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El apoyo incondicional de su pareja y el cariño de los suyos han sido los pilares fundamentales que han sostenido a Carlo Costanzia. Ahora, por fin, puede disfrutar plenamente de ambos. Tras cumplir su condena por estafa, el hijo de Mar Flores ha dejado atrás la pulsera telemática y ha emprendido un viaje muy especial junto a su pareja, Alejandra Rubio, y su pequeño hijo, Carlo. ¿El destino? Turín. ¿El propósito? Reencontrarse con los suyos y celebrar el comienzo de una nueva etapa.
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El 11 de marzo, Carlo obtenía la tan esperada libertad absoluta. Apenas dos días después, hacía las maletas y ponía rumbo a Italia junto a Alejandra y su hijo. Para el actor, este viaje significaba mucho más que una simple escapada; era un reencuentro con su pasado, con su abuela, quien aún no había podido conocer al pequeño Carlo y cuya salud es delicada.
Aunque el clima no acompañó y pasaron gran parte de los días resguardados, aprovecharon cada momento para disfrutar de la compañía de sus seres queridos. Entre paseos y conversaciones pendientes, la pareja se mostró unida y feliz, mientras el pequeño Carlo vivía su primer gran viaje junto a sus papás.
Pero no todo ha sido felicidad en este viaje. Pese a la alegría de reencontrarse con su abuela, Carlo no ha podido compartir este momento con dos de sus hermanos, Rocco y Pietro Costanzia, quienes se encuentran en prisión preventiva por un presunto intento de homicidio. El actor siempre ha estado muy unido a ellos, y su detención ha sido un golpe difícil de asimilar. Ahora, espera con incertidumbre las fechas clave de su juicio, previstas para abril y mayo.
A pesar de las sombras que aún planean sobre su familia, Carlo Costanzia se mantiene firme en su deseo de empezar de cero. Antes de conocer a Alejandra, su idea era cumplir condena y mudarse definitivamente a Italia. Sin embargo, el amor ha cambiado su rumbo. Ahora, su futuro está en Madrid, donde ha abierto una barbería y salón de tatuajes con la intención de construir una vida lejos de los escándalos y cerca de los que más quiere. "Ya puede hacer su vida normal y estoy feliz", confesaba Alejandra, quien ha vivido meses complicados durante su embarazo y el nacimiento de su hijo, durmiendo sola mientras Carlo cumplía su condena. Pero ahora todo ha cambiado. "Ya vamos a estar juntos", aseguraba con una sonrisa radiante.
Mientras Alejandra disfruta de esta nueva etapa, su madre, Terelu Campos, lucha por la supervivencia... en Honduras. La periodista se ha convertido en una de las grandes protagonistas de 'Supervivientes 2025'. Aunque no es concursante oficial, está viviendo la experiencia al máximo, enfrentándose a tormentas, duros enfrentamientos y momentos de pura emoción. Su tensa discusión con Pelayo Díaz casi la lleva al abandono, pero finalmente, ambos han sellado la paz con un emotivo abrazo. Entre alianzas estratégicas, noches pasadas bajo la lluvia y discursos que han conmovido a sus compañeros, Terelu sigue dando de qué hablar en la isla.
Mientras madre e hija viven realidades completamente distintas, ambas están en un momento crucial de sus vidas. Alejandra construyendo su familia con Carlo y su bebé, y Terelu demostrando su fortaleza en la isla.