Chiara Ferragni (37 años) quiere dejar atrás cuanto antes la vorágine en la que se ha visto envuelta durante el último mes, una sucesión de polémicas sobre las supuestas infidelidades relacionadas con su vida pasada y la de su ex, el rapero Fedez. Ahora, es una mujer con aires renovados y vuelve a estar enamorada, centrada igualmente en su trabajo y por encima de todo volcada en el cuidado y la crianza de sus hijos Leone (6) y Vittoria (3).
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La influencer italiana y su actual pareja, el empresario Giovanni Tronchetti, disfrutaban este lunes en Milán de un plan muy familiar con los niños de ambos, quienes además son amigos ya que van a la misma escuela. En este sentido, el heredero del imperio de la marca de neumáticos Pirelli tiene tres pequeños fruto de su anterior matrimonio con la alemana Nicole Moellhausen (y cuyos nombres nunca se han hecho públicos por razones de privacidad).
Chiara y su novio, junto a sus respectivos vástagos con los que iban de la mano, eran fotografiados a su entrada y salida del restaurante VMaison que pertenece al lujoso hotel del mismo nombre. Han llegado por separado para juntarse dentro y, como estamos en época de carnaval, hemos visto además cómo algunos de los menores llevaban la cara pintada a modo de disfraz en estos días de celebración. La creadora de contenido, al percatarse de la presencia de las cámaras, se mostraba muy sonriente e incluso saludaba a los periodistas.
Relajada y feliz, Ferragni lucía para la ocasión un look desenfadado, pero de tendencia. En él, la prenda protagonista es un calentito abrigo de peluche en color azul que se coordinaba con una gorra de Yacht Club de Mónaco. Bajo el mismo, llevaba un cómodo jersey con estampado de oso humanizado, de Polo Ralph Lauren, mientras que de pantalón apostaba por unos vaqueros clásicos. En cuanto a sus complementos, buscó la comodidad en unos funcionales mocasines con hebilla metalizada y suela track; y definió su silueta con un cinturón de estética retro con tachuelas y gran hebilla metálica, de Kate Cate (390 euros).
En el interior del establecimiento, la empresaria de moda y su chico se rodeaban de otros amigos y más niños, formando entre ellos un numeroso grupo y donde los 'peques' se han podido divertir también con algunas máquinas recreativas que allí había. Finalizado este agradable encuentro, Chiara salía portando unos globos de colores de diferentes formas y, tanto ella como los suyos, eran recogidos entonces por un vehículo oscuro de seis plazas para, en teoría, trasladarlos de vuelta a casa.
La imagen de armonía y unidad entre Chiara y Giovanni, sobre todo de compenetración al estar tan a gusto con los hijos de ambos, contrasta claramente con los rumores que llegaban últimamente desde Italia de una supuesta crisis entre ellos (la primera desde que comenzara su relación el pasado noviembre). Se asegura que la familia Pirelli no termina de aprobar este idilio, algo con lo que la pareja debe lidiar y demostrarles que lo suyo no es flor de un día.
Es más, se da por hecho que la pareja hacía este fin de semana una escapada romántica a los Dolomitas, alojándose en un hotel de montaña de cinco estrellas situado a 1.800 metros sobre el nivel del mar y en una suite de dos pisos que cuesta 6.295 euros por noche, según consta en la web de dicho negocio. Una estancia en este lugar de ensueño que ella mostraba en sus redes sociales, todavía sin fotografiarse con su amor ya que por ahora prefieren llevar su romance con cierta discreción.