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Demi Moore relató en sus memorias Inside Out que no toda su vida ha sido precisamente un camino de rosas. Detrás de la imagen de aquella actriz, que había cosechado grandes éxitos gracias a películas como Ghost, Algunos hombres buenos y Una proposición incedente, se ocultaba una mujer frágil, que durante años vivió en una espiral de autodestrucción. Luchó incansablemente contra un trastorno alimentario que casi le cuesta la vida y que desarrolló cuando sintió la presión de los productores y agentes de Hollywood para perder peso.
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Confesó haber vivido un verdadero calvario, tal y como relata en su libro, aunque los mayores traumas ya los había vivido en su infancia. Las adicciones y depresiones de su madre, Virginia King, y la ausencia de un padre, al que nunca conoció, influyeron notablemente en su vida. Con tan solo doce años, salvó a su madre de un intento de suicidio y con apenas 15 sufrió un traumático episodio de abuso sexual. "Llego a casa una noche y me encuentro a un hombre mayor al que conocía con las llaves del apartamento. Fue una violación y una traición devastadora" confesó la actriz.
De su matrimonio con Bruce Willis nacieron sus tres hijas, Rumer, Scout y Tallulah, quienes han sido su salvación. Sus trastornos alimenticios comenzaron cuando rodó Algunos hombres buenos en 1992. Demi acababa de dar a luz a su hija y se vio obligada a recuperar la figura en tiempo récord. Luego vinieron Una proposición indecente y Striptease, que no hicieron más que incrementar su problema y obsesión por cumplir los cánones de belleza establecidos. Años después de su ruptura con Wllis, comenzó una relación con el actor Asthon Kutcher, dieciséis años más joven que ella. Empezaron a salir en 2003, su boda llegó dos años después, pero sus caminos se separaron en noviembre de 2011.
Poco después de comenzar a salir con el actor se quedó embarazada de una niña a la que iban a llamar Chaplin Ray, pero perdió el bebé en el sexto mes de embarazo y se culpó de ello por sus problemas con el alcohol. La pareja volvió a intentarlo sin éxito y esto le llevo a una depresión y a comenzar a depender de los analgésicos. La causa de su ruptura con Kutcher fueron las infidelidades del actor, algo que no estaba dispuesta a consentir. Esta traición no solo afectó a su relación, sino también su autoestima y confianza. Poco después de romper, fue ingresada en un centro de rehabilitación después de que sufriera una sobredosis por consumir drogas de diseño en una fiesta en la que también estaba una de sus hijas. Por fortuna, comenzó un camino de recuperación y en la actualidad atraviesa una de las etapas más felices de su vida. Centrada en su familia y en su exmarido y padres de sus hijas, Bruce Willis, a quien no ha dejado de cuidar desde que supo que sufría una enfermedad.
Su papel en La sustancia llega como una catarsis a su vida, porque si de algo habla la película es de la presión estética que sufren las mujeres a una determinada edad. La actriz, a sus 62 años, triunfa con este filme y va camino de la gloria. Su papel de Elisabeth Sparkle, una estrella de Hollywood que, al envejecer, es apartada de la industria le ha hecho merecedora de los premios más prestigiosos de la industria, y va directa a por el Oscar.
Es la oportunidad perfecta para redimirse después de 45 años de carrera en el cine, tras haber sido despectivamente calificada como una "actriz de palomitas", tal y como ella misma contó en la gala de los Globos de Oro cuando subió a recibir su galardón. "La verdad, no me lo esperaba. Estoy en estado de shock. Llevo mucho tiempo haciendo esto, más de 45 años, y es la primera vez que gano algo como actriz", reveló Moore en un discurso que ya de por sí era merecedor de un premio.
"Hace 30 años, un productor me dijo que era una ‘actriz de palomitas’, que podía hacer películas que triunfaban en taquilla, pero que no sería reconocida. Y yo lo acepté. Me lo creí", continuó. "Pero mientras tocaba fondo, me llegó un guion mágico, audaz, valiente... En esos momentos en los que no creemos ser lo suficientemente listas, guapas, delgadas o exitosas, una mujer me dijo 'que sepas que nunca serás suficiente. Pero puedes saber lo que vales si dejas de medirte". Y Demi acabó el discurso de su carrera señalando que este premio "es un recuerdo de que este es mi sitio". A este galardón le siguieron el Critic Choice y el SAG. Quizá el próximo 2 de marzo la escuchemos pronunciar otro inspirador discurso.