Enérgica y rebosante de confianza, Twiggy domina el estudio con naturalidad mientras posa con diseños de lujo para nuestra exclusiva sesión de fotos. Han pasado casi seis décadas desde que aquella joven de 16 años, con ojos saltones, rasgos élficos y figura de gacela, se hiciera famosa de la noche a la mañana y, a sus 75 años, sigue siendo uno de los iconos de la moda más famosos del mundo. Así queda de manifiesto en el documental biográfico, dirigido por la cineasta y actriz Sadie Frost, que acaba de presentarse.
Su hija, Carly Wiggins, la acompaña en la sesión y su unión es palpable. Madre e hija se ríen constantemente mientras posan juntas. "Creo que es mi mejor amiga", dice Twiggy de Carly, de 46 años, que es ilustradora. Mientras alisa el pelo de su madre antes de que el fotógrafo tome una instantánea, Carly añade: "Estamos muy unidas. La quiero mucho. Es una abuela maravillosa y los niños la adoran", señala refiriéndose a sus dos hijos, Joni, de nueve años, y Theo, de cinco.
Nacida con el nombre de Lesley Hornby, la vida de Twiggy dio un cambio radical cuando una foto suya —tomada después de cortarse el pelo y teñirse de rubio— llamó la atención de un astuto editor de moda, que le dedicó un artículo llamándola "el rostro del 66". De un día para otro, se transformó en Twiggy, apodo que se ganó por su esbelta figura.
El documental aborda su fama repentina y su incursión en el mundo de la interpretación, debutando, en 1971, en El amigo íntimo, de Ken Russell, por la que ganó dos Globos de Oro. "Nunca planeé que pasara eso. Estaba tan sorprendida como todo el mundo", nos dice Twiggy, que también protagonizó Club Paradise, con Robin Williams, y Madame Sousatzka, con Shirley MacLaine. Por el camino conoció a Fred Astaire, Noel Coward, David Bowie... Y tuvo un desafortunado encuentro con Woody Allen, que fue muy condescendiente cuando, al entrevistarla cuando ella tenía 17 años, intentó pillarla al preguntarle por sus filósofos favoritos.
"Eran otros tiempos", comenta la modelo al respecto. "Creo que tuve mucha suerte porque mi padre me dio permiso para dejar la escuela y dedicarme a la moda. Pero me dijo: 'Solo te dejaré hacerlo si siempre te acompañan tu madre, Justin de Villeneuve (que era mi representante) o yo'. Así que siempre iba acompañada". Hoy, Twiggy no se hubiera callado: "Algo que me encanta de tener 70 años es que ya no me pone tan nerviosa como antes decir 'no' a alguien. No soporto a los tontos. Siempre digo lo que pienso, porque he aprendido que es mejor hacerlo".
"Sé un poco más valiente —comenta que le diría a la joven Twiggy—. En realidad, fui bastante valiente. Cuando miro atrás y cuando me veo en el documental creo que fui bastante valiente. Pero recuerdo que me ponía muy nerviosa y creo que si tuviera que dar un consejo a otros jóvenes, sería: 'Atrévete, y si realmente quieres hacer algo, hazlo, aunque creas que no puedes'". En este sentido, Twiggy recuerda que "no creía que pudiera hacer muchas cosas: no creía que pudiera ir a Broadway y cantar y bailar ante 2.000 personas cada noche. Pero lo hice. Y fue maravilloso, una experiencia increíble".
El documental también aborda algunos de los momentos más duros de la vida de Twiggy, como la muerte de Michael Witney, su primer marido y padre de Carly. Falleció de un ataque al corazón tras sufrir un colapso mientras celebraba el cumpleaños de su hija, cuando esta solo tenía cinco años. "Siempre venía conmigo a cualquier parte del mundo, porque después de la muerte de su padre, que fue un momento horrible de nuestras vidas, me volví muy protectora con ella", apunta la modelo.
Cuando le preguntamos a Twiggy qué lujos de la vida disfruta más, señala sin dudar: "Simplemente, pasar el rato con mis nietos. Son la alegría de mi vida", confiesa, antes de agregar: "Una de las cosas que más me gusta hacer es recoger a los niños del colegio. Me encanta cuando salen todos, porque me transporta a cuando Carly era pequeña".
Una dama con los pies en la tierra
Nacida en el norte de Londres, en 2019 Twiggy fue nombrada Dama de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la moda, las artes y la caridad. A pesar de todo lo que ha vivido, su hija destaca de ella que "tiene los pies en la tierra. Está muy agradecida por las cosas y no le afecta la fama, cosa rara en este sector. Es muy cariñosa y paciente, y he aprendido mucho de ella".
Mientras posa con un traje sastre masculino, desprende un aura que demuestra su prolífica experiencia ante la cámara. "En los años sesenta, solía ir a un sastre maravilloso llamado Tommy Nutter, que me hacía trajes de chico", comenta Twiggy, una de las primeras mujeres en encargar sus trajes en Savile Row, mientras se levanta con destreza el cuello de la chaqueta. "Tengo trajes de todas las formas y colores". Y el secreto de su aspecto juvenil lo atribuye a que camina 'mucho' y practica pilates una vez a la semana. Además, sigue trabajando, por ejemplo, en su pódcast semanal, Tea with Twiggy, que nació en 2020, durante el confinamiento. De hecho, el documental surgió después de que Sadie fuera invitada a su pódcast, en 2021. Sadie acababa de dirigir una película sobre Mary Quant y durante la entrevista le preguntaron quién sería su próximo protagonista. La respuesta la tenía delante.
Casada con el actor, director y escritor Leigh Lawson desde julio de 1988, Twiggy dice que el secreto de su feliz matrimonio es que se llevan 'muy bien' y que pactaron desde el principio que solo uno de los dos trabajaría fuera de casa. "Nos apoyamos mutuamente", dice de Leigh.
Por su parte, Twiggy acaba de empezar a grabar un disco con la cantautora británica Amy Wadge, tras invitarla también a su pódcast. "Me encanta grabar y trabajar con Amy, es un placer", afirma. Aunque todavía no puede hablar de sus próximos proyectos, le encantaría trabajar con Carly, que trabajó durante varios años como diseñadora de estampados para Stella McCartney, y ya han colaborado juntas en una colección de moda.
Y haga lo que haga, Twiggy está agradecida por sus experiencias. "Todas las cosas que he hecho en mi carrera no estaban planeadas y me quedé tan sorprendida como todo el mundo cuando me descubrieron, en 1966. Nunca he pensado en la edad y, probablemente, no me jubile. Elijo lo que hago, pero me anima hacer cosas nuevas".