El camino de la Reina Letizia hacia el reconocimiento ha sido un viaje de paciencia y constancia, donde cada paso ha contado. Desde su llegada a la Casa Real, las comparaciones con la Reina Sofía, una figura querida y consolidada, marcaron el inicio de un desafío personal y público. La imagen de Letizia necesitaba un cambio paulatino, adaptado al peso de su nuevo rol, sin precipitaciones. Sabía que para ganarse el corazón de los españoles debía hacerlo con cautela, paso a paso.
Además, el tiempo ha jugado a su favor. Ser Reina no solo es un trabajo lleno de responsabilidades, sino también una prueba constante de seguridad y confianza. Doña Letizia, con su carácter meticuloso y perfeccionista ha demostrado que su rol no era meramente decorativo, sino que tenía un propósito real y un impacto tangible en la monarquía.
Hoy, tras superar los prejuicios iniciales, la reina Letizia ha logrado la estabilidad y el reconocimiento que tanto merecía. Su dedicación y esfuerzo han hecho de ella una reina auténtica, moderna y cercana. Varios expertos analizan la evolución de imagen de nuestra reina, y responden por qué ha tardado tanto en conseguir este reconocimiento.
1. El peso de doña Sofía. "Los cambios de imagen llevan su tiempo, y su posición, Reina de España, no le permite saltos revolucionarios en la imagen. Deben introducirse paso a paso, sabiendo bien el terreno que pisa. Pero cuando tienes claro el objetivo, si sigues el plan trazado, cada acción que hagas, cada gesto, cada intervención, te lleva a la meta. Otro aspecto tiene que ver con el peso de la imagen de la Reina Sofía. Eso determinó mucho, porque inevitablemente se produjo una comparación. Nos acostumbramos a una Reina con unas características concretas, y todos adoptamos ese estilo de reinado como el ideal. Yo creo que tanto en doña Letizia, como en los españoles, eso ha pesado mucho". (Ortuño Falcó)
2. Tiempo para ganar seguridad. "Si a todos nos cuesta un tiempo poder amoldarnos a un nuevo trabajo, imaginemos al de Reina donde, además, el mundo la va a mirar con lupa y todo el tiempo. Ha demostrado que ser “Reina” es ser profesional y ser persona. Lleva su tiempo conseguirlo, sobre todo ganar seguridad siendo quien es y haciendo lo que hace". (Martín Ovejero)
3. Los prejuicios. "No ha sido fácil, se lo ha tenido que ganar a pulso, después de los prejuicios por su origen. Es meticulosa, exigente, de carácter fuerte y perfeccionista y eso se tradujo en control y en tomar distancia, lo que dificultó la conexión con las personas. Pero lo ha conseguido a base de constancia. Ha demostrado que su papel no es decorativo, tiene implicación real en su labor y se ha ganado el respeto de la ciudadanía". (Salomoni)