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En medio de una gran expectación y con un impresionante recibimiento, Alice Campello y Álvaro Morata aterrizaban a principios de febrero en Turquía para embarcarse en una nueva aventura, tras el fichaje del futbolista por el Galatasaray. Empezar de cero en un nuevo país no es fácil, pero ellos están muy acostumbrados y la empresaria italiana nos ha contado cómo consiguió hacer esta “mudanza exprés” con cuatro niños pequeños… ¡Un reto nada fácil!
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Además, este cambio de país ocurría tan solo unos días después de que la pareja anunciara que volvían a estar juntos, así que ha sido un nuevo comienzo en todos los sentidos. Tocaba hacer de nuevo las maletas y abrirse camino en otro país, una experiencia que les ha traído muchas sorpresas y de la que Alice habla en la entrevista que ha concedido ¡HOLA! en su casa de Madrid.
A pesar de que ellos están acostumbrados a vivir en diferentes ciudades -han estado en Londres, Milán, Turín y Madrid-, esta nueva temporada en Estambul está siendo diferente, como nos ha explicado la italiana, que reconoce que ya se ha vuelto una experta en buscar casas mudarse. “¡No dejamos de sorprender a nadie! -ríe-. Yo también me sorprendo, pero era una oportunidad muy buena de trabajo. A Álvaro tampoco le quedan muchísimos años en el fútbol y era algo muy interesante a nivel de trabajo y también de familia porque creo que nos ha venido bien estar en un lugar donde volvemos a estar nosotros solos”, nos dice.
Después de dar una segunda oportunidad a su matrimonio, asegura que allí están más tranquilos. “Estamos en familia, damos muchos paseos… Ahí la gente no te para muchísimo por la calle y podemos hacer una vida muchísimo más normal y eso ahora nos viene bien”.
En cuanto a cómo se ha organizado con la búsqueda de un nuevo hogar y un colegio para sus cuatro hijos, podría decirse que Alice se ha superado porque lo ha conseguido rapidísimo y su nueva casa se adapta muy bien a su estilo de vida. “Ya me he hecho una experta, puedo organizar mudanzas, buscar casas, agencias inmobiliarias… ¡puedo con cualquier cosa! La casa es perfecta porque en el centro, podemos salir a andar con los niños, vamos a desayunar por la mañana con ellos, los llevamos al colegio… todo está muy cerca y eso que en Estambul todas las distancias son muy grandes. Lo he organizado bastante bien para que los niños estén en un colegio cerca y sigan estudiando inglés porque para mí es importante que sepan tres idiomas”, cuenta.
Llevan ya un mes y medio viviendo con sus cuatro hijos en Estambul y, a pesar de que la cultura es muy diferente que la española y la italiana, se sienten en casa y les encanta la forma de ser de los turcos. “Me impactó muchísimo lo cariñosos, agradables y disponibles que son todos. El recibimiento ha sido increíble. Es una cultura muy diferente a la española o la italiana, pero respetan muchísimo y son súper cariñosos”, confiesa Alice.
No saben el tiempo que pasarán aquí, su deseo es en el futuro instalarse definitivamente en Madrid, pero mientras tanto, disfrutan de la experiencia y transmiten a sus hijos que son unos afortunados por poder vivir esto y aprender, no sólo idiomas, sino a adaptarse a cualquier sitio nuevo: “Nos quedan unos añitos así y yo les hago ver que es una experiencia para ellos muy, muy importante y ellos se están dando cuenta también de ello y están haciendo amigos en Italia, en España, en todas partes del mundo. Hubiera sido mi sueño saber hablar inglés como ellos, italiano, español, tener amigos en cualquier sitio donde vayas”.