Ir al contenido principalIr al cierre de página
Mercedes con algunos de sus cuadros

Mercedes Alba, una artista en la aristocracia andaluza: 'Más que nombres o títulos, es un legado de fortaleza y creatividad'

Desde pequeña, tuvo bien claro que lo suyo era la pintura. Un talento que heredó de su bisabuela, hija de los condes de Ybarra: 'Era conocida por el color en sus obras, toque creo que yo también tengo'


9 de marzo de 2025 - 15:55 CET

Mercedes Alba Castillejo no recuerda un momento de su vida en el que no haya pintado o dibujado. La pasión por el arte corre por sus venas. Es la herencia que le legó su bisabuela, hija de los condes de Ybarra: “Ella era muy conocida por el color en sus obras, toque que creo que tengo, de alguna forma, ya que mis cuadros son muy dispares entre sí. Destacan por el uso del color y de la paleta cromática con la que esté trabajando en ese momento”, nos cuenta. 

Nieta de los duques de San Miguel y condes de Floridablanca, Mercedes pertenece a una de las familias aristocráticas con más renombre de Andalucía. Desde que era bien pequeña, recuerda, “en casa me incitaban a que cogiera los pinceles y dejara volar mi creatividad. Mis padres aún guardan esos primeros dibujos y cuadros”. Y tenía un sueño: “cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, siempre decía pintora, y es por ello por ello por lo que fui durante años la encargada de decorar el corcho. Nunca he dejado de lado ese lado artístico y, ya con el paso de los años, decidí estudiar una carrera de arte”. 

Mercedes con algunos de sus cuadros
Mercedes con otra sus obras
Sobre estas líneas, la artista, que también comparte su trabajo en redes sociales @meralba_pintura

- Hemos visto que Goya, uno de los grandes maestros de la pintura española, retrató a uno de tus antepasados, el Conde de Floridablanca

- Es un orgullo ser descendiente del conde de Floridablanca, pintado por Goya, uno de sus retratos está en el Museo del Prado y otro en la colección del Banco de España. Mi madre se quedó huérfana muy pequeña y vivió con sus abuelos, la pintora hija de los condes de Ybarr; y con sus tíos, los marqueses de San Adrián, cuyo antepasado también pintó Goya y está en el Museo de Pamplona. Ellos fueron como mis abuelos y él, magnífico arquitecto y pintor, en su estudio me enseñaba con sus pinceles y lápices (y con inmensa paciencia) los secretos de la acuarela y el dibujo. Secretos que aún utilizo en mis obras.

Tenemos varios cuadros tanto de mi bisabuela, que era todo color y alegría en sus obras, como de mi tío "abuelo" con sus marinas, azules y grises y esos cielos maravillosos.

- También estás emparentada con la artista Cristina Ybarra

- Sí, estamos emparentadas. Cristina es de una generación mayor a la mía. Conozco mucho su obra y la sigo desde hace bastante tiempo, pero tengo la enorme fortuna de que haya varios artistas en la familia, y la mayoría son de su generación, como el escultor Fernando Oriol, Pedro y Maru Oriol, cuyas obras también son muy interesantes, y donde también destacan por el color y movimiento en sus diferentes técnicas. Se puede decir que, cada uno a su manera, ha sabido expresar con diferentes técnicas ese dote artístico que tenemos. 

Algunos de los cuadros de Mercedes Alba Castillejo
En la imagen, algunas de las obras de Mercedes

- ¿Cómo valoras continuar este legado en el arte? ¿Has sentido en algún momento un poco de ‘presión’ por venir de una familia llena de artistas?

- Creo que lo más importante es ser fiel a tu propio estilo. Obviamente, mi pintura está muy influenciada por mis experiencias personales, los cuadros que me han rodeado a lo largo de mi vida, el color y la expresión de estos. Pero creo que estoy aún en un momento de exploración, de descubrir quién soy como artista. Es por eso que mi obra es un poco cambiante, porque siento que cada cuadro es una conversación conmigo misma, una forma de entender mis emociones y de traducirlas en formas y colores.

Venir de una familia llena de artistas, lejos de ser una presión, lo siento como una inspiración constante. Es un legado que respeto profundamente, pero también veo como un impulso para trazar mi propio camino. Creo que el arte no se trata de repetir lo que otros han hecho, sino de aportar algo único, algo que refleje tu propia esencia. Para mí, continuar este legado significa honrar lo que me ha influido, pero también atreverme a crear desde mi propia perspectiva, desde mis vivencias y mi forma de ver el mundo.

- ¿Tu familia te animó desde el principio a seguir volcándote en la pintura? ¿O fueron de los que ‘se asustaron’ un poco? Porque el mundo del arte no es nada fácil…

- El arte no es un mundo fácil, al revés, tienes que saber cómo encajar las piezas del puzle para moverte con soltura, y yo aún estoy experimentando en él. Aun así, sí, mis padres me apoyaron desde el minuto uno. Es más, yo dudaba entre estudiar Derecho o Bellas artes y fueron ellos los que me dijeron de estudiar Conservación y Restauración. No es algo muy común a día de hoy el que te inciten a estudiar una carrera artística, pero como desde pequeña me había gustado tanto y lo tenía tan claro, querían que desarrollara esa faceta. Me ayudaron a elegirla como carrera universitaria porque decían que era mucho mejor estar feliz durante la carrera a llegar todos los días odiando ir a clases. De la universidad me llevo conmigo una experiencia buenísima, unos profesores que me guiaron en todo momento, y a los que tengo especial cariño. Aunque es cierto que actualmente estoy más enfocada en mi carrera como pintora que como restauradora. 

"Aunque el mundo del arte no es fácil, mis padres me apoyaron desde el minuto uno. No es algo muy común a día de hoy el que te inciten a estudiar una carrera artística, pero como desde pequeña me había gustado tanto y lo tenía tan claro, querían que desarrollara esa faceta"

- ¿Eres la única de tus hermanos que pinta?

 - Pintar como tal, soy la única, aunque mi padre es muy bueno diseñando espacios (sería un gran arquitecto). Por otro lado, mi hermana mayor, Gracia, también dibuja, pero nunca ha querido dedicarse a ello. El resto de hermanos se dedican más al mundo del caballo o de la empresa. 

- ¿Quién dirías que es tu referente?

 - Obviamente dentro de mi familia tengo mi pintor favorito, pero si tengo que elegir un referente sería Fernando Zóbel. Me encantan sus obras, he crecido leyendo mucho sobre él. Esa mezcla de tradición, idea y contemporaneidad, la mezcla de técnicas, de estilos, de tonalidades, el toque rompedor en esa época… Es por ello que el Museo de Cuenca de arte contemporáneo es de mis favoritos. 

Mercedes, con algunos de sus cuadros
Mercedes, con algunos de sus cuadros

- ¿Tu madre (u otra persona de tu familia) te ha dado algún consejo que recordarás siempre? 

- Ser fiel a ti mismo. Es un consejo sencillo, pero de una profundidad que solo he llegado a comprender con el tiempo. Mi padres me lo ha repetido en muchas ocasiones, y esas palabras se han convertido en una especie de brújula para mí, no solo en el arte, sino en la vida.

 Este consejo resuena especialmente en mi proceso creativo, porque el arte es, ante todo, una expresión de lo que eres, de lo que sientes y de cómo ves el mundo. A lo largo de mi vida, he tenido la suerte de crecer rodeada de artistas, de personas cuya obra refleja lo más auténtico de sí mismos. Ese ejemplo me ha enseñado que, para conectar de verdad con los demás, primero tienes que ser honesto contigo mismo. No puedes intentar complacer a todo el mundo o ajustarte a expectativas externas. El arte pierde su alma cuando lo haces.

Creo que esta idea se relaciona mucho con mi exposición Ecos del Ser. Cada cuadro, cada trazo, es un reflejo de un momento, de un sentimiento, de una vivencia que me ha marcado. Al crearla, no intenté seguir tendencias ni ajustarme a lo que otros podrían esperar de mí. Más bien, traté de escucharme, de volcar en cada obra mis propias experiencias y emociones, desde las más luminosas hasta las más dolorosas. Al final, ser fiel a mí misma significa permitirme esa vulnerabilidad, esa libertad de crear algo que no solo sea bello, sino también honesto.

Lo más bonito es que me ha acompañado incluso en los momentos de duda o presión. Siempre me recuerdo que no se trata de competir o de estar a la altura de nadie, sino de explorar quién soy, de encontrar mi propia voz. 

 - ¿En qué te inspiras a la hora de crear tus pinturas? 

- Mi inspiración viene de los recuerdos y las experiencias que me han marcado a lo largo de la vida. Cada cuadro es un reflejo de un momento, un sentimiento o incluso de un contraste entre lo luminoso y lo oscuro. Me inspira lo cotidiano, como los paseos por la playa al atardecer, en el Puerto de Santa María. También encuentro inspiración en la naturaleza. Estamos muy vinculados a la zona de Cazalla de la Sierra, Sierra Norte de Sevilla. Es preciosa: los colores y el contraste de estaciones hace que sea un sitio muy especial. Todo esto se combina con un deseo profundo de plasmar en el lienzo una conversación entre lo que siento y lo que quiero transmitir, dejando siempre espacio para que cada espectador encuentre su propia interpretación. Al final, mi obra busca capturar lo que somos: seres complejos, cambiantes y llenos de ecos que resuenan entre lo vivido y lo que está por venir.

"La historia familiar te ayuda a comprender aspectos de tu personalidad, tus valores y tus motivaciones. En mi caso, saber que vengo de una familia de emprendedores, por ambas ramas, tanto paterna como materna, me da una perspectiva clara de que estoy aquí gracias al esfuerzo, la visión y el trabajo de quienes me precedieron"

- ¿Cuál es el sitio donde más te gusta pintar y por qué? 

- Pues aquí tengo una dualidad. Me encanta Cazalla, es un sitio espectacular, donde estoy rodeada de naturaleza, y me transmite muchísima paz para pintar. Es más, suelo llevarme casi todos mis encargos ahí, y así les dedico más tiempo, ya que en la ciudad, me cuesta bastante concentrarme. Pero, por otro lado, está el Puerto de Santa María (Cádiz), el sitio al que he ido todos los veranos desde muy pequeña, y con el que siento especial conexión. Por eso todas mis obras tienen un toque azul en ellas. Siendo sincera tendría que decir en ambas, puesto que ir al Puerto me ‘recarga las pilas’, pero en Cazalla es donde realmente llevo los cuadros. No puedo decidir. Ambos forman parte de quién soy. 

- Desciendes de una de las familias aristocráticas con más renombre de Andalucía. ¿Cómo es pertenecer a una familia aristocrática en el siglo XXI y tener un título en la actualidad? 

- Creo que es fundamental conocer y valorar el pasado para entender quiénes somos hoy. La historia familiar te ayuda a comprender aspectos de tu personalidad, tus valores y tus motivaciones. Porque, al final, todo se hereda de alguna forma, incluso aquello que no es tangible. En mi caso, saber que vengo de una familia de emprendedores, por ambas ramas, tanto paterna como materna, me da una perspectiva clara de que estoy aquí gracias al esfuerzo, la visión y el trabajo de quienes me precedieron. Más que un legado de nombres o títulos, es un legado de fortaleza, creatividad y determinación que me inspira cada día.

En la imagen, uno de los 'seating plans' hechos por Mercedes
En la imagen, uno de los 'seating plans' hechos por Mercedes

- En ¡HOLA! Living, nos abristeis las puertas de vuestra finca en Sevilla, donde se casó Carmen Martínez-Bordiú. ¿Asististe a esa boda? ¿Es amiga de la familia desde siempre? ¿Conoce tu labor como pintora? 

- Cuando Carmen se casó, yo era muy pequeña y por edad no asistí. Sí que he visto fotos. En nuestra familia la queremos mucho y cuando viene de Portugal, hacemos varios planes. Sí que conoce mis cuadros y aporta siempre su buen gusto y conocimiento de arte, sabe dar buenos consejos, cosa que valoro. 

 - Nos comentaste, también, que gracias a las redes sociales, has podido mostrar tu arte en más partes del mundo… ¿cuál es el encargo más curioso que te han hecho? 

- Gracias a las redes sociales (@meralba_pintura) he tenido la oportunidad de poder contactar con gente de diferentes países, ya en su día, me propusieron exponer en Nueva York, sólo que es un salto que aún estoy esperando a dar. Por ahora, el territorio europeo me llama más la atención. Es cierto que a parte de mis cuadros he hecho diferentes encargos, como decoraciones para bodas, ya sean meseros, misales, seatings etc,… pero si tuviera que recalcar un tipo de encargo diferente, creo que sería pintar unos esquíes para una boda, era tres juegos de esquíes, con diferentes temáticas, como el paisaje de Candanchú, otro imitando un efecto madera envejecido, a los cuales les pegaron unos vasos de chupitos, como regalo para una boda, ese encargo me llamo muchísimo la atención, por nunca había visto algo así. 

Otros encargos llamativos han sido retratos de personajes conocidos, que me ha encantado pintarlos, pero es cierto que cuando te lo piden te sorprende mucho. 

"Mentiría si no dijera que mi mayor sueño sería exponer algún día en un museo, pero creo que esto aún está lejos. Necesito seguir experimentando, seguir creciendo poco a poco, pero creo que la trayectoria que estoy siguiendo es un buen camino inicial y que, con dedicación y tiempo, todo llega"

- ¿Cómo logras compaginar tu trabajo con tu faceta de artista? ¿Es difícil? 

- Hay veces que, como todo en la vida, cuesta, porque no es fácil compaginar un trabajo con otro, pero es cierto que no lo cambiaría. El tiempo de oficina me ayuda a tener desconexión, a tener la mente más organizada, ya que, cuando pinto, es cuando realmente enseño ese lado mío desordenado. Necesito muchas veces hacer parones en la pintura, porque, si no, te puede consumir mucho. Necesitas buscar diferentes fuentes de inspiración, y por eso actualmente puedo compaginar ambas cosas, puesto que no se contradicen. Uno me aporta ideas para pintar, y en el otro vuelco mi creatividad o mi punto de vista desde un ángulo diferente que, quizás, alguien con otra formación no sería capaz de ver. 

- ¿Cuál es la inauguración que recuerdas con más cariño hasta la fecha?

- La primera exposición es algo que nunca olvidas. Ese miedo a ser juzgado por el resto, el enseñar al público lo que has hecho y esperar a ver sus respuestas, pero aun así, creo que la mejor ha sido esta última exposición, en la galería Espattio en Madrid. He querido proyectar mi último año, y los comentarios han sido muy positivos, he querido plasmar la 'montaña rusa' que es la vida. 

Mercedes con una de las obras de su última exposición

- ¿Y cuál dirías que es tu mayor sueño?

- Nunca me lo he planteado como tal. Obviamente te mentiría si no te dijera que mi mayor sueño sería exponer algún día en un museo, pero creo que esto aún está lejos. Necesito seguir experimentando, seguir creciendo poco a poco, pero creo que la trayectoria que estoy siguiendo es un buen camino inicial y que, con dedicación y tiempo, todo llega. 

- ¿Crees que ser artista, hoy por hoy, es difícil? 

- Creo que el perfil del artista ha variado mucho en los últimos 10 años, debido a las redes sociales. En este sentido, actualmente muchas personas se consideran artistas, aunque, bajo mi punto de vista, habría que hacer una diferenciación entre artista y artesano. La diferencia entre artista y artesano radica principalmente en la intención creativa, el propósito de la obra y el enfoque en la técnica. El artista tiene como principal objetivo expresar sus emociones y saberlas plasmar, buscar una reacción cuando transmite su mensaje, un mensaje único, cosa que no ocurre lo mismo con el artesano. Ser artista es difícil, es muy complejo poder transmitir lo que estas viviendo, y aceptar la respuesta del público y el ser juzgado. A todo esto hay que unirle la complejidad del mundo del arte, y que, debido al auge de las redes, muchas veces, tendemos a variar nuestro estilo propio por el simple hecho de encajar más en lo que está de moda, cosa que finalmente acaba afectando a tu faceta de artista. No te expresas tal y como eres, y por eso creo que a veces cuesta discernir a un buen artista de un buen artesano.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.