Hace apenas unos días, Justin Bieber fue fotografiado en las calles de Nueva York con un aspecto visiblemente desaliñado y demacrado, con los ojos rojos y marcadas ojeras, lo que desató una ola de preocupación sobre su estado de salud y el temor a una posible recaída en el mundo de las drogas.
Las especulaciones no tardaron en dispararse, y muchos comenzaron a preguntarse si el cantante, quien se convirtió en padre en agosto junto a la modelo Hailey Bieber, había regresado a la espiral de autodestrucción en la que cayó hace una década.
Lejos de ignorar los rumores, Justin ha decidido responder a través de su representante, buscando poner fin a las habladurías y aclarar la verdad sobre su situación.
El representante de Bieber ha dejado en claro que las afirmaciones sobre el consumo de drogas del cantante son falsas. "La narrativa recurrente de que Justin está consumiendo drogas duras no es en absoluto cierta", declaró a TMZ, asegurando que el artista se encuentra en "uno de los mejores momentos de su vida". En este momento, Bieber está centrado en la crianza de su hijo junto a su mujer y en la creación de nueva música.
El representante también explicó que el último año ha sido un período de grandes cambios para Bieber, quien tomó la decisión de alejarse de varias amistades cercanas y poner fin a relaciones comerciales que ya no le beneficiaban. Además, señaló que el cantante está profundamente agotado por los constantes rumores sobre su salud mental y física."Estos informes son extenuantes y lamentables. Demuestran que, a pesar de la evidencia clara, hay quienes insisten en mantener vivas narrativas negativas, sensacionalistas y perjudiciales", afirmó su portavoz.
De este modo, las recientes imágenes de Bieber, visiblemente agotado mientras recorría la Gran Manzana, cobran un nuevo significado. Según fuentes cercanas al artista, su aspecto cansado se debía a una noche sin descanso en el estudio de grabación, sumada a las horas dedicadas al cuidado de su bebé, quien también tuvo problemas para dormir.
Justin Bieber ha hablado en el pasado abiertamente sobre su lucha contra la adicción a las drogas. En su documental, Justin Bieber: Sessions, relató cómo comenzó a consumir marihuana a los 12 o 13 años y, con el tiempo, pasó a sustancias más fuertes como Lean, MDMA y hongos psicodélicos. Su dependencia alcanzó un nivel tan extremo que su equipo de seguridad tenía que revisarle el pulso por las noches para asegurarse de que seguía con vida.
Sin embargo, desde 2014, el cantante ha dejado atrás el abuso de sustancias, aunque sigue consumiendo alcohol ocasionalmente de manera social. Hailey Bieber ha señalado que en el pasado su esposo recurrió a las drogas como una forma de automedicarse por su ansiedad severa, algo que en su momento no había sido diagnosticado.
Más allá de las especulaciones, el presente de Justin Bieber parece estar marcado por la estabilidad y el crecimiento personal. Su enfoque actual es su familia, su música y su bienestar. Recientemente, participó en un partido benéfico de hockey junto a Steve Carell y Ross Lynch para recaudar fondos en apoyo a las víctimas de los incendios forestales en Los Ángeles, lo que demuestra su compromiso con causas solidarias.
Bieber ha dejado claro que su prioridad no es una "solución rápida", sino cuidar de su esposa y su hijo, así como continuar creando arte que le apasiona. Ante las constantes especulaciones, su equipo reafirma: "Justin está bien y está cansado de que la gente cuestione su salud basándose en conjeturas infundadas".