Isabel Preysler ha vuelto. Tras casi cinco meses apartada del foco mediático, reaparecía la tarde del pasado domingo, junto a su hija Tamara y su yerno Íñigo Onieva a las puertas del Teatro Real. Apenas unos minutos después se estrenaba Mitridate, re di Ponto, una de las óperas más jóvenes de Mozart, y la empresaria no quiso perderse el espectáculo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Una aparición por sorpresa de lo más esperada por todos y que, ya de paso, ponía fin a tres polémicas que en las últimas semanas le habían estado rondando. Por un lado, su 'desaparición' durante, como decíamos, casi cinco meses. Acostumbrados a verla con cierta frecuencia en cenas, eventos y presentaciones relacionadas con el mundo del lujo, la moda, la belleza y el arte, su ausencia durante tantas semanas preocupó y copó titulares durante días.
La tarde del 29 de octubre del año pasado acudió a una entrega de premios celebrada en Madrid y desde entonces se había mantenido ajena a cualquier acto público. Volcada en su familia y amigos más cercanos, cuando llevaba 94 días alejada de los medios confesó a ¡HOLA!, haciendo gala de su sentido del humor habitual, que no había desaparecido "en absoluto": "He estado entrando y saliendo, disfrutando de cenas con amigos, yendo a todos lados, solo que sin prensa". Una pausa que ha alargado hasta esta semana y que ha disfrutado mucho.
El unfollow de la discordia
Otro aspecto al que ponía fin esta aparición era el que hacía referencia a sus acompañantes. Isabel no fue sola, sino, como decíamos, en compañía de su hija Tamara y de su marido, Íñigo, con quien hace unos días también se decía que la relación no atravesaba su mejor momento. De hecho, por error, Isabel dejó de seguir en redes sociales a su yerno. Un unfollow sin querer que se convirtió en polémica pero que, rápidamente, solucionaron. No obstante, con estas imágenes queda claro que su relación es tan buena como siempre.
Sin crisis entre los Griñón
Tampoco parece, a raíz de esta salida, que haya ningún atisbo de crisis en el matrimonio de los marqueses de Griñón, siempre en el punto de mira por lo mismo y que no hacen más que demostrar que su amor permanece firme a pesar de los comentarios que cíclicamente apuntan a problemas entre ellos. De hecho, durante toda esta salida, presumieron de gestos de cariño y complicidad, como lo hicieron hace unos días durante su escapada a México, donde Íñigo participó en un medio Ironman animado en todo momento por su mujer.