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Victoria Matossian ha protagonizado este sábado una de las bodas más elegantes de lo que llevamos de temporada. Nieta de la princesa Tessa de Baviera -prima del rey Juan Carlos-, es la pequeña de los tres hijos de Miguel Matossian Osorio y Sonia Márquez de Baviera y, sin duda, heredera del estilo y la sofisticación que le vienen de cuna.
La joven modelo ha desfilado hacia el altar espectacular con un vestido hecho a medida por Jorge Vázquez, según confirman personas del entorno de los novios, y con joyas de su abuela, como no podía ser de otra manera. Así lo hizo su hermana Sol hace un año y ella ha superado las expectativas sin lugar a dudas.
En el altar de la iglesia de San Pedro Apóstol, en Fuente el Saz de Jarama , la esperaba feliz y emocionado su prometido, el también príncipe Cecil von Croy, de origen alemán y un reconocido empresario. De hecho, apareció como uno de los “30 under 30” hace unos años de la revista Forbes.
Vestido con un impecable chaqué, hace unos meses le pedía matrimonio a Victoria comprometiéndose a hacerla feliz el resto de su vida. Una promesa cumplida, como decíamos, que consagró este mismo sábado ante varios cientos de amigos y familiares venidos de diferentes partes de Europa, entre los que se encontraban rostros tan conocidos como los de Inés Ybarra y Mónica Anoz, entre otros.
Finalizada la ceremonia, sonrientes y de la mano, los novios abandonaron el templo en dirección a la finca Soto de Mozanaque, propiedad del primo de su padre, Ioannes Osorio, actual duque de Alburquerque. Allí, a pesar de la lluvia que asoló Madrid durante todo el fin de semana, celebraron una preciosa boda aprovechando los salones de la propiedad que preside esta finca cada día más solicitada para la celebración de bodas. Decorada con mimo por maestros floristas bajo la batuta de la wedding planner Gloria Zunzunegui (cuñada de otra prima de su padre, Carlota Osorio), todo salió según lo planeado y la fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada amenizada por música en directo y un espectáculo de luz y sonido.
El look de la novia
Como decíamos, la novia vistió un espectacular diseño hecho a medida por Jorge Vázquez. Compuesto por un vestido y una chaqueta tipo torera bordada, la falda con volantes le aportaba un toque romántico y atemporal que casaba a la perfección con la personalidad de la novia. Un fajín bordado a juego con la chaqueta remataba un look en el que a pesar de la sofisticación del vestido, las joyas eran las grandes protagonistas.
Cumpliendo la tradición familiar, la novia lució la diadema familiar compuesta por las seis flores de diamantes y esmeraldas que un día pertenecieron a Isabel II. “En 1904, la Reina María Cristina adquirió los siete broches florales a la testamentaria de su suegra y encargó a la joyería Ansorena una estructura de plata para fijarlas a modo diadema. Además, encargó varias piezas a juego para acompañarla: un par de pulseras, un collar, un broche y pendientes” nos explica David Rato, experto en joyas de la Casa Real y creador de la cuenta Spanish Royal Jewels.
“Este parure fue regalado por la Reina a su hija, la Infanta María Teresa, con motivo de su matrimonio con el Príncipe Fernando de Baviera, hijo de la Infanta Paz, en 1906 y desde entonces ha permanecido en la familia convirtiéndose en la diadema nupcial de la familia”. Tessa de Baviera la ha lucido en varias ocasiones, así como sus dos hijas, Sonia y Myrta Márquez y de Baviera, en sus respectivas bodas en 1992 y 1995 y sus dos nietas, Sol y ahora también Victoria, que la combinó, tal y como nos confirman desde el entorno de la novia, con unos pendientes también de diamantes y esmeraldas del joyero de su abuela.
Para la fiesta, Victoria, aunque mantuvo las joyas, transformó ligeramente el vestido retirando la chaqueta y dejando a la vista el escote y tirantes del diseño, de lo más favorecedores. Sin duda, una novia que se convertirá en fuente de inspiración para tantas otras que están buscando convertir sus sueños realidad en su gran día.
