El papa Francisco ha pasado bien la noche y se encuentra descansado, según informó este lunes la oficina de prensa del Vaticano. Este mensaje llega después de que el domingo se confirmara que el Pontífice sigue en estado crítico en el hospital Gemelli de Roma, donde algunos análisis de sangre detectaron una insuficiencia renal inicial leve, actualmente bajo control.
Francisco cumple diez días hospitalizado en el centro médico romano, tras haber sufrido el pasado sábado un agravamiento de su estado debido a una crisis asmática provocada por la neumonía bilateral que padece. Pese a que no ha vuelto a presentar crisis respiratorias, continúa recibiendo oxigenoterapia mediante cánulas nasales. Además, el Vaticano informó que el sábado se le suministraron dos unidades de concentrado de glóbulos rojos, lo que contribuyó a aumentar sus niveles de hemoglobina, mientras que la trombocitopenia, o nivel bajo de plaquetas, se ha mantenido estable.
Aunque su estado sigue siendo crítico, el Papa permanece alerta y bien orientado. Sin embargo, los médicos advierten que la complejidad de su cuadro clínico y el tiempo necesario para que las terapias farmacológicas surtan efecto obligan a mantener el pronóstico reservado. Se espera que el parte médico de esta tarde proporcione más detalles sobre su evolución.
El Pontífice también enfrenta complicaciones derivadas de su estado de salud general. La insuficiencia renal leve detectada en los últimos análisis está bajo control, pero se suma a su ya frágil condición debido a enfermedades pulmonares crónicas como la bronquitis asmática y las bronquiectasias, que han reducido considerablemente su movilidad. Por esta razón, deberá permanecer hospitalizado al menos una semana más y continuará su recuperación en la Casa Santa Marta, dentro del Vaticano.
La preocupación por su salud ha llevado al cardenal Baldassare Reina, vicario del Papa para la diócesis de Roma, a convocar una misa en la basílica de San Juan de Letrán para orar por su pronta recuperación. Siguiendo la recomendación médica de reposo absoluto, Francisco ha renunciado por segunda semana consecutiva a dirigir el rezo del Ángelus, aunque el Vaticano difundirá el mensaje que suele acompañar esta oración.
Esta es la cuarta hospitalización del Papa desde 2021, tras haber sido sometido a cirugías en el colon y el abdomen, además de afrontar problemas de movilidad. Durante su convalecencia, sectores conservadores de la Curia han reavivado las especulaciones sobre una posible dimisión, aunque, por ahora, se trata solo de conjeturas.
A pesar de su estado, el Papa Francisco ha enviado un mensaje de gratitud a los médicos y al personal sanitario que lo atienden. Asimismo, expresó su emoción por los numerosos mensajes de afecto y oraciones que ha recibido de fieles en todo el mundo, especialmente de niños que le han enviado cartas y dibujos. "Encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido que recen por mí", concluyó el Pontífice en su mensaje.