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El matrimonio de Joaquín Sánchez y Susana Saborido está en el punto de mira por la filtración de un supuesto intercambio de mensajes entre el exfutbolista del Betis y Claudia Bavel, la actriz y modelo de contenido para adultos que recientemente fue fotografiada con Iker Casillas.
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A pesar de la polémica surgida, la pareja sigue tan enamorada como el primer día, a juzgar por la imagen que ha compartido. "Siempre juntos, mi vida", ha escrito Susana junto a una foto en la que aparece besando apasionadamente a su marido. Joaquín, por su parte, ha respondido así a su mujer: "Siempre".
De esta forma, el matrimonio ha zanjado cualquier duda sobre su relación, una contundente reacción que ha sido muy aplaudida en redes sociales por sus seguidores. "Y que ladren mientras vosotros cabalgáis", ha comentado Ares Teixidó. "Mi familia favorita", ha añadido Marisa Jara. También han mostrado su apoyo a la pareja Elsa Anka, Irene Rosales, Teresa Bacca y numerosos usuarios anónimos, que han expresado que "lo que digan los demás, está de más" o "esa es la actitud".
Además del apasionado beso con su marido, Susana ha compartido una serie de imágenes en las que aparece sola o con sus amigas y sus dos hijas, Daniela y Salma, de 18 y 14 años. La banda sonara que acompaña a la publicación es Que paren el mundo, de Pastora Soler, un tema que dice así: "Que callen la voz, que callen la mentira y la soberbia que, hay veces que el escudo no te cierra bien y tan solo de un roce te arrancan la piel. Que paren el mundo hoy, señores sigan sin mi no quiero nada todo sobra que el dinero no me compra, si no tienes corazón que mas te puedo decir eres solo carne que camina entre la sombra de un pasado gris".
Esta polémica ha surgido días después de la emisión de la boda de Joaquín y Susana en Las Vegas, una íntima ceremonia con sus hijas como únicas invitadas. "Sí y mil veces sí", pronunció la andaluza totalmente enamorada al darle el 'sí, quiero' a su marido.
Este segundo enlace fue muy diferente al primero, que tuvo lugar en julio de 2005 en el Puerto de Santa María, con la Copa del Rey en el altar y en presencia del máximo dirigente del club, Manuel Ruiz de Lopera. La expectación era tan grande que Susana tuvo que entrar a la iglesia escoltada por la policía y Joaquín confesó que en la iglesia "había gente que ni conocía". "Fue show más grande que el de la cantante Lolita", afirmó entre risas.