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Tamara Falcó cumplirá, este mes de marzo, cinco años como marquesa de Griñón. Su padre, que falleció el 20 de marzo de 2020, a consecuencia de complicaciones derivadas de la COVID, casi al principio de la pandemia, eligió a su hija como sucesora de este título, que con tanto orgullo él mismo ostentó durante décadas. Un título con el que Tamara está más que comprometida y que la ha convertido en una de las aristócratas más queridas del panorama español.
Esta misma semana, se daba un auténtico baño de masas a su llegada al desfile de Pedro de Hierro, en el pabellón 14 de Ifema, donde desde hace años se celebra la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y donde, un año más, presentó sus diseños para esta marca que lidera creativamente Nacho Aguayo.
Sobre su futura maternidad: "Yo rezo, pero también acudo a los médicos. Recurro a la ciencia y voy a mis revisiones"
Acompañada por su 'prima' Isabelle Junot, a quien cariñosamente saludó en inglés, posó ante la nube de fotógrafos y cámaras que aguardaban su llegada. También respondió a todos los interrogantes que, durante días, se han ido acumulando a su paso: de la desaparición de su madre en actos públicos, desde hace meses, a la 'espantá' de Íñigo Onieva en San Valentín. No quedó nada en el tintero. Y todo ello sin perder la sonrisa, ni el sentido del humor, ni un instante. No hay duda de que está viviendo un momento de lo más dulce en su vida.
De hecho, esta ha sido una gran semana para ella. Al éxito del desfile, al que no faltaron rostros tan conocidos como Mariló Montero —que vio desfilar a su hija, Rocío Crusset, emocionada, desde primera fila—, Marta Hazas y Javier Veiga, Hiba Abouk y las hermanas Grace y Melissa Villarreal, también hay que sumarle su último plan familiar con su familia política, del que tenemos todos los detalles en exclusiva.
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© Europa PressCita con su suegra
Desde el principio de su noviazgo, la relación de Tamara con su suegra ha sido excepcional. Juntas se han fotografiado en multitud de ocasiones, en ambientes privados y distendidos, donde pueden ser ellas mismas y disfrutar de esta relación, que se mantiene intacta desde el primer día.
No es de extrañar que la aristócrata no faltara al cumpleaños familiar que Carolina Molas organizó en Horcher junto a su madre, María Eugenia Urrutiaciorraga, y sus tres hijos, Íñigo, Alejandra y Jaime. Todos ellos se dieron cita en este conocido restaurante para disfrutar de una agradable velada, brindar por la homenajeada y, sobre todo, verla soplar las velas un año más, tan estupenda como siempre. Los años no pasan por la madre de Íñigo Onieva.
© STUDIO24Crisis despejada (de nuevo)
Una salida pública muy diferente a la que protagonizaron el día de San Valentín los marqueses de Griñón y cuyas incógnitas tuvo que resolver Tamara, minutos antes de presentar su colección en Madrid: "Le pedí a Íñigo que, por favor, no trajera prensa a nuestra cena de San Valentín, porque además la celebrábamos con otros amigos. Se dedicó como 35 minutos a esquivar a los paparazzi que le seguían y, como no lo conseguía, se metió en el hotel Eurobuilding y salió de ahí corriendo. Cenamos en Sacha y después volvimos los dos. No entiendo por qué no me vieron a mí en el coche, porque yo estaba con él", aseguró ante los medios.
Unas declaraciones que buscaban poner punto final a los rumores que apuntaban a una nueva crisis en la pareja, que les habría llevado a pasar el día de los enamorados por separado. Nada más lejos de la realidad.
© FERNANDO JUNCO
© FERNANDO JUNCODe hecho, la cena en Horcher con los Onieva Molas no ha sido la única que han protagonizado Íñigo y Tamara. Sonrientes, felices y cogidos de la mano, también disfrutaron de un agradable almuerzo en Casa Salesas, el restaurante de él en el centro de Madrid. Un local en el que es frecuente verlos juntos y al que llegaron en moto, como una pareja normal.
No la acompañó, eso sí, durante la presentación de su desfile. Una situación que la marquesa no dudó en aclarar, de nuevo, con la mejor de sus sonrisas: "Él nunca ha querido ser personaje. Yo creo que es algo que, al final, le ha tocado ser por estar conmigo y lo lleva lo mejor posible», explicó. «Hoy tenía otra cosa que hacer. Admiro mucho que él trabaje también muchísimo y yo creo que, en ese aspecto, nos apoyamos mucho el uno al otro".
© Europa PressSer madre, 'en mano de Dios' y de los médicos
No dudó su respuesta al ser preguntada por lo que le pedía a este 2025, en el que, por el momento, solo ha cosechado éxitos: "Pues la verdad es que, por ahora, estoy supercontenta, pero le pido familia. También, como soy muy creyente, pienso que si Dios no me manda familia, por algo será". En cualquier caso, está haciendo todo lo posible para cumplir su sueño: "Todo lo que he hecho ha sido con conciencia. O sea, yo rezo, pero después también acudo a los médicos. Recurro a la ciencia, voy a mis médicos y revisiones también".
La marquesa de Griñón tampoco se perdió el cumpleaños de su suegra, Carolina Molas, con la que mantiene una excelente relación desde el principio, y al que se sumaron sus cuñados y la abuela de su marido
En línea con su fe, no dudó en confesar que está volcada en la oración con el Papa, a quien le desea una pronta recuperación: "Lo importante es rezar por él".
Una semana llena de alegrías para Tamara, que demuestra que está en uno de sus mejores momentos: centrada, satisfecha y, por encima de todo, feliz.
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