La tarde del 8 de abril abril de 2018 llegaba a nuestras pantallas Erkenci Kuş (Pájaro soñador), una serie que no solo nos permitía vivir el apasionado romance entre Sanem, a quien daba vida Demet Özdemir, y Can Divit, sino que también nos permitía descubrir a Can Yaman. Su primera aparición en nuestra televisión con ese aspecto salvaje, melena larga, cuerpo de infarto y una imagen de tipo duro que luego dejaba al descubierto a un hombre con un gran corazón, desataba automáticamente la locura por el actor turco. Algo que sucedía, no solo en nuestro país, sino a nivel mundial. Han pasado casi 7 años desde ese momento y la pasión por el artista continúa intacta. Sin embargo, lejos de acomodarse en su rol de galán, el intérprete ha decidido asumir nuevos retos que le permitieran evolucionar tanto a nivel personal como profesional, algo que ha dejado patente con El Turco, su último y recién estrenado trabajo, en el que se adentra en un personaje y un género mucho más complejos.
Tras el gran boom y su meteórico lanzamiento a la fama internacional, en enero de 2020, el actor decidía hacer un parón profesional para estudiar nuevos proyectos y definir hacia donde quería dirigir su carrera. Un periodo de reflexión que coincidía con su servicio militar, obligatorio en Turquía para los varones entre 20 y 41 años. Esto nos permitía verlo, por primera vez, con una imagen muy alejada de la que estábamos acostumbrados: enfundado en su uniforme, con el cabello rapado y afeitado.
Al finalizar la mili, Can se sumergía en un nuevo trabajo protagonizando El hombre equivocado junto a Özge Gürell, una ficción que, aunque continuaba por el camino de la comedia romántica, le permitía mostrar una faceta diferente interpretando a un hombre con muchos más matices que sus anteriores papeles. Mostrando así los primeros indicios de un cambio de rumbo profesional.
Can Yaman ha trabajado duro para evitar que lo encasillaran. Si bien su imagen de "chico guapo" le abría muchas puertas en sus inicios, el actor tenía claro que su carrera no debía limitarse solo a eso. Tras sus rotundos éxitos en todas las series en las que había participado hasta ese momento, todas del género romántico, con las que había conquistado a millones de fans en todo el mundo, decidía dar un giro a su vida profesional con la idea de diversificar papeles, buscando oportunidades que pusieran a prueba su capacidad interpretativa. Por eso, como es un hombre que ama los desafíos, sin dudarlo ni un segundo, hacía las maletas y, el 8 de enero de 2021, se mudaba a Italia dispuesto a embarcarse en un ambicioso proyecto que lo iba a alejar definitivamente de todo lo que había hecho hasta el momento: Sandokan.
Lleno de ilusión ante su nuevo comienzo en el país transalpino, para preparar el papel, el protagonista de İnadına Aşk se sometía cada día, durante varias horas, a un durísimo entrenamiento, tan exigente que, incluso para alguien tan acostumbrado al deporte como él, le resultaba todo un reto. Además perfeccionaba su italiano, ya que, por primera vez, se enfrentaba a la dificultad añadida de rodar en un idioma diferente al turco. Aunque dominaba la lengua gracias a sus estudios en el Liceo Italiano de Estambul, para que todo saliera perfecto y con la disciplina que lo caracteriza, practicaba constantemente para lograr una dicción y pronunciación impecables.
Por desgracia, la mala suerte jugaba en su contra, y debido a las restricciones aplicadas por la COVID-19, las condiciones se volvieron muy complicadas, lo que provocaba la suspensión temporal del proyecto. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, Can seguía decidido a triunfar en Italia.
Poco después de llegar al país que se ha convertido en su nuevo hogar, su vida personal cambiaba: Cupido hacía de las suyas y el actor se enamoraba, dejando al descubierto un lado mucho más humano y cercano, hasta el momento desconocido. La afortunada que conquistaba el corazón del cotizado actor turco era la periodista deportiva Diletta Leotta. Y, aunque lo suyo era un secreto a voces desde hacía semanas, decidían hacer oficial su romance el día de los Enamorados.
Al día siguiente, el actor sorprendía a su novia con una romántica petición de mano alquilando una avioneta que sobrevoló el cielo de Roma con un mensaje que decía: "Diletta, ¿quieres casarte conmigo? Te amo, Can", mientras la pareja cenaba en la intimidad en el restaurante Torre Normann de la Ciudad Eterna. El vídeo corría como la pólvora por las redes para deleite de sus seguidores. Sin embargo, aunque Can y la modelo sellaron su compromiso y hasta conocieron a sus respectivas familias, el final de su relación llegaba en agosto de 2021. Desde ese momento y, hasta ahora, aunque le han adjudicado muchas relaciones, el intérprete sigue siendo uno de los solteros de oro del mundo del espectáculo.
Su ruptura con Leotta coincidía con el mejor momento profesional de Yaman en Italia, ya que estaba a punto de comenzar un nuevo proyecto que lo iba a convertir en una de las caras más populares de la temporada: Violeta como el mar, una serie grabada entre Roma y Palermo, íntegramente en italiano, en la que, por primera vez, grababa en una lengua que no era la suya y donde se adentraba en un nuevo género: el policiaco, dando vida al inspector de policía Francesco Demir.
Tras su estreno casi un año después, en septiembre de 2022, el público descubría una nueva faceta interpretativa de Yaman en un registro muy diferente al que nos tenía acostumbrados. Eso sí, el protagonista de Matrimonio por sorpresa se embarcaba en esta ficción con tintes de intriga y thriller, donde también había espacio para la trama romántica que tanto gusta. Esta producción, en la que tenía como compañera a Francesca Chillemi, con quien ya le habíamos visto en Che Dio ci aiuti (Que Dios nos ayude), se convertía en un gran éxito que confirmaba el estatus de estrella del actor en Italia.
Durante su estancia en el Belpaese, inquieto como es, el intérprete no se ha circunscrito solo a sus dotes para la actuación y como modelo publicitario, sino que también ha explorado nuevas facetas profesionales como la literatura. Junto a Floriana Rullo, en noviembre de 2021 lanzaba un libro autobiográfico: Sembra strano anche a me (Can Yaman. Un sueño para siempre), donde narraba detalles íntimos de su vida. Pocos meses antes, en julio, sorprendía estrenándose como perfumista lanzando su propia fragancia, Mania, una colonia con notas de fresa, chocolate y whisky, que puede ser usada tanto por hombres como por mujeres, y de la que una parte de los beneficios obtenidos por su venta se destinan a fines benéficos.
El protagonista de Dolunay: luna llena, además de por su trabajo, también está dejando huella en Italia por su labor solidaria. En junio de 2021 creaba la fundación Can Yaman for Children ets, una asociación que tiene como objetivo recaudar fondos para acompañar a niños y adolescentes en ámbito sociosanitario, promoviendo actividades de interés social relacionadas con la pediatría y la edad evolutiva.
Con este proyecto, cuyo fin principal es que los niños hospitalizados vuelvan a jugar, reconocía haber cumplido un sueño. Además, para visibilizar los problemas de los jóvenes y recaudar fondos, en 2023 el actor organizaba una gira solidaria llamada Break the Wall (Romper el muro), que lo llevaba a diferentes países, entre ellos España. El intérprete tiene un lema: "El amor genera amor", algo que siempre trata de llevar a la práctica y esta es una buena muestra de ello.
En la evolución de Can Yaman desde su llegada a nuestras vidas, uno de los proyectos más importantes y ambiciosos ha sido El Turco, estrenado este 21 de marzo. Este trabajo ha marcado un paso más en su carrera profesional y en el artista, quien se ha entregado en cuerpo y alma. En esta ocasión, ponía rumbo a Budapest dispuesto a encarar su primera producción grabada íntegramente en inglés. "Es la primera vez que una serie turca se rueda en inglés con un reparto internacional y me siento muy orgulloso de haber podido trabajar en esas condiciones", explicaba emocionado a su paso por el South International Series Festival de Cádiz.
Sin embargo, este no era el único desafío al que se enfrentaba el actor en esta producción. Nuevamente, se sometía a intensos entrenamientos que incluían, entre otros, esgrima, aprender a luchar montado a caballo, tirar con arco, coreografiar peleas y manejar la espada, algo que encaraba con esfuerzo y disciplina. Esto le provocaba alguna que otra herida de guerra, aunque todo merecía la pena por un papel con el que iba a romper con todo, demostrando su gran talento en esta ficción de época y acción en la que da vida Yenicer Hasan Balaban, apodado 'El Turco' , un heroico soldado otomano que se convirtió en leyenda en Italia .
El actor se ha dejado la piel, literalmente, en este proyecto, tal y como hemos visto en algunas imágenes que ha ido compartido, donde, por ejemplo, se le ve con la espalda llena de arañazos y heridas. "Todavía me estoy recuperando de un par de lesiones leves y de la fatiga acumulada durante este período", desvelaba al finalizar el rodaje. Grabar en un idioma que no es el suyo y estar tanto tiempo lejos de su casa también le pasaba factura a nivel emocional. "En este período de mi vida en Budapest me siento solo, nunca antes me había pasado", se sinceraba entonces en el programa de la televisión italiana C’è posta per te (Tengo una carta para ti). Sin duda, una experiencia dura pero muy enriquecedora que ha supuesto un antes y un después tanto en su carrera como en su crecimiento personal.
El intérprete turco también forma parte de uno de los proyectos más esperados de la temporada: Sandokan, la serie por la que abandonaba Turquía y con la que refuerza su condición de gran estrella internacional. Con este trabajo, Can sigue consolidando su nueva etapa profesional, enfrentándose a papeles más complejos que le permiten desplegar su versatilidad interpretativa.
Los meses de rodaje de esta producción han supuesto un gran reto para Yaman, quien llegaba incluso a perder 10 kilos en un mes con una estricta dieta para lograr la caracterización perfecta del famoso pirata. Can, que acaba de regresar a las redes sociales, ha compartido imágenes de su entrenamiento físico, escenas de acción y momentos de trabajo con el equipo, reflejando la dedicación y el sacrificio que ha puesto en esta serie.
Sandokan, ambientada en la isla de Borneo y centrada en las luchas de las tribus nativas Dayak contra los despiadados colonos británicos, promete ser una aventura llena de acción y una producción de alto nivel. En esta nueva versión de la historia del escritor italiano Emilio Salgari, Can interpreta al mítico Tigre de Malasia, un personaje previamente interpretado por Kadir Bedi, pero con su propio sello personal y energía renovada.
Después de estos dos intensos rodajes, que han supuesto un punto de inflexión en su carrera, el actor ha decidido renovar su imagen y cortarse su larga cabellera. Hay quien dice que un cambio de look simboliza un nuevo comienzo, algo que, en este este caso, se podría representar como el cierre de un ciclo y el inicio de una nueva etapa en su carrera. Solo habrá que ver con qué nuevos proyectos nos sorprende en el futuro y si cumple su próximo objetivo: trabajar en España, para lo que lleva meses estudiando de manera intensiva nuestro idioma. Seguro que lo conseguirá, porque está claro que no hay nada que se le resista.
Can Yaman ha demostrado ser mucho más que un galán de telenovela. Desde sus inicios en Erkenci Kuş hasta sus recientes proyectos internacionales, ha sabido evolucionar como actor, asumir nuevos retos y, lo más importante, mantenerse fiel a sí mismo a pesar de los cambios. Hoy, el intérprete turco no solo es una estrella global, sino un hombre comprometido con su crecimiento personal y profesional, que se reinventa constantemente para seguir sorprendiendo a su público. Mientras se prepara para nuevos desafíos, su trayectoria sigue siendo un reflejo de trabajo, pasión y autenticidad. Su futuro, sin duda, sigue prometiendo más historias que contar y papeles que marcarán un antes y un después en su carrera y en el corazón de sus seguidores.