Isabel Gemio volvió a vivir una noche llena de emociones junto a su familia y amigos. Como cada año organizó un gran evento benéfico a favor de la entidad solidaria que preside, cuyo objetivo es fomentar la investigación de enfermedades raras, como la distrofia muscular de Duchenne que padece su hijo Gustavo. Rodeada del cariño de sus dos hijos Gustavo, de 28 años, y Diego, de 26, celebró una cena solidaria en el Real Casino de Madrid con el objetivo de seguir recaudando fondos para seguir financiando proyectos de investigación científica contra este tipo de enfermedades minoritarias.
Gustavo, el gran maestro de su vida y quien le ha enseñado a Isabel Gemio a ser feliz a pesar del sufrimiento, posaba junto a su madre y su hermano Diego en un día muy importante para todos ellos. "Ahora ya son mayores, deciden ellos, quieren estar a mi lado, y yo se lo agradezco muchísimo. Es emocionante que participen, que vean el esfuerzo que hay detrás", comentaba la presentadora sobre sus hijos a su llegada al Casino.
Diego, el hijo mejor de la presentadora, llamó la atención por el gran parecido que guarda con su padre, el escultor cubano del que Isabel Gemio se divorció en 2005. El joven, de 26 años, luce un estilo similar con el pelo largo recogido en trenzas, llevaba un abrigo negro, traje y camisa oscura y unos calcetines amarillos que aportaban un toque original y distintivo a su look. Es un joven al que le encanta la moda, es diseñador gráfico y tatuador. "Él es muy creativo y dibuja maravillosamente bien", ya avanzaba su madre cuando comenzó a estudiar diseño gráfico.
A su vez, Diego siente debilidad por su hermano mayor, Gustavo. "Su relación es preciosa. Hemos vivido cosas maravillosas, de mucho amor. Entre los tres hemos construido un muro ante el dolor", contaba Gemio en la presentación de su libro dedicado a él, Mi hijo, mi maestro. Tanto él como su madre han cuidado de Gustavo con total dedicación. "A Gustavo sus músculos nunca le permitieron correr ni jugar al fútbol. A los 12 años ya necesitó una silla de ruedas y a los 14 años ya no podía abrazarnos", señala la comunicadora, que lejos de lamentarse se siente una afortunada por haber podido darle a su hijo todo lo que necesita. "Yo puedo pagarme dos cuidadores, un fisio, personas que me ayudan...", siempre ha destacado.
Isabel Gemio se enamoró de Nilo Manrique durante un viaje a Cuba. Poco después, el escultor no dudó ni un segundo e hizo las maletas para trasladarse a Madrid con la locutora. La pareja se casó el 7 de abril de 1997 en una ceremonia civil en San Sebastián de los Reyes, Madrid. Y ese mismo año, llegó a sus vidas su primer hijo, Gustavo, al que adoptaron en Guatemala con tan solo nueve meses. Sin embargo, cuando el pequeño tenía 21 meses supieron que padecía la enfermedad de Duchenne. La presentadora escuchó aquel diagnóstico embarazada de su otro hijo, Diego, que vino al mundo el 30 de enero de 1999.
"Asimilar un diagnóstico de estas características lleva mucho tiempo porque es una enfermedad incurable que no tiene tratamiento en el mundo", contaba Gemio. Los problemas hicieron mella en la relación. En enero de 2005 Isabel Gemio y Nilo Manrique ponían fin a ocho años de relación, y sus dos hijos se quedaban al cuidado de su madre.