Aunque ahora están concursando en Supervivientes, a Montoya y a Anita les quedaban algunos temas por resolver y han podido hacerlo este lunes en El debate de La isla de las tentaciones. Mientras el resto de sus compañeros estaban en plató junto a Sandra Barneda, ellos conectaron en directo con una hoguera improvisada en Honduras, donde se encuentran viviendo esta aventura que, una vez más, está poniendo a prueba su relación.
Durante sus primeros días en la isla hemos visto un acercamiento entre Montoya y Anita, que se han apoyado en todo momento y han compartido gestos de complicidad e, incluso, abrazos. La posibilidad de una reconciliación podría estar cerca a juzgar por su actitud y sus palabras, ya que los dos confesaron que siguen queriéndose. Sin embargo, lo que vivieron en LIDLT fue muy intenso y las heridas todavía permanecen abiertas.
"Quizás hay gente que se pregunta cómo una persona que sigue diciendo que está enamorada de Montoya como tú, hasta las trancas, puede haber llegado a los extremos de caer en la tentación", le preguntó Sandra Barneda, a lo que Anita, muy sincera, respondió: "Desgraciadamente, me han hecho muchísimo daño en la vida. Yo nunca he sido infiel, siempre he sido la que ha estado en el otro lado, aguantando los cuernos y aguantando todo. Y creo que fue como un método de autodefensa, porque pensaba que me lo iba a hacer él y ya está. Y se me fue la pinza, literalmente... ya que no hay excusa ninguna".
La presentadora recordó que en su reencuentro meses después de terminar el programa mostraron posturas bastante separadas: "¿Y ahora en qué punto estás?". "Pues yo estoy en el punto de que obviamente no me he olvidado de él. Le quiero un montón. A día de hoy sigo enamorada, no te voy a mentir, pero no sé... es muy difícil todo", reconoció.
A su lado estaba Montoya escuchando con atención sus palabras y, visiblemente emocionado, confesó que "los sentimientos no se me van en un día". "Yo no soy un robot. Yo la quiero y aquí no le falta de nada. Pero el amor, la ilusión, ese fuego... Me da rabia y frustración", afirmaba.
Montoya explicó que durante estos días de convivencia en la isla ha notado a su exnovia muy diferente, pero que igual ya era demasiado tarde: "Aquí sí que la estoy viendo como yo la vi. Aquí, ahora. Ella misma lo sabe y se está dando cuenta ahora. Yo lo que necesitaba era como me está tratando ahora. Ella se arrepentía siempre del daño que me había hecho, pero estaba como ciega", decía entre lágrimas.
En ese momento, Suso intervino en la conversación y le recordó que él también se dejó llevar con Gabriella y tuvieron una noche de pasión. "Te quiero decir una cosa. Es cierto que yo estoy viendo algo injusto, porque estás echando toda la responsabilidad a Anita. En tu narrativa todo el rato te pones como inocente, pero es que tú también caíste en la tentación y eso se te ha olvidado", dijo haciendo saltar a Montoya como un resorte.
"Suso, por favor, estamos hablando de fuera. Pero mira, es muy sencillo. Yo estaba ahí, sufriendo una, dos, tres... ¿Cuánto hay que esperar? El ser humano tiene que tener dignidad. El hombre no puede ser derrotado. Tiene que levantarse ante los palos. Entonces, amor propio, pero me arrepentí, que eso es lo que te hace hombre. Ya está. La cagué y fin. No hay más".
La presentadora quiso saber también qué opinaba la propia Anita al respecto y la concursante contó que ella tenía claro cómo hubiera solucionado esa situación: "A ver, Sandra... yo, sinceramente, si hubiera sido Montoya y tan mal lo estoy pasando... Se lo he dicho tal cual, yo cojo, pido una hoguera de confrontación y me voy".
Montoya no daba crédito a lo que estaba escuchando y, mostrando su lado más bromista, sacó unas gafas que se había hecho en la isla y dijo provocando la risa de todos: "Por eso me he traído las gafas, a ver si me entero mejor de las cosas, porque aquí no hay manera. Que si una conexión sentimental, que si ahora otra cosa... Vamos a aclararnos, que yo ya estoy un poquito harto, por Dios".
La expareja vivió un momento muy tenso en el que no dejaban de echarse cosas en cara y no se ponían de acuerdo, hasta el punto de que Anita estuvo a punto de abandonar la hoguera. "Nada, que digo que yo soy capaz de asumir mis errores, aunque a veces sea tarde y los asuma tarde, pero es que él nunca hace nada".
Finalmente, la tensión se desvaneció y Montoya, al ver que Anita estaba tan mal y no paraba de llorar, no dudó en acercarse a ella para abrazarla. "No te sienta más mal, ya está", le decía fundiéndose en un abrazo con el que demostraron su reconciliación frente a las cámaras.
"Te lo juro, me frustra todo, porque me encantaría que fuera todo diferente", reconoció Montoya, que sigue teniendo sentimientos muy fuertes hacia ella. "Al final de una pesadilla que pensabas que iba a ser, estamos siendo el mayor apoyo. Sé cómo eres y que te quedes con eso, ya está, y aprende".
Pero esto no queda aquí, el debate final de La isla de las tentaciones, que según han avanzado será "histórico", tendrá lugar el próximo miércoles a las 22:00 horas, en Telecinco, con los protagonistas que quedan por explicarse y que resuelvan todas las cuentas pendientes que tienen después del reencuentro. "El miércoles que viene habrá debate final en directo y con un giro inesperado de una de las parejas", adelantaba Sandra Barneda.