Hay un dicho que reza: "Cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir". Y eso es precisamente lo que le ha sucedido a Cristian Gamero, un actor español que hace unos años escribía en un papel que quería trabajar en Colombia y, esa manifestación basada en su creencia en la ley de la tracción, no solo se ha hecho realidad, sino que se ha convertido en una gran estrella gracias a la telenovela Escupiré sobre sus tumbas de Caracol Televisión, que acaba de estrenar Netflix a nivel internacional.
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En la serie, el actor onubense se mete en la piel de Brian O’Connor, un hombre que busca vengar la muerte de su hermano Sonny, hallado sin vida en la Costa Caribe, aparentemente debido a un suicidio. Desconfiando de esa versión, el protagonista viaja hasta ese lugar bajo la identidad de Vinicio Gallo, un prestigioso capitán de barcos, para descubrir la verdad, sin importarle a quién deba enfrentarse, incluidos los Obregón Martelli, una de las familias más poderosas de la zona y los principales sospechosos. Al llegar, se ve arrastrado a un mundo de corrupción, mentiras y secretos familiares que pondrán a prueba su moralidad, en una trama de amor y venganza que ha cautivado a los espectadores.
Con este papel, Cristian ha llamado la atención del público a nivel mundial, que ahora quieren conocer más detalles sobre la persona que se encuentra detrás del actor. Nacido en Huelva hace 34 años, el intérprete de Sin fin ha sentido una fuerte atracción por la actuación desde su niñez y, ya de pequeño, le gustaba encerrarse en su habitación para imitar las voces de sus actores favoritos.
Sin embargo, antes de dedicarse por completo a su verdadera vocación, Cristian ingresaba en el ejército con 18 años en el cuerpo de artilleros, pero llegaba un momento en el que no se sentía realizado. Aunque la idea de convertirse en actor rondaba su cabeza desde hacía tiempo, en su ciudad natal no existían escuelas de arte dramático, lo que complicaba su sueño. Decidido a luchar por lo que quería, conseguía que lo destinaran a Madrid, en un puesto en el que solo trabajaba por las mañanas, lo que le permitía dedicar el resto del día a estudiar.
Tras diez años sirviendo a la patria con misiones en varios países del mundo, dejaba su carrera militar y se mudaba a México animado por un amigo, quien le aseguraba que en el país azteca había muchas oportunidades para un actor. Y así era, Cristian comenzaba consiguiendo trabajo en un capítulo de la serie de Luis Miguel, interpretando a Bosco, el artista al que Luisito Rey (Óscar Jaenada) quiere lanzar a la fama. Después llegaba Hernán (2019) y, tres años más tarde, lograba su papel más largo hasta el momento en Corazón guerrero.
Ya en 2024 se embarcaba en dos importantes proyectos mexicanos. Por un lado, Estela, un thriller en el que daba vida a Jorge, quien, junto a su mujer, se mudaba a una mansión frente a un lago, en busca de la tranquilidad necesaria que les permitiera convertirse en padres. La obsesión de ella por quedarse embarazada acababa por atraer al fantasma de una niña que buscaba una madre. Una cinta que era nominada a mejor película en el Festival de Sitges el año pasado.
Por otro lado, entraba a formar parte de una de las telenovelas más exitosas de los últimos años en el país azteca: El Señor de los cielos 9, cuya trama gira en torno al narcotraficante más poderoso de su tiempo, Amado Carrillo Fuentes, que se convirtió en el jefe del cartel de Juárez y fue apodado ‘El Señor de los Cielos’ por usar su flota de aviones para transportar drogas. En esta ficción, no solo alcanzaba gran popularidad, sino que también encontraba el amor en el set de grabación junto a su compañera Isabella Castillo.
Su historia no comenzó con buen pie. Cristian e Isabella se conocieron en la lectura de guion y no se cayeron del todo bien. Sin embargo, después les tocó compartir escenas, ya que sus personajes mantenían un romance, pasaron tiempo juntos, se fueron conociendo mejor y se acabaron enamorando, según contaba el intérprete en una charla en el programa Hoy Día. El actor ha reconocido que él fue quien dio el primer paso para tener una relación seria. "Lo que más me enamoró de Isa ha sido su personalidad", confesaba en una entrevista con People.
Durante las grabaciones de El Señor de los cielos, se enteraba del casting para Escupiré sobre sus tumbas, un papel que estuvo a punto de no poder realizar, ya que coincidía con el rodaje de la telenovela mexicana. Finalmente, los astros se alinearon y pudo interpretar al personaje que lo ha lanzado a la fama internacional y lo ha hecho enamorarse de Colombia, un lugar donde asegura que le gustaría quedarse a vivir.
Aunque su trabajo como actor se ha desarrollado sobre todo en Latinoamérica, en España también hemos podido verlo en series como El Ministerio del Tiempo, Centro médico o en la película Sin fin, e incluso tuvo un breve papel en Domino, el filme dirigido por Brian de Palma.
No hay más que verlo para darse cuenta de que tiene un físico espectacular y un cuerpo muy tonificado y trabajado, fruto de una de sus pasiones: el deporte, que ha practicado toda su vida. A los 14 años comenzaba a entrenar en artes marciales mixtas, con ellas aprendía a concentrarse, a tener disciplina y a comer de forma equilibrada. En 2007, llegaba a ser campeón de Andalucía como boxeador y, al año siguiente, se alzaba con la medalla de bronce en el Campeonato de España.
Sin embargo, debido a una relación amorosa y a una serie de derrotas, dejaba de practicar oficialmente esta disciplina. Admirador de Topuria y seguidor de la UFC, Cristian continúa entrenando, consciente de que, como actor, su físico es una de sus mejores herramientas.
En lo personal, lo que peor lleva de su profesión es estar lejos de sus seres queridos. "Es algo que duele, pero, para conseguir tus sueños, tienes que sacrificar mucho en la vida", desvelaba a Huelva Buenas Noticias. Por eso, cuando regresa a España y vuelve al barrio onubense de El Molino de la Vega, disfruta pasando horas charlando con sus amigos de toda la vida; jugando con sus hermanos y sobrinas y compartiendo confidencias con su madre. Pese a la fama, sigue siendo un hombre humilde, muy arraigado a los suyos, que valora por encima de todo la amistad y estar con los de siempre.