Justin Baldoni no se quedó de brazos cruzados tras recibir la demanda de Blake Lively contra él por acoso sexual en el set de la película Romper el círculo. El actor y director de la película decidió emprender acciones legales contra su compañera de reparto, Blake Lively, y su marido, Ryan Reynolds. El intérprete estadounidense presentó una demanda de casi 400 millones de euros por "extorsión, difamación, invasión de la privacidad, incumplimiento del pacto implícito de buena fe y trato justo, interferencia intencional con las relaciones contractuales e interferencia negligente con una ventaja económica prospectiva".
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Ahora dos meses después de haberla presentado en el juzgado, Blake Lively ha pedido al juez que desestime la demanda, argumentando que Baldoni está "utilizando como arma" su propia demanda por difamación para tomar represalias contra ella por hablar públicamente sobre sus acusaciones de acoso sexual contra él. La protagonista de la serie Gossip Girl califica la demanda de "vengativa" e "infundada" e insiste que se trata de un "abuso profundo del proceso legal que no tiene cabida en un tribunal federal".
Los abogados de Lively argumentaron que su clienta está protegida por una ley de Californiaque prohíbe las demandas por difamación basadas en acusaciones de acoso sexual. "La ley prohíbe utilizar demandas por difamación como arma, como esta, para tomar represalias contra personas que han presentado demandas legales o han hablado públicamente sobre acoso sexual y represalias”, argumentaron en sus documentos presentados ante el tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
Lively, de 31 años, alega además que, según la ley de California, se encuentra “firmemente protegida por cada uno de los privilegios de litigio, informe justo y acoso sexual” y, por tanto, Baldoni, de 41 años, no tiene derecho a demandarla. Su equipo legal ha pedido al juez que le conceda los honorarios de los abogados, así como el triple de daños y perjuicios y daños punitivos. La esposa de Ryan Reynolds critica también los 400 millones que solicita por daños y perjuicios, alegando que él y sus codemandantes de Wayfarer Studios "ni siquiera intentan explicar su base, y mucho menos alegan específicamente sus supuestas lesiones". Lively niega rotundamente haber extorsionado al director en los documentos, tal y como él alega en su demanda, y haber utilizado su poder para obtener el control de la película.
Un representante de Blake Lively ha señalado que la actriz "no es la única que ha sido demandada por difamación tras denunciar acoso sexual en el trabajo". "Si bien la Sra. Lively ha sufrido mucho al hablar y presentar demandas legales, es importante que otras personas sepan que cuentan con protección y que existe una ley específica que las protege expresamente de ser silenciadas o arruinadas financieramente por una demanda por difamación, porque tuvieron el coraje de hablar", destacó.