su ser querido fue un auténtico “infierno”, aunque afrontó la situación con una entereza admirable, donde incluso el humor jugó un papel clave. "Yo soy una persona a la que le gusta mucho la risa, me gusta que la otra persona esté bien y me gusta estar bien, no me gusta encerrarme... busco la luz, no las sombras, y la persona con la que he estado también. Ha sido una lección de vida y para toda mi vida. No lo voy a olvidar jamás, ni mi familia ni esta persona tampoco. Superar algo así te cambia la vida, te cambia el concepto de todo", afirmó conmovido.
Por último, el cantante expresó su agradecimiento a los profesionales de la planta 7 del hospital de Valencia, donde su familiar recibió tratamiento. "Están pendientes de ti en unas condiciones que no están reguladas. Trabajan 24 horas al día, y, a pesar de todo, te sonríen. Tengo la obligación de decirlo por todas esas personas que hacen posible que estés bien", comentó con gratitud. Alborán también compartió la emoción del día en que su ser querido recibió el alta. "Nunca olvidaré la cara de la médico que vino a decirnos la noticia. La sensación fue mágica, escuchar que se iba a ir a casa", recordó, visiblemente emocionado.