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Jesús Calleja ha hecho este martes 25 de febrero historia con su viaje al espacio, el cual ha sido un completo éxito. El presentador de Telecinco y Cuatro se ha convertido en el tercer español en emprender esta aventura y en el primero que no es astronauta, cumpliendo así un sueño que había albergado desde su infancia. Una vez asimilada esta increíble experiencia, el rostro conocido de Mediaset ha compartido en una rueda de prensa cómo vivió el momento y cuáles fueron sus sensaciones al ver la Tierra desde el espacio.
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Después de un retraso de casi 20 minutos, la New Shepard despegó a las 16:49, alcanzando una velocidad de 3.588 km/h en pocos segundos. Los seis tripulantes experimentaron aproximadamente siete minutos de ingravidez, atravesando la atmósfera y disfrutando de vistas espectaculares y asombrosas de nuestro planeta antes de iniciar el regreso a la Tierra. Según informan desde Telecinco, el aterrizaje fue más espectacular de lo esperado. Aunque la cápsula descendió de manera controlada, el momento del contacto con el suelo generó una sacudida que sorprendió a todos. Como explicó el equipo de Blue Origin, este tipo de vibraciones son parte del procedimiento normal y no representan un riesgo para la tripulación. "Tenemos una consola para saber todo lo que ocurre en la nave y no haya problemas. La nave aterriza muy suavemente".
Alrededor de las 21:30 horas de este martes 25 de febrero, Calleja ha querido explicar de primera mano cómo ha vivido esta experiencia y ha dado una rueda de prensa. "Increíble. Fascinante. Me ha dado una visión del planeta que me ha hecho recapacitar. Es abrumador", ha comenzado explicando. Posteriormente, y sin poder ocultar la felicidad que le invade, ha contado que su madre no ha querido ver el despegue: "Mi madre se negó a ver nada, ya me lo dijo. Se ha emocionado mucho. Cada vez que salgo de casa, me voy a hacer algo, pero irme al espacio no le cabía en la cabeza. Somos una familia muy pegajosa y da igual dónde esté yo que la llamo todos los día con un teléfono satélite".
Esta aventura ha sido un sueño hecho realidad, en el que ha tenido presente "a mi abuelos, ojalá mis abuelos hubieran podido ver que he ido al espacio". Posteriormente, ha explicado qué es lo que ha visto desde la ventana de la nave: "Negro, negro, un negro que aquí no existe en la Tierra. Increíble. Fascinante. Me ha dado una visión del planeta que me ha hecho recapacitar. Es abrumador. Es negro absoluto y la Tierra muy brillante. Nuestro planeta es esférico, azul y tenemos que cuidarlo".
Esta aventura ha sido un sueño hecho realidad, en la que ha tenido presentes 'a mis abuelos, ojalá ellos hubieran podido ver que he ido al espacio'. Luego, explicó lo que vio desde la ventana de la nave: "Negro, negro, un negro que aquí no existe en la Tierra. Increíble. Fascinante. Me dio una visión del planeta que me hizo reflexionar. Es abrumador. Es un negro absoluto y la Tierra, muy brillante. Nuestro planeta es esférico, azul, y tenemos que cuidarlo".
A continuación, el conductor de Planeta Calleja ha revelado cómo ha vivido los 11 minutos que ha durado su viaje al espacio: "Hubo un momento que no pude hablar porque la imagen es tan potente que comencé a llorar y vi una gota flotando y me di cuenta que era yo, que mis lágrimas estaban flotando. Nunca viví tanta emociones ni tan especiales juntas. Estaba desubicado y estaba tan absorto viendo lo que había a mi alrededor que no me había dado cuenta de que estaba al revés". También ha confesado cómo se ha sentido cuando ha pisado tierra: "Cuando he visto a mi hermano y me han preguntado cómo ha ido, he vuelto a entrar en shock por la emoción. Ha sido muy bonito. Un gesto dice más que las palabras y vengo cambiado de ahí arriba".
Su sueño de niño
También ha revelado que, a pesar de haber tenido un entrenamiento muy exhaustivo, cuando ha comenzado a experimentar la fuerza G, "sentí que me estaba desarmando cuando me he quitado las protecciones, pero cuando miré por la ventana, se me ha olvidado todo". Cuando le hemos preguntando qué le diría al niño que fue tras haber cumplido su sueño, lo ha tenido claro: "Sigo siendo un niño. La mirada de un niño es la mejor mirada es la de la curiosidad. Siempre hay que tener la mirada de un niño aunque sea dentro de la rutina. Yo jugaba en el molino sintiéndome astronauta, si no tuviera esa mirada no habría estado hoy en el espacio. Busqué la fórmula para ir al espacio porque yo soy muy cabezón y me he salido con la mía y me he ido al espacio que ha superado cualquier expectativa. Seguir soñando".