Si hay un nombre que en los últimos años ha resonado en los realities españoles, ese es Manuel González, el hombre detrás de la icónica frase "la manita relajá". De guardia de seguridad a estrella televisiva, su paso por La Isla de las Tentaciones lo catapultó al estrellato, aunque en un principio su caché no reflejaba la magnitud del fenómeno en el que se convertiría.
Manuel no ha tenido reparos en contar lo que muchos prefieren callar: cuánto dinero se llevó por su primera incursión en la televisión. En una reciente entrevista en el pódcast Batmowli, el gaditano reveló que en la tercera edición de La Isla de las Tentaciones cobró solo 760 euros por su participación. "Reventé mi relación, me expuse a España entera, por 760 euros", confesaba sin tapujos. Una cantidad ridícula si se compara con lo que el programa factura gracias a sus participantes.
Sin embargo, lo que parecía un mal negocio terminó siendo su gran oportunidad. Manuel supo exprimir al máximo su paso por el reality y, gracias a la popularidad obtenida, comenzó a encadenar colaboraciones, eventos y bolos en discotecas. "No te voy a mentir, gracias a La Isla de las Tentaciones he ganado mucho dinero", aseguraba. Y tanto. Su mejor mes fue diciembre de 2021, cuando llegó a embolsarse 15.000 euros en 30 días tras hacer 16 o 17 bolos. Un auténtico pelotazo que le permitió dejar atrás su vida anterior.
Pero Manuel no se quedó solo en los bolos y las redes sociales. Con el tiempo, ha sabido mantenerse en la parrilla televisiva, regresando a La Isla de las Tentaciones en su octava edición y, más recientemente, sumándose al elenco de Supervivientes 2025. Su paso por estos programas ha estado marcado por la polémica y los enfrentamientos, en especial con Montoya, su rival en el triángulo amoroso con Anita. En pleno reality de supervivencia, los dos han tenido momentos de tensión, pero también han protagonizado un inesperado abrazo que dejó a todos boquiabiertos. Lo cierto es que Manuel ha sabido moverse en el mundo televisivo y ha encontrado en los realities su mejor escaparate. De ganar poco más del salario mínimo a consolidarse como un rostro habitual de la pequeña pantalla, ha logrado rentabilizar su imagen como pocos en este complejo y competitivo universo.