Poco después de cumplir 78 años (este 25 de marzo), Sir Elton John sacará al mercado su último álbum de estudio, Who Believes in Angels?; concretamente, el 4 de abril. Se trata de un disco junto a la artista Brandi Carlile y el quinto de los trabajos colaborativos de su carrera. Había cierta preocupación en el entorno del músico por si no podía llegar a tiempo, debido a los problemas de salud que arrastra, sin embargo, finalmente se cumple el calendario prevista aún con las importantes secuelas que le está dejando su estado físico.
Una infección ocular con graves consecuencias
El pasado mes de julio, el cantante sufrió una grave infección ocular que lo dejó ciego del ojo derecho y con una visión limitada en el izquierdo. Evidentemente, esto le ha conllevado numerosas limitaciones en su movilidad y en el día a día. Así lo han advertido los fans del músico.
Una firma de autógrafos de la edición limitada del álbum Who Believes in Angels? ha disparado las alarmas en torno al estado de salud de Sir Elton John: ha tenido que simplificar su firma hasta convertirla en una E (de Elton) y una X (que es como se abrevia un beso en inglés), tal y como recoge el diario The Sun. Hasta hace poco, la firma del cantante eran su nombre y apellido completos, con una hermosa letra que, debido a su falta de visión, ya no puede emular.
Evidentemente, este es solo un signo de lo que está pasando últimamente. El artista ha tenido que declinar numerosas invitaciones a eventos durante los últimos meses, incluida la función de gala del musical El diablo viste de Prada, basado en la película homónima.
La crisis que todos pudimos ver en su documental
En una entrevista con el diario The Guardian, Sir Elton se definió a sí mismo como "un optimista permanentemente", y aseguró que su visión en este momento no es buena. También reconoció que tiene un mayor respeto, ahora que vive sus consecuencias, hacia las personas ciegas o con poca visión: "Ha habido días en los que me he sentido miserable, pero luego pienso en lo afortunado que soy", y añadió que espera que su vista mejore. También recordó su enorme resiliencia: “He superado la adicción, los problemas de salud y puedo levantarme y sacudirme el polvo”.
Pero su optimismo tiene baches, como ocurre con todo el mundo. De hecho, pudimos ver cómo colapsó en el documental Never Too Late, disponible en Disney+. En el documental podemos asistir a escenas realmente incómodas, como una en la que golpea sus auriculares y rompe un trozo de partitura, mientras sentencia: "Me voy a casa" y califica la sesión de grabación de su nuevo disco como una "maldita pesadilla".
Y es que el cantante reconoció que, a pesar de llevar más de medio siglo dedicado a la música, en esta ocasión había tenido más dudas que nunca a la hora de entrar en un estudio de grabación.
Llegó a dudar si podría o no grabar este disco
Cuando se dirigió a su amiga y colaboradora, Brandi Carlile, le explicó que estaba "en una zona muy muy oscura de dudas". "Estaba cansado, no me sentía bien", explicó, para añadir después que, tras superar ese periodo de debilidad, todo fluyó y se convirtió en una experiencia que definió como "simplemente increíble". Pero también reconoció que tuvo más dudas con este disco que con ningún otro de los que ha grabado. Explicó que no siempre logras el resultado que imaginas, y declaró que "si hubiera estado solo sin Brandi, Berni [Taupin] y Andrew [Watt], este disco nunca se habría hecho".
Cuesta creer que alguien que tiene a sus espaldas cerca de 70 álbumes entre discos de estudio, colaboraciones, directos, bandas sonoras y un largo etcétera pueda no controlar su pánico a grabar. Lleva cautivándonos con su música desde los años sesenta, época en la que su éxito profesional y su caída en el mundo de las adicciones corrían en paralelo. Drogas, sexo y bulimia marcaron la primera etapa de su carrera. Según declaró al medio GQ Hype en 2019, estaba agradecido a esos años de excesos porque gracias a ellos pudo retomar una vida correcta y conocer a David Furnish, su marido. "Pasé 19 años de mi vida j*diéndome y 26 recuperándome", dijo entonces. Pudimos dar fe de ello en la película Rocketman, donde se asiste a toda esa etapa.
Hoy, su vida personal poco o nada tiene que ver con aquella primera etapa: padre de dos hijos, Zachary (8) y Elijah (6), y después de haberse despedido de las giras, su día a día está enfocado en su familia. Le deseamos que su salud mejore cuanto antes.