Una educadora de 35 años de Badajoz, Belén Cortés Flor, falleció este domingo tras ser agredida violentamente por tres menores. Natural de Castuera, Belén fue asesinada en un centro de cumplimiento de medidas judiciales para jóvenes. Según la Policía Nacional, los responsables son tres menores: dos chicos de 14 y 15 años y una joven de 17. Los tres, de nacionalidad española, fueron detenidos en Mérida después de huir del lugar de los hechos, ocurridos en la vivienda tutelada de la urbanización Guadiana en Badajoz.
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Según las primeras investigaciones, la educadora fue golpeada y asfixiada con un cinturón, aunque será la autopsia la que determine con precisión la causa de su muerte. Tras el crimen, los tres menores escaparon en el vehículo de la víctima, pero sufrieron un accidente en Lobón, a unos 29 kilómetros de Badajoz. A pesar del percance, lograron continuar su huida hasta Mérida, donde finalmente fueron detenidos. La Policía Judicial de Badajoz ha asumido la investigación, que sigue bajo secreto de sumario.
Belén Cortés era una de las cinco profesionales encargadas de supervisar a los menores en el centro, un chalé de la calle Castillo de Benquerencia, que alberga a adolescentes en cumplimiento de medidas judiciales. Según una compañera de la víctima, el ambiente en el centro había sido especialmente tenso en los últimos días debido a robos y fugas, lo que generaba una atmósfera de miedo entre el personal. La víctima era conocida por su dedicación y profesionalidad, pero también había expresado su preocupación por la situación en el centro, que, según algunos testimonios, se había vuelto insostenible debido a la conducta de los menores.
El suceso ha dejado una gran conmoción en la comunidad de Castuera, la localidad natal de la educadora, que ha amanecido con "incredulidad y dolor tremendo", según declaró el alcalde Francisco Martos a EFE. Los vecinos de la urbanización Guadiana en Badajoz, un área generalmente tranquila, también han mostrado su incredulidad ante la brutalidad del crimen. El hecho de que los menores implicados estuvieran bajo la tutela de la Junta de Extremadura y que se hayan registrado incidentes previos en el centro ha generado una enorme indignación tanto en la comunidad como en los profesionales que trabajaban en el lugar.
El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, calificó el suceso como «absolutamente terrible», y expresó su solidaridad con la familia y los compañeros de la víctima. La Junta de Extremadura, por su parte, ha lamentado profundamente el fallecimiento de la educadora y ha expresado su disposición para colaborar con las autoridades judiciales en la investigación. Además, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, también mostró su consternación y apoyo a la familia y los seres queridos de la fallecida.
Los detenidos, quienes están a la espera de ser trasladados a un juzgado de menores, podrían enfrentar cargos por homicidio, aunque las autoridades mantienen abierta la investigación para esclarecer todos los detalles del crimen.