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Ana Rosa Quintana es una de las periodistas más populares de nuestro país, pero lejos de alardes y ostentaciones por su condición de estrella, es una ciudadana como otra cualquiera que elige el metro para acudir a eventos multitudinarios. La presentadora y su sobrino, como hinchas del Atlético de Madrid, acudieron al estadio para vivir in situ el derbi, en el que se enfrentaban al equipo de Simeone y el Real Madrid de Ancelotti.
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El estadio Metropolitano, conocido actualmente como Estadio Riyadh Air Metropolitano por motivos de patrocinio, estaba abarrotado, no cabía ni un alfiler y qué mejor manera de acudir en transporte público para ver a su equipo. Ataviados con las bufandas del equipo rojiblanco, tía y sobrino protagonizaron algunas de las imágenes más curiosas en el metro. "Supervivientes del naufragio en el Metropolitano", comenta su sobrino Kike, que trabajó con ella en el programa vespertino TardeAR. Ana Rosa y Kike se llevan muy bien. La presentadora fue testigo en la boda de su sobrino con Cristina, que se celebró el año pasado Alcobendas. Kike es el hijo de Enrique Quintana Hortal, el único hermano de Ana Rosa, que es siete años mayor que ella y al que está muy unida.
Nervios, emoción y mucha incertidumbre vivieron durante un larguísimo y agónico partido, que se saldó con la victoria del Real Madrid en los penaltis. Una vez más, el equipo blanco deja fuera al Atlético de Madrid en la Champions, como sucedió en la final de Milán. El Real Madrid lanzó el primero con Mbappé y marcó. Un gol que empató su rival Sorloth. Luego anotó Bellingham y también su contrario Julián. Hasta que intervino el VAR. El futbolista se resbaló y pegó al balón con los dos pies antes de marcar. No valía el gol. Valverde fue el siguiente y anotó, al igual que Correa. A continuación vino el fallo de Lucas Vázquez, pero tampoco acertó Llorente. Y por último, llegaba el gol decisivo, el de Rudiger, que marcó y devolvió la gloria al Real Madrid.
El partido finalizó minutos antes de las doce de la noche, una hora un tanto tardía para Ana Rosa, que ha vuelto a presentar el matinal de Telecinco y suele llegar horas antes de que comience el programa a las 9 de la mañana. Pero siendo forofa del Atlético, no se podía perder el encuentro. A diferencia de otras veces, no ha podido comenzar el programa con la bufada del Atleti, como ha hecho en otras ocasiones, aunque no ha obviado la derrota.