Es leyenda del atletismo. Ana Peleteiro ha pasado unas semanas complicadas por todos los problemas que ha arrastrado a nivel físico y personal, pero una vez más ha sacado "esa garra que me define" y ha regresado a casa convertida en campeona de Europa de triple salto en pista, medalla que ha ganado en Apeldoorn (Países Bajos) tras saltar 14 metros y 37 centímetros. Su vuelta es muy breve, ya que a finales de semana pondrá rumbo a China para el Mundial, pero nada más aterrizar en Madrid, ha visitado El Hormiguero. Recibida con la emblemática canción We are the champions.
El oro que ha ganado la atleta es doblemente importante ya que desde el pasado mes de setiembre forma equipo profesional con su marido, Benjamin Compaoré con el que contrajo matrimonio en 2023 y con el que tiene una niña que nació pocos meses antes de su enlace, en diciembre de 2022. Decidió poner fin a su vínculo laboral con Iván Pedroso tras ocho años marcados por los buenos resultados y fue un cambio que generó inquietud en su entorno.
"Siempre me he atrevido a tomar decisiones complicadas, me tiro al barranco. Casi siempre me ha salido bien y creo que esta vez también. Personas que están en mi día a día me dijeron que si estaba segura porque ellos quieren verme en lo más alto", le ha contado a Pablo Motos, añadiendo cuál es la clave para separar lo personal de lo profesional ahora que Benjamin y ella no solo son marido y mujer, sino que son también entrenador y deportista.
"Tengo tanto respeto por nuestra relación de pareja... Además de muy buena educación por parte de mis padres y que mi experiencia con errores que he podido cometer en el pasado con algunas personas me ha hecho madurar. Ahora mismo cuido muchísimo mi relación y saber tratar a los demás. A veces los deportistas pecamos de tratar mal a personas que trabajan con nosotros porque vivimos con mucho estrés y ambición, y eso te hace ser exigente y perder los papeles", ha relatado Peleteiro.
De sus celebraciones a la receta por la que gana
La alta autoexigencia de la deportista hace que "en el momento" disfrute mucho de cada título que gana, pero rápidamente se olvida del logro para centrarse en la disciplina. Habitualmente deja las medallas en casa de sus padres, en Galicia, y ella sigue adelante con su rutina, enfocada en su siguiente reto. Además, tener un amplio palmarés hace que disfrute de esos momentos de euforia "con más calma y desde el sosiego". SUs celebraciones son sencillas y consisten en estar con los suyos y salir con sus amigas.
A pesar de la dieta específica que requiere competir en la élite, Ana Peleteiro tiene una curiosa debilidad que cree que es su talismán para ganar. "La semana pasada me puse fina a orejas, un postre que se hace en Carnaval. Mi abuela paterna tenía una receta que solo hacía ella y mi madre se la copio y mi padre le da el toque de la fritura bien hecho. Carnavales coincide con pista cubierta y no hay año que no me ponga morada a eso, creo que es lo que me hace saltar bien", ha contado entre risas.
Su hija y sus negocios
La pequeña Lúa la acompaña siempre que es posible a las competiciones y verla tan emocionada con los hitos de su madre es un aliciente más para Peleteiro. "Está en la etapa en que lo imita toda. Me imita a mí saltando, a su padre jugando al fútbol... Y no hay nada mejor para ella que el cuento del pollo Pepe", ha contado de la niña, a la que no descarta dar un hermanito. Ella misma nos contaba en ¡HOLA! que está en sus planes a largo plazo: "No voy a parar mi carrera deportiva de momento. Tal vez dentro de 5 años, cuando hayamos disfrutado de Lúa le daremos un hermanito".
Además de ser una atleta de élite y madre de familia, Ana Peleteiro también está al frente de diferentes negocios. "El dinero en las manos me quema, me gusta invertir en cosas que el día de mañana puedan hacerme no trabajar mucho o no tener un jefe", ha explicado sobre esta faceta más desconocida. En verano abrirá cafetería que por el momento está en obras, tiene además una clínica de podología en Vigo y un gimnasio en La Coruña con la entrenadora personal Crys Díaz y el jugador del Real Madrid Lucas Vázquez, quien es también gallego.