Terelu Campos se ha enfrentado a una de las tradiciones más temidas por los concursantes de Supervivientes: mirarse al espejo por primera vez tras abandonar la aventura. Después de 18 días de en los que ha sufrido como nunca, la colaboradora se ha encontrado con su nueva realidad. Aunque muchos espectadores en las redes sociales han comentado que su cambio físico es apenas perceptible, Terelu sí lo ha notado.
"Tengo un poco de color y picaduras por todos lados", comentó mientras se tocaba el pantalón, asegurando que antes le quedaba "ajustado", y se preguntaba "¿dónde está mi seña de identidad?", en referencia a su tripa.
Cuando el espejo reflejó por completo su cuerpo, la exconcursante de Supervivientes se recogió el pelo y, sorprendida, comentó: "Vaya pelo, parezco una loca. Soy una cerda... me he lavado la cabeza solo una vez en 17 días".
Luego, volvió a mirarse y añadió: "Bueno, mejor no verme el culo porque esto es para llorar. Este pellejo es para llorar. Y tengo la cara como más fina. ¡Ostas! Pues nada, un nuevo look, que nunca está de más. Ahora no voy a tener tanto miedo de que este verano me pillen los paparazzi, que me pillen como les de la gana".
Antes de poner rumbo a España, la colaboradora recibió una increíble sorpresa por parte del equipo. Conscientes del hambre que había pasado en la isla, le regalaron su comida favorita: unas deliciosas porras con chocolate, y Terelu exclamó: "Esto es gloria bendita, yo hubiera podido vivir aquí con solo un ColaCao al día".
Mientras disfrutaba del festín, se acordó de sus compañeros, sobre todo, de Anita y Ángela Ponce, con quienes ha forjado una gran amistad: "Si tuviese que compartirlo con alguien, creo que sería con Anita y Ángela. Todos se han portado bien conmigo, pero Ángela de una manera especial".
Por último, Terelu reveló con emoción lo primero que hará en cuanto pise Madrid: "Quiero tomarme el Cola Cao conmigo mismo, en mi mesa de la cocina y con el periódico". "¿Sabéis lo que os digo?", preguntó mirando a cámara. "Que voy a brindar por mí. Porque no sé ni cómo me he tirado del helicóptero y porque he sido capaz de venir. Y porque en el fondo agradezco a quien me dijo: '¿Serías capaz de ir a Supervivientes? Y yo dije: 'Sí, pero nunca como concursante, no quiero ser un lastre para nadie'".