Paty Sánchez-Flores prepara desde hace meses su boda con mucha ilusión. Tras siete años de noviazgo, el pasado mes de octubre, Javier Millet le pedía matrimonio durante una escapada a Andorra. A su vuelta, era la propia novia quien desvelaba a ¡HOLA! todos los detalles.
Ahora, casi cinco meses después, se ha celebrado la petición de mano. Un momento que desde hace semanas esperaba con emoción y muchas ganas y que llegaba el sábado 15 de marzo, dando el pistoletazo de salida a la cuenta atrás para la celebración de su boda, el 28 de junio.
Esta cita reunió a parte del clan Flores en casa del padre y padrino de la novia, Quique Sánchez-Flores. Nieta de Carmen, hermana de la gran Lola Flores, es una joven muy familiar. Profundamente unida a sus hermanos, por los que siente absoluta devoción, estuvo acompañada por ellos en todo momento, del mismo modo que hizo su futuro marido, que también estuvo arropado por ellos. Querían que fuera un evento familiar, tradicional y orientado a que ambas familias se conocieran.
Tras hacer las presentaciones pertinentes, se sirvió el 'catering', regalo de Quique, hermano de la novia, que quiso tener un detalle importante con su hermana de cara a su boda. Más tarde, llegó el intercambio de regalos: un reloj para él y un solitario para ella. También los discursos que pronunciaron los novios y que dejaron frases flotando en el aire como esta de Paty: "Destaco cómo me quieres, con todo lo bueno y todo lo malo de mí, y destaco una y mil veces que sé que si dependiese de ti, me harías eternamente feliz".
"Me puse un conjunto con la chaqueta de la boda de mi madre. Ella era la única que lo sabía y mi padre se quedó sin palabras al verme. Fue muy emocionante"
El vínculo con sus padres
Aunque hace unas semanas nos confesaba que su madre está superimplicada en todos los detalles del día a día de su boda, Paty está emocionada con el papel de su padre, el entrenador Quique Sánchez-Flores: "Mi padre está muy ilusionado con la boda. Es mi fan número uno. Siempre está en todo y siempre que lo necesito nunca duda en ayudarme y apoyarme. Cuanto más mayor me hago, más le necesito. Es el amor de mi vida".
No obstante, su conexión con su madre es cada día más fuerte. Además de convertirse en su mejor aliada de cara a su gran día, también le ha servido de inspiración para sorprender a todos en su petición. La diseñadora Silvia Fernández creó para ella su look soñado para la pedida partiendo de la chaqueta con la que se casó su madre, Patricia Casanova. Una pieza espectacular que su hija combinó con un pantalón a tono y sandalias de Lady Pipa. Para el maquillaje, confió en Fini Rico, una de las make up artist más conocidas, y de retratarlo todo se encargó Julia Deus, una fotógrafa valenciana que viajó expresamente para hacer las fotos de la pedida: "También hará las de la boda. Es fantástica y confío plenamente en ella".