La historia de la humanidad nos ha mostrado las luchas encarnizadas por alcanzar el poder. Tronos y herencias… Y las batallas por los patrimonios siguen al orden día. Dejando a un lado las de algunas familias españolas, el mundo ha sido testigo en los últimos años, de la guerra en la casa Hannover por una fortuna de 350 millones de euros y castillos de cuento como Marienburg. Y la reconciliación familiar continua sin estar en la agenda. El príncipe Ernesto, que sigue sin divorciarse de la princesa Carolina de Mónaco, y ahora vive en Madrid, no se habla con su primogénito, Ernesto Jr, gestor del patrimonio, y ahijado del rey Felipe VI.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Y de Alemania nos vamos a Suecia. Para sorpresa de los ciudadanos, la gran fortuna del conde sueco Hans-Gabriel Trolle-Wachtmeister está en disputa. Y estamos hablando de 1.000 millones de euros -para algunos medios 500 -… De un imperio que incluye miles de hectáreas de terreno, dos castillos, acciones, obras de arte, joyas, lingotes de oro, y grandes depósitos de dinero, según informaciones publicadas en medios como Norra Skåne, Proletaren, Aftonbladet, DN, y Expressen.
Terratenientes e íntimos de la Familia Real
El aristócrata, que falleció en noviembre de 2023, días antes de cumplir los 101, era hijo del conde Carl-Axel Trolle-Wachtmeister, industrial, terrateniente y primer guardabosques de la corte del rey Gustavo V, miembro de antigua familia noble de Livonia, y militar.
Trolle-Wachtmeister se casó en 1949 con Alice Tornérhjelm, hija de otro terrateniente y muy amiga también de la Familia Real. De hecho, sirvió en la corte sueca durante cuarenta años como dama de compañía, señora del vestuario y señora Principal de la Corte, el título más alto que puede alcanzar una civil no perteneciente a la realeza. Murió el 26 de junio de 2017 a los 91 años y tras su pérdida, la Familia Real le dedicó mensajes que reflejaban cuánto la querían. Estas son las palabras de Carlos Gustavo y Silvia: "Con gran tristeza la Reina y yo hemos recibido la noticia. Alice era una amiga muy cercana tanto para nosotros como para nuestra familia…” Y estas, las de la princesa heredera Victoria: “Desde que tengo memoria, Alice ha sido un apoyo para mi familia y para mí personalmente. Alice era una persona rara, sabia y cálida… Deja un gran vacío tras de sí".
Un legado impresionante
Las partes que se disputan el impresionante legado son la familia del propio conde Trolle-Wachtmeister y el barón Hans von Blixen-Finecke y su esposa. Según el testamento del fallecido, que no tuvo hijos, una parte de la herencia sería para su sobrino Claës que recibiría el castillo de Trolle Ljungby situado en las afueras de Kristianstad, donde residía su tío, además 6.000 hectáreas de terreno. Y la otra parte correspondería al barón Hans von Blixen-Finecke y a su esposa Kirstine, parientes lejanos de los Trolle-Wachtmeister, que heredarían el castillo de Årup en las afueras de Bromölla y grandes extensiones de tierra. Pero no sólo es esto, el testamento también refleja que las dos familias se repartirán una fortuna personal de 70 millones de euros.
Ladrones y sinvergüenzas
La batalla legal por la herencia ha revolucionado a la pacífica sociedad sueca. En concreto, la denuncia que han puesto Claës Trolle y su hijo Carl-Fredrik a los Blixen-Finecke acusándolos de ladrones y sinvergüenzas. Y es que el sobrino del conde cree que se aprovecharon de la avanzada edad de su tío para modificar o falsificar el testamento. Unas acusaciones muy duras a las que el abogado del conde, Johan Frih, respondió diciendo que el conde se encontraba en perfectas condiciones físicas y mentales al redactar el testamento.
Es una guerra familiar y también un escándalo que afecta directamente a la reputación e imagen de los barones Blixen-Finecke e indirectamente a la Familia Real. La baronesa Edel Kirstine von Blixen-Finecke trabaja en la casa Real desde el 1 de enero de 2016. Fue dama de compañía y jefa de personal de la Reina Silvia, mentora de su nuera, la Princesa Sofía y en la actualidad es jefa de la Corte.
Acompañó a Felipe VI y doña Letizia
Como tal, durante la visita de Estado de los Reyes de España a Suecia, en noviembre de 2021, Kirstine acompañó a Felipe VI y doña Letizia y participó en la organización de los distintos eventos, por lo que don Felipe le concedió, junto a otras personalidades, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica por sus servicios.
En el testamento previo, el conde, Hans-Gabriel Trolle-Wachtmeister había designado a su sobrino nieto como su heredero, pero decidió cambiarlo cuando cumplió 97 años. Según Expressen, el matrimonio está convencido de que lo hizo convencido de que Carl-Fredrik Wachtmeister no era apto para heredar la herencia y porque tenía una relación difícil con su sobrino nieto.
En los tribunales
Aunque la disputa sigue en los tribunales, las partes siguen negociando un acuerdo favorable que resuelva el conflicto. Como declaró recientemente Carl-Fredrik Wachtmeister a Norra Skåne. “Sé que lo que estamos diciendo es lo que ha sucedido y estuvo muy mal. Pero si podemos llegar a un acuerdo en lugar de en equis años, es mejor para todos los involucrados y vale la pena tratar de conciliar”.
Según el citado medio, los Trolle-Wachtmeister han hecho una nueva oferta de reparto a los Blixen-Finecke, además del castillo de Årup, 1.100 hectáreas de terreno y 50 millones de euros. Una oferta que dé una respuesta definitiva a la pregunta de Carl-Fredrik: “¿No puede terminar esto de una vez para que todos podamos seguir con nuestras vidas?”.
Será el tribunal de distrito de Kristianstad el que resolverá la disputa sobre la herencia noble que en principio estaba destinada a Claës Trolle-Wachtmeister y a su hijo, Carl-Fredrik, que reivindica también una historia familiar de 250 años.