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Frank Cuesta está viviendo su particular annus horribilis. El pasado mes de enero, el naturalista leonés, de 53 años, anunció que debía retomar el tratamiento contra la leucemia, cáncer que padece desde hace ya más de una década. A este problema de salud se le ha sumado una detención por presunta posesión ilegal de animales salvajes en su Santuario Libertad tras una inspección realizada el 27 de febrero por la autoridades tailandesas tras recibir una denuncia anónima. Después de una noche en el calabozo y un interrogatorio de tres horas, ha quedado en libertad bajo fianza.
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Estas no son las únicas crisis a las que está teniendo que hacer frente, puesto que desde su separación en 2023 mantiene una feroz batalla legal contra su exmujer, Yuyee Alissa. La tailandesa ha presentado varias querellas criminales contra Frank, entre las que se incluye delitos como presunta incitación al odio y vejaciones en redes, fraude fiscal y trabajo ilegal. Además, tuvieron que llegar a un cuantioso acuerdo económico por la cesión de las tierras donde está el santuario animal. Un cúmulo de desafortunadas circunstancias que podrían forzar la salida del presentador de Tailandia, país en el que lleva residiendo unos veinte años.
Sin duda, esta es una etapa complicada y delicada para el aventurero, que está contando con el apoyo incondicional de Paloma de Ramón, la mujer que le ha hecho creer de nuevo en el amor. Tal y como adelantó el portal LOC, esta joven valenciana de 35 años era fan del trabajo de Frank. Por ello, decidió escribirle un correo electrónico mostrándole su admiración y empezaron a colaborar juntos. Vivía de forma intermitente en el refugio desde 2021, instalándose de manera definitiva el año pasado.
Ahora, ha sido el propio Frank quién ha confirmado su noviazgo durante una entrevista en el canal de YouTube de Javi Olivera, influencer con el que mantiene una estrecha amistad. “Paloma lleva un montón de tiempo ayudando en el santuario y claramente tenemos una relación personal. Lleva cuatro años aquí”. A través de sus perfiles públicos, Paloma también suele compartir fotografías de su día a día con los animales a los que cuida, imágenes en las que también se puede ver la buena sintonía que tiene con el activista.
Otro de sus refugios ante la tormenta son sus cuatro hijos, fruto de su relación con Yuyee Alissa: Zape, que tenía un hermano mellizo llamado Zipi que falleció prematuramente; Zorro, que ha batallado con diversos problemas cardíacos; Zen, la única chica del clan familiar; y Pepsi, adoptado por la expareja. El primogénito de Frank no ha dudado en defender a su padre públicamente en esta guerra que mantiene con su madre. “No es un santo, eso lo sabemos todos, pero no hay nada que haya hecho que pueda justificar lo que mi madre está haciendo ahora mismo. No creo que haya hecho nada para merecer esto. Está traicionando a la persona que más le ha ayudado en la vida. No me responde al teléfono porque sabe que no lo está haciendo bien”, confesó al ya mencionado Javier Olivera.
Los jóvenes también ven con buenos ojos la historia de amor de Paloma y Frank. “Mis hijos respetan a Paloma y eso que cualquier mujer que estuviera a mi lado que no fuera su madre les caía mal”.