Karla Sofía Gascón ha vivido una completa vorágine antes y después de los Oscar. La actriz española, nominada al Oscar por Emilia Pérez, ha estado en el centro de la polémica debido a unos tuits racistas que publicó hace años y que la apartaron por completo de la temporada de premios en Hollywood. Pese a que pidió perdón en varias ocasiones, el mundo del cine le dio la espalda por completo. Netflix la apartó de la promoción de la película, se le retiró la invitación a los premios Goya y fue excluida de la alfombra roja de los Oscar, pese a ser una de las nominadas. No obstante, estuvo en la gala, disfrutó y dio las gracias a todos los que la apoyaron, entre ellos Madonna, que la invitó a una de las fiestas post-Oscar.
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Pero lejos de quedarse callada, ahora que ya no hay nada que pueda perjudicar a la cinta, la protagonista de Emilia Pérez ha enviado un comunicado de prensa al medio estadounidense especializado The Hollywood Reporter para exponer cómo se siente después de haber sufrido un auténtico calvario desde su nominación al Oscar hasta la gala de los premios de la Academia. La película logró 13 nominaciones, siendo el filme más nominado del año, pero solo se alzó con dos premios, el de mejor actriz de reparto para Zoe Saldaña y mejor canción original para el tema musical El Mal, compuesto por Camille y Clément Ducol. Muchos piensan que la polémica afectó negativamente a la cinta de Jacques Audiard y, verdaderamente, es difícil negarlo. Con este comunicado Karla Sofía rompe su silencio, se abre en canal y confiesa que "el dolor fue tan abrumador que contempló lo impensable".
"A veces nos ponemos un escudo para protegernos, para que el mal no llegue a nuestro corazón, a nuestra piel o a nuestra alma", comienza la nota. Karla Sofía Gascón asegura que le fascinó la ceremonia, aunque le hubiera gustado experimentarla de una forma más normal, "desde la felicidad de haber sido nominada, de celebrar, como estoy ahora, llena de amor, a una persona que pone su alma y su ser en su trabajo y que se entrega a los demás". "Estoy muy agradecida por volver y ver cómo mis compañeros y los profesionales de la industria de Hollywood me recibieron. Estoy agradecida a la Academia, a Netflix y a la producción”, continúa la actriz, que afortunadamente ya está inmersa en varios proyectos. Tampoco se olvida de volver a entornar su mea culpa y pide perdón "a todos aquellos a quienes he ofendido en algún momento de mi vida y a lo largo de mi camino". Es consciente de que de los errores se aprende, y se compromete a "seguir aprendiendo y escuchando para no volver a repetirlos en el futuro".
Gascón reconoce que esos errores vinieron "del miedo, de mi propia ignorancia, de mi propio dolor". Pero se defiende y asegura que "en este último episodio, el más comentado y más expuesto de mi vida, numerosas cuentas falsas se crearon en mi nombre para añadir dolor y confusión". "Se me han lanzado acusaciones absurdas e incluso delirantes, que han hecho un daño profundo a mi espíritu", explica. Y añade con la emoción a flor de piel: "Las cosas escalaron hasta un punto, y tan rápido, que ni siquiera podía ni respirar".
'Los pensamientos más oscuros'
La tormenta ha sido "devastadora”, hubo momentos en los que "el dolor ha sido tan abrumador que contemplé lo impensable". Por su cabeza sobrevolaron "pensamientos muy oscuros", aquellos que ya había experimentado en otra etapa de su vida. “Otros no habrían sobrevivido a este brutal invierno que estoy a punto de superar. Ahora que la tormenta se está calmando, y que lo peor ha pasado, empiezo a ver claramente lo que he aprendido. He aprendido que el odio, como el fuego, no puede ser apagado con más odio", asegura. "Las ofensas no pueden ser borradas con más ofensas, y los errores no pueden limpiar otros errores, especialmente cuando las mentiras y las falsedades proliferan por todos lados y cuando lo único que me envían de vuelta es pura rabia, acoso descarado, vejación, desprecio y hasta amenazas de muerte".
"Afortunadamente, he mantenido mi pizca de cordura para ver la luz al final de este túnel de odio y he entendido que debo ser y hacerlo mejor, y corregir mis faltas pasadas, sin adentrarme en una mayor oscuridad. De otra forma, si juego a su juego y amplifico todo este odio que otros proyectan sobre mí, me perderé; nunca seguiré adelante y no seré capaz de seguir ayudando a otros que siguen todavía atrapados en la tormenta”. Y concluye: "Solo intento ser un ser humano en constante evolución, con éxitos y errores, pero con una voluntad inquebrantable de aprender, escuchar, admitir los errores, pedir perdón y perdonar a los demás, así como me perdono a mí misma por el innecesario dolor que he causado".