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Terelu Campos ha superado dos cáncer de mama. A principios de 2012 se enfrentaba por primera vez a esta enfermedad y seis años después, a mediados de 2018, recibía el segundo diagnóstico. Pese a ello, no se siente "más ganadora ni luchadora que nadie", dijo desde la palaba de la nueva edición de Supervivientes, intentando no llorar porque "no he venido aquí a dar pena". "Soy como tantas personas que nos están viendo que no tienen más c****** que luchar", añadió.
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"Aquí no es elegir susto o muerte. Aquí es haces lo que te dicen y punto. A partir de ahí, tener relativamente suerte, porque es la realidad, y que lo que te haya pillado pueda curarse... y ya está, por eso no es más luchador el que lo vence que el que se va en el camino, es igual, no ha ganado la batalla el que se queda por encima del que se va", expresó.
La colaboradora, de 59 años, aseguró que no le hacía bien recordar a todas horas su pasado. "Es como si hubiera avanzado y de repente doy tres paso atrás. No quiero vivir con miedo y si me tiene que pasar algo, me pasará. Pero no voy a vivir con miedo. No es algo que esté en nuestra mano porque por mucho miedo que tengas si te pasa te va a pasar lo quieras o no lo quieras", declaró.
Antes de pronunciar estas palabras, Terelu se sinceró con sus compañeros sobre su enfermedad tras dejar al descubierto sus cicatrices. "Yo tuve un cáncer en la mama derecha con un nombre y un apellido. Hago el tratamiento de cinco años y el médico me dijo que tenía que estar un año sin tratamiento. Cuando me hice la revisión tenía otro, con otro nombre y otro apellido, en el otro pecho", explicó.
La colaboradora también les contó que la operación de la doble mastectomía a la que se sometió duró diez horas y que la recuperación fue "horrorosa". "Al tener el pecho radiado sabían que la piel se iba a morir. Yo no miraba. Si yo me llego a ver el pecho así... no sé si eso se me hubiera podido olvidar en la vida", confesó.
A pesar de haber dejado atrás la enfermedad, Terelu sigue con revisiones periódicas cada seis meses porque "el cien por cien de la célula no te la pueden quitar, eso es imposible, lo que pasa es que lo reducen a lo mínimo". "No puedo hacer muchas cosas de ejercicio, pero tengo una vida relativamente normal", concluyó la colaboradora.