El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continúa revelando detalles impactantes sobre las circunstancias en las que falleció el ídolo del fútbol argentino. En la última audiencia, celebrada en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, declararon testigos clave que podrían definir si el fallecimiento del exjugador fue consecuencia de causas naturales o si existió negligencia médica que condujo a un homicidio.
Uno de los testimonios más relevantes fue el de Colin Campbell Irigoyen, un médico vecino de Maradona que intentó auxiliarlo el día de su muerte. En su declaración, Campbell describió el estado en el que encontró al astro: "No le encontré pulso ni sentí su respiración. Llevaba un tiempo prolongado sin signos vitales. Sus brazos estaban flojos, su cuerpo presentaba una inflamación notoria, y la habitación estaba en condiciones deplorables". También llamó la atención sobre la ausencia de una ambulancia permanente en el domicilio de Maradona, algo que, según él, debía haber sido obligatorio dada la fragilidad de su estado de salud.
Por su parte, el médico Juan Carlos Pinto, quien firmó el acta de defunción del exfutbolista, ratificó la versión de Campbell y señaló que al llegar al lugar, Maradona ya había fallecido hacía más de dos horas. "Tenía signos evidentes de muerte: rigidez cadavérica y manchas en la espalda", afirmó Pinto. También recordó la reacción de la familia al comunicarles la noticia: "No podían aceptar que había fallecido y pedían trasladarlo a una clínica".
Además, la audiencia contó con el testimonio del oficial de policía Lucas Farías, quien al ingresar al cuarto donde se hallaba el cuerpo de Maradona, notó la ausencia de material sanitario. "No había desfibrilador ni insumos médicos para una reanimación. El estado del cuarto era preocupante", declaró el subcomisario, reforzando las acusaciones de que la internación domiciliaria no contaba con los elementos básicos para atender al paciente.
En el marco del juicio, el abogado Fernando Burlando, representante de la familia Maradona, sostuvo que "Diego fue asesinado en una conjunción diabólica", acusando al equipo médico de actuar de manera "indebida, desmesurada e imprudente". La fiscalía sostiene que los imputados fueron conscientes de las deficiencias en la atención de Maradona y no hicieron lo necesario para evitar su muerte.
Los ocho profesionales de la salud acusados enfrentan cargos por homicidio simple con dolo eventual, lo que implica que sabían que su accionar podría causar la muerte de Maradona. Entre los acusados se encuentran el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica Nancy Forlini, el coordinador de enfermería Mariano Perroni, los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid, y el médico Pedro Di Spagna. Las penas que podrían recibir oscilan entre 8 y 25 años de prisión.
El juicio se extenderá al menos hasta julio y se espera que declaren alrededor de 120 testigos. En la próxima audiencia, programada para el martes, comparecerán nuevos testigos que podrían aportar más datos sobre las condiciones en las que Maradona vivió sus últimos días. Mientras tanto, el mundo del fútbol y la sociedad argentina siguen expectantes ante la posibilidad de que finalmente se haga justicia por la muerte del astro argentino.