Leire Martínez está inmersa en su nuevo y apasionante proyecto como solista y, sobre todo, como compositora. Después de la tormenta que supuso su salida del que fue su grupo durante dos décadas, La oreja de Van Gogh, le ha llegado la calma. Viviendo una "catarsis personal", como ella misma nos confiesa, se encuentra "bien, aterrizando, feliz". Nos vemos con ella en la mítica Gran Vía madrileña, donde sus inmensos ojos azules solo transmiten ilusión y aprendizaje: "por todo lo vivido y lo bueno que queda por venir". Con un nuevo rol en las manos, se subirá dentro de unos días al escenario de Tenerife, pero en este caso como presentadora de los Premios Cadena Dial, una responsabilidad que le entusiasma y que le apetece por "ser un momento de reencuentro con otros muchos artistas, compañeros y amigos". La cantante, antes de su viaje, nos abre su corazón para contarnos cómo ha gestionado "los momentos de crisis", cómo se siente ante su próxima vuelta a los escenarios, si ha hablado o no con Amaia Montero, además de desvelarnos detalles inéditos de uno de sus grandes amores, su hijo Lucas, que está a punto de cumplir 10 años y que ha heredado el talento musical de su 'ama'.